Ir a la portada

Representatividad con o sin estado

     La cuestión de "la representatividad" tiene tanta importancia como "el Estado", existe un vaso comunicante tal, que ese "gran órgano" institucional se desvanecería sin ella.

     Así expuesto, creo que ante tamaña catástrofe (natural, social, ideológica), en lo inmediato se nos plantea -cuál es el acto/acción/tarea- para poder continuar. No sólo se nos plantea enfrentar a minuto, la supervivencia física (fundamental), la solidaridad, la vecindad; también, está implícito/explícito el costo que deberemos afrontar como clase ocupada/desocupada de semejante hundimiento, y digo deberemos, porque estamos en el desarrollo del proceso.

     Pero hay otro acto/acción presente, y es el de la propuesta/discusión para generar y articular respuestas sociales, sumando aportes a los problemas políticos.

     - y esto por que? ; cuando el "Señor Carlos R" dice "nadie me acercó ningún estudio" (clarín 04-05-03), se ubica en un lugar lejano al problema, pero tan común en los representantes institucionales/sociales/políticos "globalizados". Es el lugar de la "no representatividad", es la negación a dar respuestas a las reivindicaciones sociales/culturales/sexuales, reemplazando los mecanismos de representación por organismos de represión física/cultural/sexual.

     Esta cuestión me parece necesaria debatirla, porque va implicar qué sociedad se va imponer después de esta batalla en la lucha de clases.

     La ciudad de Santa Fe es hoy, el epicentro geográfico de la suma de contradicciones que pueda tener el capitalismo; por causas distintas pero parecidos efectos, se asemeja a la devastadora guerra. Estamos enfrentando cara a cara el despliegue siniestro de la barbarie con sus múltiples caras: patrones, estancieros, ministros, secretarios, jueces, sindicalistas, banqueros de acá y de allá, policías, punteros, curas, militares, comunicadores sociales contaminados; pero también aquellos sectores sociales que los aceptan (legalizan) como sus representantes con los que trata de establecer un vaso comunicante parasitario y seguro.

     Por esto (y un poco más), esta lucha, de minuto a minuto, se nos presenta en todos los frentes; el elemental de salvar la vida en todas sus formas, y el de la "construcción" colectiva y articulada capaz de asumir "las tareas democráticas" como clase ocupada/desocupada de la ciudad.

     Cuando el "Señor Carlos R" dice "yo no soy" (clarín 04-05-03), establece claramente su rol de representante, y lo establece como representante de un sector, el de los propietarios rurales terratenientes/financieros, y de la casta parasitaria local.

     Cuando el "Señor Carlos R", reivindica el accionar de las FFAA, y desconoce la acción colectiva de la población para salvar la ciudad, establece un claro límite entre a quién defiende y a quién piensa castigar/enfrentar.

     No sólo merecen la condena clara/dura/definitiva, además debemos garantizar que ni el "Señor" ni sus súbditos continúen en sus dorados sitiales, y ubicarlos/hundirlos al lugar que les corresponde - "el vacío".

fraternalmente Pichón

Ir a la portada