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Reportaje a Héctor Ruggier, Psicólogo clínico y Psicólogo social de Rosario

"El Estado necesita jugar para que no confluya la protesta por la inseguridad con la protesta por la desocupación."

Por Javier González y Enzo Vicentín

     El Lole lo dijo primero que nadie: "acá se van a necesitar muchos psicólogos". Pero claro, el ex-gobernador de ojos azules lo decía con otro sentido, pensando en voz alta los pasos necesarios para que el Estado pudiera seguir controlando la situación, fragmentando y dividiendo, intentando que "se volviera a la normalidad cuanto antes". Para esto contó con el inestimable apoyo del Colegio de Psicólogos de Santa Fe que hasta hoy sigue colaborando con el gobierno. Otros profesionales, en cambio, se posicionaron desde una mirada crítica y del lado de las víctimas. Héctor Ruggier es uno de ellos, psicólogo clínico y psicólogo social, estuvo en el 1er Congreso de Afectados por la Inundación y aprovechamos para hablar con él.

     Mdh: Nos podés contar desde tu visión, desde tu óptica cuáles han sido los efectos, fundamentalmente psicosociales, por los que ha atravesado la mayor parte de la gente de Santa Fe, que fue directamente afectada por la inundación o incluso aquella que no fue la directamente afectada , y también comentarnos cuál ha sido , a tu criterio, el rol que ha tenido fundamentalmente el Estado en esta catástrofe, que insisten en llamarla natural, pero que , por lo menos para nosotros, no fue impredecible, sino por lo contrario: totalmente predecible, anunciada y que fue provocada.

     Ruggier: Si, yo coincido con eso, pero bueh....a ver dijiste muchas cosas.

     Mdh: si, me fui de mambo...

     Ruggier: No, de mambo no, pero para ir por partes. Primero que me parece, que bueno, yo coincido con vos.
     Me parece que el Estado y los negocios que generan en el marco del Estado sus representantes, que se hacen pasar por representantes de la gente, bueno el Estado consiste en eso, por eso inclusive en el Taller estuvimos discutiendo si "todos somos el Estado" o que es esa cosa que es el Estado. En realidad creo que el Estado cumplió su función, porque el Estado en primer lugar militariza la zona, es decir toma el poder por las armas, frente a un fenómeno que era que la gente salía a resolver con sus propias manos lo que había que resolver, entonces el Estado militariza la zona y...Estado que por otra parte venía tomando una serie de medidas, por ejemplo el río Salado sabemos desde antes de la fundación de Santa Fe (risas) que es un río que tiene las características que en determinado momento tiene el comportamiento como el que tuvo, a veces más alto, a veces más bajo y por lo tanto en la época en que el Estado se preocupaba mucho por hacer que la gente se sienta representada por él, entonces iba tomando cotas a lo largo del Salado, bueno... todo eso lo destruyeron en los últimos años, por lo tanto se comportan como si la realidad no existiera, es decir lo único que existe es el Estado y sus propios negocios.
     Y en ese sentido me parece que, de aquí en más, es clara la política del Estado en el sentido de tratar de desvirtuar, fundamentalmente, cuáles fueron las consecuencias del pico del siniestro en su momento y cuáles siguen siendo las consecuencias actualmente. Me parece que esa es la función del Estado, que en ese momento tenía una situación muy particular, y era que tenía que llegar a las elecciones, hacerlas "normalmente" y ellos garantizaron eso. Garantizaron sus elecciones, o sea que el Estado cumplió su función.
     Después, claro, creo que el movimiento solidario, tanto nacional como provincial o de la propia ciudad de Santa Fe, ayudó para mostrar cuál es el verdadero carácter que tiene el Estado.
     Y en ese sentido creo que hay consecuencias que está notando este Congreso y que allí logramos hacer experiencias muy importantes, las cuáles se dieron posibilidades de protagonismo en unidad, en unidad fundamentalmente popular que después el Estado se encargó de desarticular lo más posible y que se va a seguir encargando de eso, pero que, por otro lado, que hoy estemos acá en este Congreso quiere decir que eso sigue siendo posible y que en todo caso tenemos que ir encontrando condiciones como para que esto se pueda extender de modo tal que todo lo que está colapsado en Argentina, como el trabajo, como las mínimas condiciones de vida, como la educación, como la salud, avancemos en tomar la resolución de todos estos problemas con nuestras propias manos, porque , evidentemente si esperamos que nos la resuelvan desde el Estado...

     Mdh: Seguiríamos identificándonos con el Estado...

     Ruggier: Si, si , así es.

     Mdh: El tema de que hoy se haga un Congreso y que todavía predomine lo testimonial, todos los testimonios de la gente afectada y que en muchas comisiones se de un gran peso de contar el propio caso , es un síntoma de que no se ha avanzado en organización o es síntoma de que, realmente, hay heridas que , hoy a un año, todavía necesitan ser sacadas a luz por la gente afectada. ¿Cómo lo ves a ese tema?

