Reportaje a Atilio Borón

"El objetivo de las bases es el control territorial"

por Miguel Espinaco

Atilio Borón es quizás, uno de los sociólogos y politólogos más conocido en América Latina. Es Profesor en la Universidad de Buenos Aires desde 1986, es investigador del CONICET y ha escrito varios libros y una gran cantidad de artículos.

Estuvo en un Santa Fe participando del IX Congreso Nacional de Ciencia Política convocado por la Sociedad Argentina de Análisis Político, la Universidad Nacional del Litoral y por la Universidad Católica de Santa Fe, aprovechó para realizar también una charla en el marco del Ciclo de Formación para Docentes de Universidades Nacionales organizado por la UNL y por ADUL, y tuvo la amabilidad de atendernos para esta entrevista que le realizamos a minutos de que dejara la ciudad.

Había que ser breve, así que acordamos enfocar la entrevista en un solo tema, y elegimos la cuestión que viene impactando más fuertemente a la realidad latinoamericana por estos días: la instalación de bases norteamericanas en Colombia.

MdH: La ministra de Defensa de Argentina, Nilda Garré, dijo el viernes que la instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia "ha generado inquietud", Lula habla por teléfono con Obama.  ¿Por qué a pesar de este cambio de cara en el imperio está pasando esto, estamos de nuevo discutiendo el tema bases militares norteamericanas en Latinoamérica?

AB: Esto es algo que de manera muy clara lo ha planteado Fidel Castro.  Recordarás que yo en marzo tuve una entrevista con él que después medio volqué en un libro muy reciente que se llama Crisis civilizatoria y agonía del capitalismo, y ahí Fidel lo que plantea es que, en realidad, Obama, más allá de sus intenciones, es el jefe del imperio, por lo tanto tiene que ejecutar las políticas que los grupos dominantes del imperio deciden.  Más allá de que Obama pueda estar en contra de las bases, que sea un hombre que no le gusta la militarización de la política y cosas por el estilo, lo cierto es que él está ahí cumpliendo un papel, el de administrar un imperio que si bien está en decadencia en el sentido económico y político, porque no puede suscitar la obediencia que lograba anteriormente, lo cierto es que las grandes líneas directrices de funcionamiento del imperio no pueden ser violadas y por eso él está respaldando esta insólita decisión de instalar siete nuevas bases militares, en reemplazo de la base de Manta que estaba en Ecuador y que tuvieron que levantarla.

MdH: Ayer leía que Lula parece empezar a querer creer que el imperio tiene la única intención de su declarada lucha contra el narcoterrorismo.  Pero evidentemente hay otras cuestiones dando vueltas. La necesidad del imperio de poner bases en Colombia y reemplazar la base en Ecuador, tiene que ver con el tema recursos naturales… ¿Cómo tiene que enfrentar esto Latinoamérica desde tu perspectiva?

