Crónicas Curturales Los comics se van desprendiendo de su "condición" de humoristas y lentamente se van metiendo a la aventura, la aventura de ser algo más que el producto que permite vender un periódico, de ser algo más que eso que solo le puede interesar a un niño. La aventura de ser. Sepa qué es la historieta 6 _ la aventura
por Maytland Goyeneche Comics cómicos, adquiriendo seriedad Durante sus primeros años de vida los comics estuvieron exclusivamente dedicados al humor y la sátira, de ahí que la denominación del género fuera comic gracias a las tiras "cómicas" (recordar, comics strips), entre sátiras a la vida cotidiana y el humor más simplón basado en gags físicos o de contenido estereotípico o la más simple de categorizar caricatura política. Y ya hacia la primera década decantaban las primeras historietas de aventuras, basadas sobre todo en los ahora clásicos seriales de continuará de los programas cinematográficos, series de aventuras donde nacerían los primeros héroes encargados de rescatar a bellas doncellas de los más variados peligros. En esta tradición se inscriben las primeras tiras de "aventuras" como Hairbreadth Harry, en 1906 de la mano de C. W. Kahles quien había empezado su carrera con tiras sobre aviación. La cosa es que Hairbreadth Harry no era una tira "seria" en los términos que se piensa hoy en día, pero no era una historia de humor, ya su dibujo perdía en caricaturización para adentrarse, de a poco, en el campo de la representación realista. De esa de Harry no vamos a hablar, porque no ha llegado a nuestro conocimiento sino a través de estudiosos e historiadores, lo que nos deja un par de sospechas sobre su presunta capacidad sensible, ya que si bien hemos visto grandes artistas pioneros, no necesariamente un pionero tiene que ser un gran artista ni un genio. También tuvo su momento de fama una serie llamada The Gumps (1917) de Sidney Smith también dibujada en estilo cómico pero con contenido de suspenso y drama (las aventuras de los integrantes de la familia Gump). Esta serie le valió al autor ser el primer dibujante de comics que firmara un contrato de un millón de dólares. Gasoline Alley (1918) de Frank King en un inicio pretende ser una serie educativa dedicada al automóvil, protagonizada por un grupo de amigos mecánicos fanáticos de los automóviles, pero la serie cambia cuando uno de los personajes encuentra un bebé abandonado en su puerta. No sabemos si al autor se le otorgó un contrato de un millón de dólares, pero sí que se le permitió dotar a sus personajes de cronologicidad: por primera vez, a los personajes de una tira se les permite crecer y envejecer de acuerdo al transcurso del tiempo, al mismo ritmo que el lector. Sus historias son narradas de acuerdo con el transcurso del tiempo. Así, Gasoline Alley constituye el primer Bildungsroman en forma de comic. (¿pero cómo que no sabéis que es un bildungsroman? Si es vox pópuli… es una forma de novela, en literatura, donde se muestra el desarrollo físico, moral, psicológico o social de un personaje, generalmente desde la infancia hasta la madurez El Aprendizaje de Wilhelm Meister de Goethe el inicio del género como tal. Muchas de las grandes novelas de los siglo XIX y XX, sin ser estrictamente "Bildungsroman", sí comparten alguna de sus características. La montaña mágica, de Thomas Mann narra el proceso de aprendizaje del protagonista. Bajo las ruedas, de Hermann Hesse, es una "Bildungsroman" en sentido aún más estricto. La cursiva no es mía, es puro Wikipedia). La aventura de crecer Durante los años 20' aparecen las primeras historietas de aventuras en las tiras diarias, pero es en la década del 30`en que demuestran un verdadero potencial comercial llegando hasta copar las páginas de algunos periódicos. Ya en las series mencionadas, si bien de tintes cómicos, los chistes no eran tan importantes como saber qué iba a pasar con los personajes el próximo día. Y así se fueron introduciendo historias cuyos dibujos distaban ya de ser esos grotescos monitos (monitos, ojo, no son caricaturas de monos, nos referimos al tipo de dibujitos, es una forma de hablar de los dibujos caricaturizados, del estilo) sino que empezaban a tomar forma, por decirlo de alguna manera, más realista. En 1924 comenzó una serie de aventuras que si bien gráficamente aún no entraba en la categoría "seria" la temática a tratar sí lo era: Wash Tubbs de Roy Crane cuyo realismo visual radica en el tratamiento escrupuloso de maquinarias (sobre todo aviones) y el montaje propio de una serie de comics, cosa en la que otros cultores del realismo no hicieron demasiado hincapié (ya los veremos, en este mismo capítulo, nomás). En 1933 la tira se pasó a llamar Captain Easy, personaje secundario que por carisma propio se hace cargo de la titularidad de la serie, cosa que pasaría luego con muchos otros personajes de los comics, como Popeye o Clemente, ya veremos. Y ya que estamos, el 17 de enero de 1929 Elzie Crisler Segar publica de la mano del King Features Syndicate Timble Theatre, serie de