     Ruggier: Mirá, en realidad esto después no trasciende en los medios, es cuidadosamente evitado que la noticia se conozca, pero nosotros seguimos teniendo suicidios que son consecuencia directa de lo que ha pasado.
     Por lo tanto, lo que se ve con esos suicidios es que, justamente, lo que no hay o lo que resultan insuficientes son los espacios sociales para dar cabida a lo que ha quedado y sigue desarrollándose, se exprese, por lo tanto es absolutamente esperable que si abrimos un espacio "para", en ese espacio aparezca, en primer lugar, toda la angustia que se relaciona con lo que hemos vivido y con lo que seguimos viviendo.
     Porque a su vez "volver a la normalidad", esa consigna que tanto trabajaron, bueno, "volver a la normalidad", la normalidad es el 60% de la población por debajo del límite de la pobreza, la normalidad es la falta de trabajo -más allá de esos guarismos ahora bastante sospechosos que se manejan-, la normalidad es la especulación financiera y el hambre de la gente, la normalidad es lo que decíamos del colapso de la salud, la normalidad es el colapso de la educación, la normalidad es que los jóvenes no tienen cabida en este país, bueno, todo eso es la "normalidad".
     Por lo tanto, si se abre un espacio como para que estas cuestiones silenciadas puedan aparecer , es lógico que aparezcan y es lógico, además, que aparezca, incluso, en su dramatismo personal. Yo anoche cuando veía la obra de teatro en la presentación (El grupo Teatro Urgente presentó su obra sobre las inundaciones), si bien en este caso no soy un afectado directo porque ni siquiera vivo en esta ciudad, pero bueno, la combinación que hacían los artistas con el dramatismo y el humor, a mí me aliviaba, porque la verdad es que la obra iba creciendo en dramatismo, era como que uno en cualquier momento perdía el control ecuánime, no?, como público.
     Ellos con el humor permitían que uno se aflojara, o sea que muestra hasta adonde, es decir, yo me imagino lo que estaban sintiendo aquellos que todavía hoy siguen con ese drama pero en carne propia, en este caso yo tengo otras carnes propias, pero no en este caso. En este caso yo estuve acá como voluntario en su momento, además he sufrido situaciones similares relativamente, y bueno, por el tipo de trabajo que hago.
     Pero por lo tanto digo eso, pero por otro lado la propia iniciativa de este Congreso, como de otras que podemos seguir protagonizando, me parece que además dan lugar -y acá queda bastante claro- porque no es quedarnos solamente en una cuestión de poder expresar lo propio, sino que en realidad lo que acá se está buscando es cómo continuar colectivamente con el atender las necesidades del daño que se ha causado.

     Mdh: Si, esta es una cuestión que, por lo menos en varios talleres en los que estuvimos presente, se ha planteado: "seguir con esto", "que el Congreso no termine acá sino que siga afuera". Ahora, otro de los temas, otra de las preocupaciones que se planteaban es la escasa cantidad de gente que ha venido, si bien, por un lado se olvida que hay otros actores sociales, no es sólo "voluntarismo", están el Estado y el propio Gobierno que llevan adelante una política de fragmentar, dividir, evitar que la gente se siente a discutir. ¿De qué forma se puede superar esta situación? ¿Cuáles son las cuestiones que pueden unir, que pueden amalgamar estas luchas? Incluso, teniendo en cuenta que aquí hay gente de las Pymes, trabajadores desocupados, no?. ¿En qué punto pueden confluir estas políticas?

     Ruggier: Bueno, como decíamos, por un lado el Estado va a seguir jugando para que no haya confluencia, el Estado necesita jugar para que no confluya la protesta por la inseguridad con la protesta por la desocupación, y lo va a hacer, no esperemos que no lo haga.
     Pero, por otro lado, lo cierto es que hace muy poquito tiempo en la Argentina, en diciembre del 2001,confluyó prácticamente todo, o sea que nosotros vamos teniendo experiencia, tanto en Argentina como en América Latina, que esas confluencias son posibles. Ahora, es después difícil anticipar exactamente cómo y cuando, pero, en todo caso, creo que se puedan ir haciendo experiencias, sectoriales, digamos, o a partir de experiencias o a partir de daños específicos que se sufren en esta condición histórica que tenemos hoy en la Argentina.
     A mí me parece que todo esto favorece para las posibilidades de confluencia, después el Estado seguirá buscando evitarlo y creo que en la medida que vayamos viéndolo como necesidad, yo insisto, este propio Congreso que está organizado por distintas organizaciones a las cuales, yo supongo, no les ha sido sencillo confluir, están haciendo un ejercicio de confluencia, eso es así.



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