AB: Yo creo que tiene que plantearse muy firmemente, porque fijate que América Latina, el hecho de tener todas estas bases militares, que hay que sumar a las que ya tienen, las bases por ejemplo en Paraguay, hay dos bases muy importantes en Paraguay, son Estigarribia y Pedro Juan Caballero, son dos superbases militares que no están todavía funcionando a pleno, pero lo van a hacer.  Sumale las siete de Colombia, dos bases grandes en Centroamérica, una en El Salvador y otra la base Soto Cano en Honduras, que fue donde lo detuvieron a Zelaya, sumale  las dos bases que están a pocos kilómetros del litoral marítimo venezolano, sumale la cuarta flota, entonces la única conclusión de todo esto es que el continente está rodeado, sitiado, rodeado de bases militares desde el Caribe y Centroamérica hasta Suramérica, y la idea de combatir el narcotráfico es un cuento, hay una carta muy linda, imaginaria, de un diálogo imaginario de Pérez Esquivel y Barack Obama, en donde le dice Obama, la excusa del narcotráfico para instalar las bases no te las creés ni vos, no se las cree nadie.  Pérez Esquivel dice esto porque él sabe, como yo, como la gente que ha estudiado el tema, que no hay ninguna posibilidad de que apelando a bases militares, puedas combatir el narcotráfico.  El narcotráfico es un problema que se combate de otra manera, no se combate con tanques, con aviones Hércules, con aviones caza.  Digo: la estrategia y los implementos de lucha son diferentes.  El objetivo es prepararse para el control territorial, teniendo en cuenta que dentro de diez, quince años, vamos a tener situaciones muy graves en materia de disponibilidad de petróleo, de gas, de agua potable, de biodiversidad, y que eso es una zona riquísima en todos sus componentes.  Y Estados Unidos ya está preparado ahí, tiene todo listo para ejercer el control efectivo de la zona, más allá de que Lula o Uribe o Alan García o quien sea, proclamen la soberanía sobre la cuenca amazónica, la cuenca amazónica va a ser de aquel que tenga condiciones tecnológicas para apropiarse de sus recursos y Estados Unidos está apostando bases militares en toda esa región, para sostener sus demandas de apropiación, que en ese momento va a llevar adelante, eso es todo.

MdH: En ese marco, una perspectiva de diez o quince años con enfrentamientos o presiones por el tema de los recursos naturales, no es exagerado entonces, hablar como Chávez de vientos de guerra?

AB: No para nada, todo lo contrario.  Chávez es un militar y un militar muy bien formado y sabe muy bien lo que habla, por eso él está hablando de vientos de guerra.  Pero, decime una cosa: si una potencia decide instalar todas estas bases en América Latina, ¿no es razonable inferir de ahí que en algún momento esas fuerzas militares van a ser puestas en funcionamiento?  Es absurdo.  Fijate que Estados Unidos, si dejás de lado lo que tiene en América Latina, cuando sumás todas las bases y misiones militares, que son los diferentes niveles de presencia militar en los demás países, cuando vos sumás todo eso según los informes oficiales del Departamento de Estado, resulta que Estados Unidos tiene 872 bases y misiones militares en más de 100 países del planeta.  Entonces, alguien puede convencerme a mí de que una potencia va a hacer tal despliegue de recursos, movilizar 190.000 tropas, personal de guerra aparte de administradores civiles en esas 872 bases para no utilizarlas nunca? ¿para nunca disparar un tiro?  ¿Sabés lo que cuesta por año mantener esas bases, 250.000 millones de dólares, todo eso se va a hacer a cambio de nada?  Digo: es absurdo.  Por eso Chávez dice lo de vientos de guerra, porque Estados Unidos hace, suponete 25 años, 30 años, finales de la década del 70, prácticamente no tenía bases militares en América Latina, en Suramérica no tenía ninguna.  Y en este momento tenés 7 en Colombia, 2 en Paraguay, 2 en Centroamérica, 3 en el Caribe, ha habido una expansión, una militarización impresionante de la política exterior norteamericana y eso es una amenaza a la seguridad de nuestros países y es claramente un indicio de una guerra que se nos aproxima, o violentos enfrentamientos que se nos aproximan, porque si vos tenés bases militares, es evidente que en algún momento vas a tener la tentación de utilizar los enormes recursos militares que tenés en la zona.

MdH: Una última pregunta: este problema de la perspectiva de enfrentamientos militares con el imperialismo ¿cómo crees que se pueden enfrentar?  Porque no es sólo un problema para las fuerzas militares latinoamericanas sino para cualquier fuerza militar del mundo, enfrentar al monstruo norteamericano ¿Vos ves una perspectiva dentro de Norteamérica?  Obama no se si es diferente de Bush, pero Obama, ¿expresa por lo menos una corriente política diferente con la cual en el futuro se pueda discutir una opción que no sea el enfrentamiento militar?