características cómicas pero cuyos personajes no tardan en adentrarse en tierras aventureras de la mano de su marino protagonista, el espinaco-dependiente también inspirador de Súperman. Little Orphan Annie de Harold Gray en 1924 es otro punto de separación con respecto a las tiras cómicas, ya que la famosa huerfanita era mas un melodrama lacrimógeno en clave humorística y que, ciertamente, era conducida por un ideario político mucho mas latente que el resto de sus compañeras de género. Más de la hurfanita en la próxima entrega. Literatura y comic Si bien mucho se ha dicho (y se dirá) sobre la interrelación del cine y el comic, cabe destacar que dos de los héroes de acción pioneros en esto de las aventuras nacieron en la literatura, dicho esto sin ánimo de ofender, ya que no fue prestigiosas novelas sino en baratas revistas pulp (ya hablamos de las pulp, no?) que nacieron tanto Tarzán como Buck Rogers. El primero de la pluma de Edgar Rice Burroughs en 1911 y del que no hay mucho que agregar, es Tarzán. El segundo aparece como el principal personaje de la historia Armageddon 2419 A.D. de Philip Francis Nowlan publicada en el mes de agosto de 1928 en la revista "Amazing Stories". Ambas series nacen al mundo de los comics en enero de 1929 (y el mismo día). Con Tarzán nace la idea del héroe musculado, okey, los dioses griegos eran todos musculosos y héroes, pero eran Dioses, Tarzán era solo un hombre común y silvestre, más silvestre que hombre porque había sido criado por monos lo que le otorgaba unas características particulares a la hora de enfrentarse a los desafíos de su profesión de héroe de historieta. De Buck Rogers no podemos decir mucho, sólo que fue la primera historieta de ciencia ficción de la historia de los comics, y eso solo vale, de hecho, visto a la distancia, ese es su único mérito. Ese y su infantil mirada camp de lo que podría ser un mundo futuro. La empresa de ser la primera historieta de temática futurista le quedó grande al autor Dick Calkins, que era piloto en la vida real de la Air Corps Reserve. Y digamos que no fue el primero en visualizar la parafarnalia tecnológica que presupone el futuro, las revistas pulp ya lo venían haciendo desde hacía rato y con dispares aciertos. Buck Rogers tuvo un programa de radio en los años 30, un cortometraje de 10 minutos en 1933 llamado Buck Rogers in the 25th Century: An Interplanetary Battle with the Tiger Men of Mars (tomá) y en 1939 la Universal Pictures realizo una serie de películas basadas en la tira que la cadena ABC transmitió en televisión desde abril de 1950 a enero de 1951. Ah!, y en los gloriosos 80' se hizo una serie de tv horrible, Buck Rogers en el siglo XXV con un robot enano que decía twigle twigle que tenía una cantimplora colgada del pecho que le traducía y a la que lo único que le agradecemos es el ajustado traje de lycra de la coronel Wilma Deering que quienes éramos aún niños inocentes en ese entonces nunca podremos olvidar. Con Tarzán la cosa es muy distinta. De entrada empieza a lo grande, los primeros dibujos para los periódicos fueron 60 entregas que Harold Foster hizo adaptando la primera novela de Tarzan. Mientras las tiras diarias estuvieron a cargo de un competente Rex Maxon. Pero Burroughs estaba bastante descontento con el estilo de este dibujante por lo que Foster la dibujaría hasta 1937, cuando decidió dejar Tarzan para dedicarse a la que sería su obra maestra Prince Valiant, o El príncipe valiente, en castellano. Cuando Foster dejó la serie apareció y ganó un concurso para sucederle el dibujante Burne Hogarth que realizaría la serie hasta 1947, cuando se enteró de que su obra se estaba publicando en Europa y sus editores no le habían avisado ni se le daba ningún beneficio al respecto. Desde entonces sería recordado como un gigante de los comics y quizás el más recordado plasmador de la figura humana en movimiento. Pero no podemos abandonar el tema del hombre mono sin dejar de destacar una cosa. Una cosa La obra de Harold Foster no es concretamente comic. Sus historias son cuadros (viñetas) dibujadas (eso sí, de una factura técnica perfecta) con el texto abajo. No utiliza en ningún momento globos de diálogos, apenas líneas que indiquen movimiento, solo si la escena lo requiere en profundidad, es como si quisiera alejarse lo más posible del género, incluso apartarse. Pero ese es un problema de Foster, no nuestro en cuanto a consumidores. Se sabe que no consideraba digno el formato del comic, pero es obvio que no ha encontrado un medio mejor para expresarse, ya que incluso con el Prince Valiant ha mantenido la modalidad de ilustrar por medio de viñetas, reservando los grandes paneles (es decir, la página completa) para ciertos tramos de la historia. Pero ¿vamos a por ello dejarlo de lado, o solo lo vamos incluir en la categoría "comic" cuando nos convenga dada la altísima calidad de su trabajo? No mis amiguetes, la obra de Harold Foster se encuadra en la definición de "comic" incluso cuando carezca de montaje viñeta a viñeta, incluso cuando él mismo renegara