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Bandeja de entrada

Generalizaciones

    En su nota del número anterior, Laureano utiliza el recurso de "generalización falsa" consistente en tomar un dato parcial de la realidad y pretender universalizarlo convirtiéndolo en válido para todos, cuando sólo se está describiendo un sector de dicha realidad. Este recurso se utiliza para privilegiar los intereses de determinados sectores y aumentar su poder.
    Por ejemplo cuando se dice "la alianza de la cruz y la espada fue solo transitoria", debemos recordar que el catolicismo llegó al continente a bordo de las naves del conquistador español, con soldados, tomando posesión de las tierras junto al poder militar y político en nombre de Dios. 500 años después alguien dijo: "dos instituciones fundamentales de la patria están siendo atacadas, las fuerzas armadas y la iglesia. Sin fuerzas armadas no hay patria, y sin Iglesia, sin Cristo presente en medio de ella tampoco puede haber patria. Hay una campaña muy grande de desprestigio contra ambas instituciones, incluso, cuando so pretexto de justicia se está persiguiendo la venganza o el desprestigio", palabras pronunciadas el 3/5/86 durante la misa de FAMUS por el presbítero Raúl Beltrán en presencia de Benjamín Menéndez.
    La promiscuidad de la alta jerarquía eclesiástica con el establishment castrense se inició antes del 76 y siguió después del 83. Recordemos la bendición de las armas en Tucumán que en el 75 realizó Pío Laghi con estas siniestras palabras: "es la hora de Armagedón, un torneo definitivo entre las fuerzas del bien y el reino de las tinieblas. La efusión de la sangre del enemigo pasa a ser cifra tortuosa de la rendición, torturar es un generoso acto de servicio".
    Las evidencias de omisión, encubrimiento y complicidad, donde se legitima éticamente el plan criminal son abrumadoras y todas ellas están documentadas. Basta como dato saber que de 80 prelados sólo 4 denunciaron violaciones sobre los derechos humanos ,y tenés razón, Laureano, entre ellos Angelelli. La Iglesia compartió con las fuerzas armadas una posición política y social de país, no sólo optó por legitimarlo, sino que permitió que el brazo secular depurara la misma institución eclesiástica de su heterodoxia "tercermundista". No olvidemos las condenas del Vaticano a Leonardo Boff, en quien se pretendió sancionar el compromiso social asumido en la Iglesia de Brasil. Tampoco olvidemos al Cardenal Primatesta y al Nuncio Calabresi, intercediendo ante el Vicepresidente Víctor Martínez para que Alfonsín obtuviera el punto final sobre las investigaciones de "la guerra sucia", según ellos.
    Leprosarios, comedores, "pobreza digna", falsas acusaciones, sí es verdad no tiene sentido responder.
De todo lo expuesto por vos en tu nota, el lugar que ocupan la víctima y el victimario con respecto al derecho a la vida es muy coherente.

Alejandra

M. del H.:

La iglesia se ha convertido, evidentemente, en el best seller de esta bandeja de entrada.
Ahí nomás viene otra.



A dios lo que es de dios ¿y al César?

Hola, amigos:
                 En el final de la nota reproducen dichos de alguien que dijo que, después de todo, la vieja era admirable porque se deslomaba por los pobres. Ni siquiera eso era cierto. Básicamente lo que la vieja tenía allá en Calcuta era un moritorio; es decir un lugar en el que los pobres morían bajo techo, cosa de que no muriesen a la intemperie. Lo demás eran oraciones, algún pase mágico, alguna palmada de consuelo y toda esa cháchara del cielo y del purgatorio. Seguramente les debe haber dicho a los moribundos que entrar en el purgatorio es como prenderse al furgón de cola de un tren. Algún día esa persona terminaría en el cielo, o sea en primera clase. La cuestión era no caer en el hoyo, es decir, en el infierno. Quizá a alguna gente esta conducta de doña Agnes le resulte admirable. ¡San Jesús bendito!, como decía una tía mía, ¡qué degeneramiento de valores!

Un cordial saludo.
César Dávila

M. del H.:

Sabés qué? Mi tía decía lo mismo. Che César, no seremos parientes, no?



500 kilogramos de intolerancia y dogmatismo

Sr. Director:
Así y no de otra manera debería calificarse el pensamiento del Sr. Botta, el Sr. Laureano y el suyo propio. Pero para no extenderme teniendo en cuenta las restricciones que Ud. pone a la libre expresión, empezaré por el Sr. Botta.
Ud. Botta pertenece, sin dudas, al irreflexivo, dogmático e intolerante sector de la "izquierda" que no percibe que en el mundo todo ha cambiado. Ud., como Laureano también (aunque desde el idealismo) rehuye el debate franco de ideas para refugiarse en el recurso de la amenaza. Mientras Laureano se "victimiza" y amenaza con el "infierno" (cómo es la vida hoy?), Ud. se lamenta que 500 kg de mampostería no hayan roto mi cabeza. El mismo recurso para -supuestamente- dos visiones diferentes. ¿Pero lo son en realidad? Ud. Botta olvida millones de muertos del "socialismo" ruso así como Laureano olvida (así, al pasar) los millones de muertos digitados por la Iglesia (o la Santa Inquisición, la Dictadura militar y tantas otras más dignifican el cristianismo?).
Dése cuenta Sr. Botta, que cuando cayó el muro no solo es que "nada" golpeó mi cabeza sino que -a pesar de Ud. no darse por enterado- los restos sepultaron su ideología perimida, irreflexiva, intolerante y pacata.
En cuanto al Sr. Director, quiero decirle que el título le queda demasiado grande. Alguien que pretenda llevar adelante una experiencia periodística como la suya debería ejercer la tolerancia, la objetividad y el respeto que -por lo menos- sus lectores merecen. Si a Ud. le parece que hacer un chascarrillo de algo tan vital como la defensa de nuestro rico idioma es "inteligente", no demuestra -en realidad - otra cosa que Ud. es, en realidad, bastante tonto.
Respetuosos saludos.

