Tips de autoayuda Este Maestro no es lo más, no es un capo, no es un sabio: la verdad sea dicha, este Maestro ni siquiera es. Ocurre que sabemos que mucha gente anda por la red llena de preguntas y nos da no se qué no probar algunas respuestas. Acá van los consejos que inauguran nuestro programa de radio de cada sábado. Veintisiete por Maytland Goyeneche El discípulo avanzado sacó punta al lápiz y se enfrentó a la hoja en blanco. Intentó unos garabatos y guardó el cuaderno. Se sentó frente a la computadora, abrió el Word y sus dedos se pasearon sobre el teclado sin atinar a presionar ninguna tecla. Se levantó y se dirigió hacia el caballete que tenía una tela preparada. Tomó el pincel y la paleta de colores, probó unos colores y los dejó sobre la banqueta. Levantó la tapa del piano, ensayó una escala pentatónica y la bajó se nuevo. Finalmente tomó su celular y escribió el mensaje con cierta pena:. - Maestro… ¿porqué no se me ocurre nada? En menos de lo que tarda un gallo apurado en cantar un mensaje de texto proveniente del iluminado maestro ingresó al celular: - De entre una amplia gama de posibilidades podríamos considerar
El discípulo avanzado decidió que la opción e le era la más grata, apagó el celular y, lentamente, comenzó a desvanecerse en el aire. Veintiocho por Miguel Espinaco Te tratan mal. El mensaje llamó la atención del Maestro porque no era una pregunta sino una afirmación. Entre la montaña de interrogantes menores que referían a mal de amores, que pedían consejos sobre recurrentes peleas con la suegra y que preguntaban sobre los diversos modos de reprimir las ganas de asesinar a un jefe, la breve aseveración no podía menos que sorprenderlo. Te tratan mal. El Maestro leyó y releyó como si esperara encontrar un subtexto escondido en el mensaje taxativo e impenetrable. Probó. - No es cierto que alcance con poner la otra mejilla, también hay que hacer un esfuerzo por comprender el golpe, por entender los millones de gestos y de palabras que se esconden en el golpe. Miró el mensaje en la pantalla del teléfono, las letras negras parpadeando sobre el fondo blanco no decían lo que él quería escuchar, ni hablaban del modo en que él quería gritar. Recordó: te tratan mal. Eso era lo que había escrito el discípulo. De atrás para adelante, letra por letra como se hace en los celulares, borró el mensaje y probó de nuevo. - No saben y es por eso, y creen que así son como dioses capaces de agitar el rayo, que así son como jueces que cuentan con la vehemencia del castigo, como amos arbitrarios que pueden hacerte a un lado como a chiripá pa mear. El Maestro volvió a mirar el texto que había escrito y ahora notó, incomodo que el pulgar le temblaba mientras lo volvía a borrar letra por letra, y entonces volvió a escribir ahora más rápido, más convencido, más seguro: - Viste? Dan ganas de agarrarlos a trompadas - escribió Y esta vez sí mandó el mensaje. Veintinueve por Adrián Alvarado El correo venía a nombre de un desconocido y así decía: “El niño interpela a su padre, Oye tú, padre mío que has sabido mantenerme hasta ahora en este hogar con las comodidades básicas más un plus que no he pedido pero de alguna forma creíste que merecía, hablo de la play y la pelota y la oportuna bici y la onda que le ponés a tu vuelta del trabajo, pregunto, y supongo sabrás contestarme con la sabiduría que espero de ti y no con tonterías para niños de pocas luces, recuerda que ya tengo diez años y estoy formándome como persona, de la consistencia de tu respuesta depende uno de los pilares más importantes del edificio que represento metafóricamente hablando, ahí va, dos puntos: ¿Porqué hay padres que abandonan a sus hijos? El padre se quedó mirando a su hijo tratando de disimular el desconcierto y solo atinó a decir, ¿Tengo tiempo de elaborar una respuesta escrita?, el niño esperaba una réplica inmediata pero como respeta a su progenitor le dice sin dejar de mirarlo a los ojos, un día, hasta mañana tienes tiempo de responder”. Hasta mañana me dijo maestro, tengo hasta mañana para elaborar una respuesta decente, mi hijo cree todavía que soy un hombre sabio y no quiero desilusionarlo tan rápido, necesito su ayuda y no dude que será recompensado generosamente. El maestro recordó su propia experiencia como hijo en forma de video clip, solía hacerlo una vez por semana como ejercicio, así fue puliendo las asperezas de una infancia en la casa cuna, el mismo maestro había sido abandonado por sus padres pero a esta altura del partido ya sus resentimientos descansaban en paz, contestó el correo sin dudarlo, Los padres que abandonan a sus hijos lo hacen porque no los quieren, si a tu hijo se le ocurre preguntarte porqué respóndele que no lo sabes porque tu sí lo quieres entonces abrázalo y recuerda que todo lo que hacemos y dejamos de hacer es por que sí, no hay un plan, el destino es un invento de las instituciones. Treinta por Maytland Goyeneche El discípulo escribe en su teléfono celular con prisa, pero sin abreviar palabras, sin errores de ortografía, respetando las tildes y las construcciones gramaticales, sin repetirse y sin hacer mal uso de los signos gráficos de la escritura. Esto quizás debido a una estructura muy sólida en la formación básica del discípulo. - Maestro, ¿cree usted que será posible conseguir la fórmula para convertir los metales imperfectos en metales perfectos? - Querido alumno, nada es imposible si hay suficiente voluntad para lograrlo. Las uvas de la zorra están verdes solo cuando la zorra se da por vencida. Recuerda la máxima del poeta: no sabía que era imposible, por eso lo hice. El discípulo esta vez respondió con mucha más prisa que antes, pero con la misma rectitud a la hora de teclear sobre su celular. - Querido maestro, escribió- me extraña mucho compadre que se ande citando frases de cuarta robadas de correos basura que andan circulando por internét. La verdad es que esperaba de usted algo más esclarecedor, en el peor de los casos, más enigmático. Nunca habría sospechado que un maestro de tan probada iluminación fuera a caer tan bajo. Ruégole que a partir de ahora tenga a bien borrarme de su existencia. Muchas gracias. Cinco minutos más tarde el ex-discípulo escuchaba el ring ton de Claudio María Domínguez que le anunciaba los mensajes entrantes del maestro. Esto le llamó la atención porque había borrado la información del contacto de su ex-maestro. El mensaje decía: - Hasta aquí hemos aprendido que todas las cosas tienden a superarse hasta alcanzar la perfección. Lo que también implica que en otras ocasiones las mismas cosas retrocedan hasta alcanzar la impureza máxima. No fue este el caso, sino que solo se trataba de ponerte a prueba para ver si eras merecedor de la confianza de ser mi discípulo, querido discípulo. Evidentemente has superado la prueba, y es mi deber felicitarte por la agudeza de tu s observaciones ante un mensaje tan tarado. Y ante la pregunta de los metales te digo: ¿crees tú que será posible conseguir la fórmula para convertir los billetes de 10 pesos en billetes de 50 pesos? Opiná sobre este tema |
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