Reflexiones desde el sur por Daniela Pierotti Será que las efemérides de fin de año me remueven bastante desde el adentro hasta el afuera, será por eso digo, que este título suena un poco melangue... por no decir melancólico... Haciendo un recorrido, un repaso por este año en el sur del país, me cuesta escribir sin caer en redundancias. Desde Neuquén hasta Tierra del Fuego (del resto del país se encargaron los compañeros de equipo) la mano dura sigue siendo la metodología. La incesante lucha de los trabajadores de FASINPAT, o Zanón, que mientras se proponen y realizan pasos concretos en su construcción (como lo fue la inauguración de una Biblioteca dentro de la fábrica, entre otras cosas) siguen resistiendo las estrategias del gobierno entero, municipal, provincial y nacional, para su sofocamiento. La cooperativa tiene fecha límite de plazo, según un último fallo que lo adelanta un año, para este 2008. Y otra vez se empieza a trabajar desde adentro de la fábrica y desde afuera para frenar el desalojo y que no se repita la historia de otro éxito del sistema, que esta vez sumaría más de 500 trabajadores en la calle. Se empiezan a proponer salidas para que no se sienta que el poder te da un margen para que te creas que estás construyendo lo diferente y luego de un plumazo te aplasta. La gestión obrera está fortalecida, pero a la vez el replanteo de iniciativas y estrategias, en este camino que no ha sido corto ni fácil, lleva horas de discusión y pulseadas internas, desgaste y reactivación, implica contención humanitaria y la entrega desinteresada de la comunidad neuquina, que a la vez ha sufrido las divisiones casi lógicas diría yo, que generaron los conflictos laborales de este 2007. Nada fácil. Los piquetes desde marzo del sector docente y los reclamos desde salud pública, además del costo social que implicaron dejan un sabor amargo. No puedo decir como trasmitieron los medios: "dejan como saldo un muerto y el reclamo de justicia" porque sería decir nada, aunque parezca mucho y lo sea. La muerte de Fuentealba, el docente asesinado por la policía neuquina, es apenas una porción de un ovillo enorme. El colapso de los hospitales generado por la política de tercerización o privatización arrasadora en la gestión última de Sosbich dejó saldos de muerte más numerosos. El colapso de los pequeños productores también. La supuesta crisis energética que sirvió para vaciar los municipios y disimular el destino del dinero a la millonaria campaña del Movimiento Popular Neuquino y la Concertación K justificó también el despido de obreros de fábricas y el cierre de algunas de ellas en varios puntos de la provincia, como en el Parque Industrial de la localidad de Centenario, a media hora de la capital neuquina y en otras localidad del interior. La presión de YPF-Repsol sobre el gobierno entrante en Loma la Lata y la amenaza de despidos masivos, es un conflicto actual, reciente, que se suma a otros en la misma provincia. Si seguimos con la lista, los resultados electorales preocupan aún más. Y la conciencia de la mayoría de creer que otra versión del MPN, de la mano de Sapag, resuelve algunas cuestiones es como seguir insistiendo que la cuestión es administrativa en un lugar, como en todos, donde gobiernan las multinacionales del petróleo. En paralelo, los sectores gremiales demostraron la falta de compromiso y han reducido todo a una pulseada con el gobierno como si las condiciones de ambos lados fuera la misma. Es decir, se siguió confiando pareciera, desde los sectores sindicales, en un rol que el Estado ha dejado de ejercer hace años. La estructura se sostiene casi sola: mucha oferta laboral desde pocas firmas privadas, empresas petroleras que tienen cierto margen de vida útil porque han frenado las excavaciones y se han dedicado sólo a la extracción del gas, a modo de reservar petróleo para dentro de unos años (o sea que de emergencia energética nada). Siguiendo con este cóctel, la mano dura pega a todos los sectores en mayor o menor medida desde Neuquén hasta el Faro del Fin del Mundo y cada vez con más impunidad. El cruce hacia Río Negro o Chubut o más al sur, repite versiones