AB: Yo creo que ahí hay que hacer una distinción muy importante entre lo que es el gobierno permanente de Estados Unidos y los gobiernos transitorios.  El gobierno permanente está formado por lo que Eisenhower en su momento llamó el complejo militar industrial, que significa un conglomerado de grandes empresas norteamericanas de alcance transnacional, fuertemente dependiente de los gastos militares y de los presupuestos del Departamento de Defensa y que por lo tanto necesitan que haya guerra para que sus negocios prosperen.  Todas esas empresas que fabrican radares, bombas inteligentes, aviones cazas supersónicos, para ellos es fundamental que haya guerra o clima de guerra, es la base de sus negocios.  Si el mundo está en la más absoluta paz, esa gente no vende un tornillo.  Tenés luego toda una diferencia burocrática en los estados norteamericanos, que ha hecho su carrera en parte a partir de favores y dispensas y concesiones a estas empresas y que está arraigada profundamente en los puestos permanentes de la administración pública norteamericana. Tenés una dirigencia política que está prácticamente subsidiada en su carrera política por estos grandes lobbies, vos no podés hacer carrera en Estados Unidos si no tenés muchísimo dinero, ese muchísimo dinero te lo dan los sectores que tienen ese dinero, que son este conglomerado de empresas, y por lo tanto cuando vos podés llegar al poder o creés que llegaste al poder, en realidad estás en la Casa Blanca, empezás a tocar botones y resulta que los mandos no responden porque hay otro gobierno, que es el que decide qué es lo que se hace.  Fijate que cuando algún gobernante trató de torcer este rumbo, por ejemplo en el caso de John Kennedy, cuando se dio cuenta después del fracaso de la invasión en Bahía Cochinos de que tenía que cambiar la política hacia Cuba, lo mataron y punto.  Y las amenazas que ya tiene Obama son enormes, que lo van a matar, etcétera.  O sea el tipo, o tiene que obedecer o simplemente corre el riesgo de que lo eliminen.  Entonces me parece a mí que más allá de las buenas intenciones de Obama…. que no dudo que las tenga.  Te pongo otro ejemplo:  el presidente James Carter es una honestísima persona, Fidel mismo lo ha dicho, lo ha recibido varias veces, a mí me lo ha dicho, es un hombre de bien, un hombre preocupado por la paz, por los valores morales más elevados del espíritu, etcétera.  Pobre Carter le pasaron por encima, la CIA le hizo operaciones en contra de la embajada norteamericana, fraguaron un atentado para crear un clima de indignación en la opinión pública y detrás de eso, eso pocos meses antes de las elecciones, y detrás de él vino nada menos que Ronald Reagan.  O sea que en ese sentido, salvo que construya un enorme movimiento social y político, que por ahora no lo ha hecho, no va a tener fuerza para oponerse a los designios de este gobierno permanente de los Estados Unidos que quiere la guerra, que aprovecha la guerra y que vive de la guerra.


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Fidel plantea que Obama, más allá de sus intenciones, es el jefe del imperio y tiene que ejecutar las políticas que los grupos dominantes del imperio deciden.
La idea de combatir el narcotráfico es un cuento, no hay ninguna posibilidad de que apelando a bases militares puedas combatir el narcotráfico.
La cuenca amazónica va a ser del que tenga condiciones tecnológicas para apropiarse de sus recursos y Estados Unidos está apostando bases militares para sostener sus demandas de apropiación, eso es todo.
Si una potencia decide instalar todas estas bases en América Latina, ¿no es razonable inferir de ahí que en algún momento esas fuerzas militares van a ser puestas en funcionamiento?
7 bases en Colombia, 2 en Paraguay, 2 en Centroamérica, 3 en el Caribe. Ha habido una expansión, una militarización impresionante de la política exterior norteamericana.
Todas esas empresas que fabrican radares, bombas inteligentes, aviones cazas supersónicos, para ellos es fundamental que haya guerra o clima de guerra, es la base de sus negocios.
Salvo que construya un enorme movimiento social y político, que por ahora no lo ha hecho, no va a tener fuerza para oponerse al gobierno permanente de los Estados Unidos que quiere la guerra.
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