Breves de sábado (25/08/07)

Un mes maravilloso

por Miguel Espinaco

Ayer, mientras iba llegando al laburo iba escuchando en la radio un reportaje a Lilita Carrió. Llegué, estacioné, y como había tiempo me quedé escuchando en el auto, un poco por curiosidad periodística y otro poco porque - para qué negarlo - la Carrió es un personaje pintoresco: puede salir de golpe con cualquier rebuscada imagen de esas que requieren de un desciframiento, con una frase misteriosa que hay que interpretar como si surgiera de un oráculo.

El tema del reportaje tenía que ver - por supuesto - con el discutido rejunte de Elisa Carrió con el otrora ministro aliancista López Murphy. El tipo aparece ahora dispuesto a olvidarse de su candidatura presidencial y a conformarse con la de senador, especialmente después de que Macri devenido en ganador, se olvidó de que eran socios y le regateó el apoyo.

Las preguntas del preguntador apuntaban todas a algo feo que había dicho la candidata sobre Macri y entre preguntas y respuestas me enteré de que ella tenía una "imposibilidad moral" de acercarse al nuevo Jefe de Gobierno porteño, que sí con el Ricardo, que él entraría en esta unidad "lo más grande y amplia y posible" que pretende Lilita, pero que con Macri parece que no, ahí aparecen las "reservas morales". Dicho de otro modo, Ricardo es bueno, Mauricio es malo, para traducirte al castizo la profunda visión política de esta dirigente mediática.

Los diarios decían que el titular de Recrear y ya casi ex candidato presidencial Ricardo López Murphy andaba a las vueltas y consideraba que la posibilidad de un acuerdo electoral con Elisa Carrió "es una cuestión compleja" y "difícil". Lavagna, lo mismo, ya los consideraba pareja y los criticaba en bloque diciendo que son la derecha.

Al macrismo se lo notaba ofendido. La vicejefa de Gobierno electa, Gabriela Michetti respondió a su manera bien Pro: "lo que dijo Carrió sobre Macri fue un palazo para mí porque tengo buena relación con ella" y insistió en que "a nivel nacional, nuestro aliado es Ricardo López Murphy", como si no se hubiese ni enterado de que su jefe Macri se andaba haciendo ojitos con Lavagna.

Pero dejemos de lado todo este enredo, porque mi espera fue al final recompensada y la frase llegó. Después de un inteligente "no le crea a las encuestas, son como el índice de inflación", la candidata opositora nos regaló su predicción: "agosto es un mes de tensiones, pero setiembre va a ser un mes maravilloso para la oposición".

Ya sé que hay millones de personas que la oyen como quien oye llover, pero a mí sus predicciones me dejan pensando qué quiso decir, es como un juego, como leer un cuento policial y descubrir al asesino antes de que el escritor te lo cuente.

Entonces me puse a deducir y deduje que en medio del clima preelectoral, un mes maravilloso para la oposición debe ser un mes en el que el gobierno es derrotado en elecciones, algo que demuestre que las encuestas son mentirosas como el índice del Indec, me dije con tono de elemental Watson. Así que me puse a buscar qué elecciones habrá en el maravilloso setiembre y descubrí cinco a gobernador. A ver.

Este domingo todavía agosto, mañana nomás, Tucumán. El candidato kirchnerista es el candidato a la reelección Alperovich, que por lo que cuentan los pronosticadores, gana por goleada.

El otro domingo, el 2 de setiembre, Santa Fe y Córdoba.

Acá, aunque gane Binner que es el resultado más esperable, ya Kirchner se preocupó en declarar que son todos amigos y a los dos candidatos los llamó por el nombre de pila para que quedara claro. Por otra parte, las encuestas muestran que comparten votantes, que gran parte de los que votarán a Binner, se inclinarán por el kirchnerismo cristinístico en el cercano octubre.

En Córdoba, dicen, va en punta Schiaretti que es el caballo del comisario, pero si ganara Juez que está segundo, nadie titularía tampoco que en Córdoba fue derrotado el kirchnerismo, porque Juez es un socio díscolo pero es un socio al fin.

El 16 de setiembre es Chaco y ahí podría ganar el radical Ángel Rozas y por bastante, aunque otros juran que la elección estaría más pareja y habría ballotage, pero la verdad tampoco importa.

A mi, realmente, no me parece que ninguna de estas elecciones esté en condiciones de moverle el amperímetro a la candidata oficial mientras siga sentada en una montaña de soja bien valuada en los mercados internacionales, mientras siga montada en la buena onda capitalista que algún día de estos pegará la vuelta, entonces todos dirán que Kirchner es mala palabra como ahora es Menem, ese que ahora no gana ni una elección en el club de su barrio. Pero hoy por hoy…..

Qué se yo. A lo mejor Lilita sabe otra cosa, a lo mejor las cartas le han contado cosas que no son visibles al común de los mortales, a lo mejor está clarísimo que setiembre será un mes maravilloso para la oposición y yo que ni me doy cuenta.


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