del lenguaje de los comics, incluso porque, mal que le pese a algunos, su forma de comercialización han sido siempre los formatos de los comics, incluso en la añeja Colección Robin Hood que lo publicaba junto a obras "juveniles" de literatura la inclusión del príncipe medieval era percibido como una froma alternativa de entretenimiento juvenil, las historietas. Un valor añadido: Foster aporta a la historieta el corte naturalista de su dibujo. Introduce de lleno a la historieta en el mundo adulto, dándole un aspecto gráfico no explorado hasta el momento, separando aguas entre el historieta "cómica" y la "realista", dejando, definitivamente en orsay el definición de "comic" tan cara a los afectos norteamericanos. Del otro lado, un aporte Si bien todo esto se va desarrollando en la prensa norteamericana, debemos forzosamente hablar de aquel aventurero belga creado por Hergé en 1929, con la historia Tintín en el país de los soviets. Si bien las aventuras de Tintin, (no, Rin tin tin es otra cosa, además era un perro) tardarían un poco todavía en alcanzar su madurez tanto gráfica como argumental bien vale traer a colación de las aventuras esta que realizara el joven autor a pedido del semanario católico para prevenir a la juventud del peligro comunista, pero lo veremos mas adelante cuando nos vayamos a Europa para ver que pasa por allá.. Otros héroes más aventuras En octubre de 1931 en forma de plancha dominical nace el duro policía Dick Tracy de la mano de Chester Gould, cuando el cine de gángsteres estaba en su apogeo el autor da un giro conceptual, y en lugar de centrar su atención sobre un delincuente lo hace sobre su némesis, el policía, que podía ser tan duro y cruel como el más ladino forajido, pero siempre del lado de la ley. Con un estilo que se aleja tanto del trazo humorístico como del realista, con un trazo simplista y duro al que muchos de los dibujantes de años posteriores le deberán inspiración. Gould realiza la serie hasta la década del 70', incursionando incluso en la ciencia ficción sin perder sus características de serie negra (negrísima, a veces). También se hizo una película con Madonna y Warren Beatty, que se puede ver si no se tiene demasiado sueño. En 1933 , de la mano de Clarence Gray y guiones de William Ritt, aparece otra de ciencia ficción, Brick Bradford, cuya calidad artística y argumental superarán con creces a Buck Rogers, lo que no era mucho, tampoco. En 1934, a pedido del Syndicate para competir con Buck Rogers, Alex Raymond crea para la King Features Syndicate Flash Gordon, convirtiéndose rápidamente en una de las más maravillosas narraciones gráficas de todos los tiempos. También con este se han hecho programas de radio, seriales de cine, de televisión, películas y de todo, pero el trabajo de Raymond es algo realmente insuperable, además de que sentaría las bases de la moderna rama de ilustración en lo que respecta a fantasía heroica. Esos tipos todos forzudos blandiendo una espada o una pistola de rayos láser, con la mina al lado, por lo general a sus pies, y mostruos espantosos amenazantes tienen su más directa referencia en Flash Gordon. Y de la ágil mano de Alex Raymond este mismo año tenemos al Secret Agent X-9, con guiones Dashiell Hammett, más conocido este por su personaje Sam Spade (El halcón maltés) que hiciera famoso un tal Humphrey Bogart en la película dirigida por John Huston. En 1934, Milton Caniff crea otro de los grandes mitos del cómic: Terry y los Piratas. También en 1934 (plena depresión en los EEUU) Lee Falk se larga con Mandrake the magician. Y otro que no se pierde en el torbellino de creadores es Li´L Abner de Alfred Gerald Caplin (Al Capp), que si bien esta sí es de corte humorístico (mas bien … paródico) no podía quedar afuera de esta simple enumeración de grossos. Y en el próximo capítulo tendrá un lugarcito junto a otros grandes creadores (capítulo 7, grandes personajes). En 1936, Lee Falk crea junto a Ray Moore en los dibujos otro de sus formidables personajes: The Panthom, ostensiblemente inspirado en Tarzán y El Zorro, este sería el prototipo del superhéroe que llegaría unos años más tarde: traje de chillones colores (violeta u rojo según los países), máscara para ocultar su identidad, proporciones físicas heroicas, slip por arriba de la calza y algún que otro ingrediente. Incluso Falk acusa dolido a los creadores de Batman de haberle robado su idea. En 1937 Harold Foster logra sacar su ya clásico de los clásicos Principe Valiente. Epílogo venturoso Así los comics demostraron una vez más que podían ser algo más que un objeto de ventas, que incluso podían superar el gran obstáculo que le representaba un pasado tan enorme en cuanto a calidad plástica y temática, y que los nuevos representantes del género estaban a la altura de las circunstancias y que incluso que podían llevarlo un paso más allá, al terreno de los adultos, incluso excluyendo a los niños de su disfrute. Lo que no está mal. Buenas noches. Opiná sobre este tema |
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