Abigaíl Montoya

M. del H.:

Lamento informaros, Abigail, que este heraldo carente de pliegos no posee director capaz de calzar el sayo que vos le endilgais. El chascarrillo de marras quiso ser apenas una sutil chanza dedicada a haceros ver que el idioma que vos defendeis con ahínco, está destinado a sufrir la misma suerte que el arameo y el latín. Los demás corresponsales que nombrás, suponemos, habrán tomado nota de vuestras críticas. Gracias por escribir.



"Muchas veces hacemos daño a gente sin motivo, cuando lo único que trata es de animarnos y de que veamos la vida de mejor manera". Beata Teresa de Calcuta

Pisadas en la arena

Sr. Director:

    He sentido honda pena al leer el artículo "Agnes de Dios" en el último número de la revista. Allí ha quedado claro que su autor vierte opiniones en temas que desconoce ampliamente, deforma datos deliberadamente o realiza asociaciones sin sentido. Escribo entonces, no por opinar diferente sino por no aceptar falsedades.
    La Iglesia tiene aciertos y errores. Son interesantes las críticas en ambos casos pero he notado que en esta revista ven todo como malo, según ustedes no hay nada bueno. El mencionado artículo lleva esto a un extremo. Deformando hechos e ideas esto fue sencillo para Javier Gonzalez. Lamentable.
    Utilizar un artículo sobre una vida maravillosa, una entrega total a los marginados, a los rechazados del sistema, los indefensos, llevando a la práctica todas las enseñanzas del Evangelio (y del Magisterio de la Iglesia) para realizar una crítica despiadada a la Iglesia Católica me ha parecido lamentable.
    Ni siquiera en los aciertos nos reconocen.
    No tenía bienes, sólo lo que vestía, no se la puede acusar de influir en los poderosos o de querer ser uno de ellos, entonces ¿por que semejante crítica?
    ¿Es culpable la Madre Teresa porque le otorgan un premio al igual que a personajes discutibles? Eso no empaña en nada su obra. Inclusive no asistió a la entrega y el dinero lo utilizó en un 100% para obras de caridad: no se quedó con un sólo dólar.
    El autor de dicho artículo desconoce que es una beatificación, deforma los hechos sobre la beatificación de la Madre Teresa, sobre los objetivos del Opus Dei, sobre los objetivos del Papa en promover canonizaciones y beatificaciones. Realiza análisis numéricos absurdos donde su ignorancia sobre el tema es más evidente aún.
    Cita a Vattimo y Ferrari, que desconocen claramente las opiniones de la Iglesia en los temas que enuncian.
    Luego no identifica una cita bastante dudosa. La idea de Escrivá cuando funda el Opus Dei era muy diferente a la que se enuncia. Criticarlo a él por actos que realizan hoy alguno de sus miembros es como acusar a Bartolomé Mitre por algún artículo actual de un periodista de La Nación. Absurdo.
    El "circo romano", en otro ámbito hubiese sido "una fiesta". Y aunque personalmente esos "rituales" poco me importan, es una muestra de la intencionalidad que se persigue en la deformación de los hechos.
    La idea de "Memorias apócrifas de Polino" es patética en el contexto en que se utiliza. ¿Es culpable Teresa porque existen tantos pobres? Acuse de ello a quien debe "cambiar la rueda". Ella sólo podía "poner parches". Usted, posiblemente sin poner ninguno, la critica.
    La mayoría del periodismo opina sobre temas que desconoce, lamento profundamente que ello ocurra también en esta revista. Pero leyendo su opinión, Sr. Director, en dicha nota, no me asombra que esto ocurra.

Atentamente
Laureano

M. del H.:

"Falsedades" decís, pero después no probás ninguna, ni aclarás cual sería la verdad opuesta a estas mentiras (porque falsedades quiere decir mentiras, no?). Ese, Laureano, no es un buen método de discusión.
Como nos sentimos un poco molestos, nos tomaremos el trabajo de aclararte in extenso el único punto aclarable de tu carta (obviamente, nos es imposible debatir sobre la presunta "deformación de los hechos" que resulta de la comparación entre lo que dijimos y lo que vos quisieras que hubiéramos dicho) el que refiere a la cita sobre Escrivá que tildás de "bastante dudosa". Dicha cita, fue tomada de la página 234 de la "Historia del siglo XX" tomo I (1900-1942) de la Editorial Oceano, que fue preparada bajo la dirección general de José Antonio Vidal y que contó con el aporte de historiadores de Universidad Carlos III de Madrid, de la Universidad de Extremadura y de la Universidad de Santiago de Compostela entre otras tantas. Si esta cita no te resultara suficiente, podríamos apelar todavía a los dichos de Amadeo de Fuenmayor en el Congreso Nacional de Perfección y Apostolado del Opus Dei - si sos conocedor del Opus Dei sabrás de él - quien señaló que "el primero de los principales fines apostólicos de los institutos seculares es un apostolado de penetración social, intelectual, etc., en la sociedad civil, que busca llevar el espíritu cristiano a todas las actividades públicas, estatales o no estatales" (Actas, 1204, citado por Joan Estruch).
Y ya que estamos con la citas, encontramos una del mismísimo Escrivá de Balaguer que se ajusta a tu carta como anillo al dedo: "dices una verdad a medias, con tantas posibles interpretaciones, que puede calificarse de... mentira" (Surco, n°. 602).
Un abrazo.


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