LA isla a mediodia
por Natalia M. Picciola Marozzi
Desde el avión con indicaciones en Ruso de Cubana de aviación, no dejaba de mirar por la ventanilla del avión con expectativas por la aparición de esta famosa parte de la tierra. Chistoso resulta entonces cuando varias veces una pequeña isla me emociona... tomo la foto, pero en seguida de nuevo el oceano. Una de las tantas islitas del caribe...no LA isla. Uno de los primeros prejuicios que lleve a Cuba, fue uno relacionado con su tamaño. Resulta ser que LA isla no era tan pequeña como la señalaba la geografía de mis sueños, sino extensa en su territorio y complejidad.
Superada la ansiedad de pisar suelo cubano, me reciben estrictos controles migratorios...me retienen dos veces y me preguntan de diferentes formas la misma cosa: por qué visitaba el pais, a dónde iba a quedarme y por cuanto tiempo. Superada la prueba, unas cervezas de nombres extraños... y un grupo de intelectuales que no pararon de hablar hasta las 5 de la mañana. Ron y tequila en la mesa... dos formas de ver el mundo se debatían. Aprendí mucho de esta platica, una de las más profundas que, sin saberlo, iba a encontrar a lo largo del viaje. Desde su experiencia de juventud plena en la Revolución, como dirigentes estudiantiles y altos mandos de la Juventud Comunista....estos profesionales exponen posturas parciales e imparciales. Todos dicen estar a favor del régimen de Fidel Castro y apoyar la revolución y es desde allí que emiten sus opiniones diversas. Son capaces de analizar su historia, recuperando los impactos de la historia mundial en su constitución... pero se vuelve una tarea dura y obvia- ahora que lo pienso- el explicarles las morbosas dimensiones de las vidas en el otro lado del mundo.
Es en esta conversación que la tan mentada frase que reza la posibilidad de “cambiar las cosas desde adentro” cobra una nueva dimensión. De fragil coartada en el capitalismo, para los cubanos se trata de cambiar todo lo que deba ser cambiado... dentro de una revolución que siguen construyendo. Mi conclusión: son hijos de la revolución y es por eso que se sienten sujetos hacedores de su historia. La misma profundidad de análisis de su situación la encuentro en cada uno de los actores con los que me pongo en contacto. Hombres, mujeres, ancianos, profesionales y no profesionales, maestras y campesinos, todos y cada uno suma su perspectiva histórica y fundada sobre los alcances de la revolución: su pasado, su presente y su futuro.
La conversación con una niña o con un adulto mayor comienzan con la siguiente pregunta que me impacta: ¿estudias o trabajas? Y entonces dudo en responder... y me acuerdo de mi patria, la latinoamérica en la que , con suerte, unos poco hacemos ambas. Los cubanos hablan de entrega de lo poco que tienen como principio, y el sacrificio cercano a los principios se vuelve carne, natural forma de estar viviendo ¿o sobreviviendo? ¿no es este el estado del resto de los latinos?.
De regreso, el avión estuvo sobrevendido...por lo que un no muy amable cubano me invitó a mi y a un grupo de pinches extrañjeros a pasar unas cuantas horas en hotel de 10 estrellas en la costa de Habana. Curiosa estadía de readaptación, para evitar el fuerte impacto de pasar de un mundo a otro.... no tan dificil regresar de esta curiosa forma a los lujos del capital. De repente, el acceso a todo el papel higiénico que se te de la gana...mientras el pueblo cubano se limpia el culo con el Granma; eso si: despues de haberlo leido cuidadosamente. Las dos cubas y el capitalismo. Hambre para muchos, hoteles para pocos..... casi lo olvido.
Arribando a Cancún – playas del imperio en las que el 100 % de los caminantes habla en inglés-, cuento 20 segundos hasta encontrar una publicidad de Coca- Cola y vuelvo a percibir cómo el cartel más grande, vende más. Los carteles más grandes en Cuba son aquellos que comienzan diceindo: “Revolución es:”.... y por kilómetros de ruta van soltando palabras ondas y fuertes.
Y si, el socialismo se ve igual al capitalismo desde el aire...eso puedo decirlo...pero de cerca es dificil confundirse. El capitalismo nos dibuja la distribución desigual de la riqueza...y el socialismo pinta, por ahora, la igual distribución de la pobreza. Y es que una verdad puede ser master en vanalidad cuando de lo que se trata es de tener libre acceso a un celular o a navegar la web. Una cosa es cierta: en esta tierra, Patria o muerte no es una pregunta.
“Los pueblos han de vivir criticándose, porque la critica es salud” dice Martí en Nuestra América y yo levanto mi vista de la lectura, pensando que esto dice mucho de mi visita a LA isla. Y es que en seguida agrega: “pero con una solo pecho y una sola mente. ¡Bajarse hasta los infelices y alcanzarlos en los brazos! ¡Con el fuego del corazón deshelar la América coagulada!”. Fin o nuevo principio del viaje, agradecida por el calor de un pueblo que aviva las llamas de un solo corazón y una sola mente, la de América libre.