similares. Sin embargo, desde los sectores más marginados, la construcción es diferente porque integra todos los aspectos y parte desde lo que considero el ojo de los intereses económicos: los recursos naturales. La lucha desde Esquel hacia todo el país por el NO A LA MINA, las experiencias comunitarias que ocupan tierras que acá sobran, pero que quedan en manos de capitales extranjeros o de los municipios que las venden a firmas extranjeras con los recursos más codiciados, la articulación a través de radios y medios comunitarios y su participación comprometida en la resistencia a las usurpaciones, la denuncia constante de desalojos, de persecución armada con procedimientos ilegales a los que participan de movidas por la tierra y contra la propiedad privada, todas las formas alternativas de organización que rompen con las fronteras provinciales y que abordan la defensa de los recursos desde lo regional, desde lo patagónico y coordinan con el resto del país, están en la mira del aparato represivo, como siempre pero más que nunca. Esta persecución política, a medida que los grupos se reafirman en su proceso de lucha, se recrudece, ahora de la mano de la aplicación de la ley antiterrorista aprobada también en nuestro país. Técnicas que han tenido ensayos y perfeccionamiento desde la instauración de la democracia en nuestro país, se empiezan a implementar cotidianamente, en la cordillera, en las chacras, en la ciudad, en las extensiones del sur. El sur es también, y me atrevo a decir: sobre todo, uno de los nudos más importantes de Latinoamérica de la desaparición de personas para la introducción en la mafia de la trata y del narcotráfico. El secuestro y desaparición de mujeres en los miles de pueblos del sur es tema de conversación cotidiana y de silencio temeroso. Silencio porque los responsables se conocen y a pesar de las denuncias siguen ejerciendo sus funciones oficiales. Silencio porque en un cruce de peaje te pueden "apretar" o "borrar", o en un taxi, o camino a tu casa. Silencio porque sos una posible víctima de la trata, que no es una abstracción sino una forma de operar con nombres propios identificables. Los casos de desaparición forzada que han salido a la prensa han caído también en la lista de numeraciones, aunque los familiares y activistas no dejen de denunciar, investigar, reabrir causas y de hacernos recordar con escraches, murales y marchas que todo está en foja cero. A un año y dos meses de la desaparición de Otoño Uriarte, en Fernández Oro, un pueblo cercano a Cipolletti, que cumple con todas las características de los lugares de desaparición sistemática y tráfico de mujeres (como San Benito en Entre Ríos, como Las Termas de Río Hondo en Sgo. del Estero, como Tucumán, etc), a un año y dos meses está todo por hacerse y revisarse debido a las irregularidades que los entes policiales y judiciales se encargaron de realizar para asegurar el ocultamiento de las vías y de los involucrados en este crímen, a pesar de las apelaciones y reclamos de la familia Uriarte. La Asociación Otoño sigue en su intento por reunir información y generar un espacio de apoyo en los casos que siguieron sucediendo de desaparición en el sur, que no están desvinculados de los del norte, este u oeste del país. No es menor que este grupo haya trascendido la búsqueda individual y que funcione como un centro de consulta que ha empezado a funcionar eficientemente a pesar de su dolor. Por todo esto mencionaba al principio lo de las reiteraciones, cada párrafo tiene que ver con otros informes que escribí en este año... y sin novedad... Desde este lugar, igual voy a levantar mi jarrita este fin de año por el grupo de amigos de El Mango del Hacha, que es un abrazo y que es un megáfono hecho con pedacitos de aguante por el que se sigue diciendo lo que hace falta escuchar... se sigue diciendo la verdad de la milanesa que está en la realidad del que hoy es mayoría, del que la pelea hasta para ir a tomarse un bondi para visitar a un amigo en navidad (qué caro está el transporte acá!!!!). Cerraría con: Besos. Dani. (puedo?) Opiná sobre este tema |
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