Bandeja de entrada Tercer Mundo Sr. Director: Los santafesinos deberíamos dejarnos de sentirnos el ombligo del mundo. Deberíamos dejar de creer que el puente colgante es lindo y se parece al puente de Brooklyn. Deberíamos dejar de pensar que la Costanera Este es linda y que revaloriza la ciudad, cundo en realidad, no es más que la vidriera para que la política ponga sus parrillas y los gorditos de la clase media paqueta intenten bajar sus kilos ganados a fuerza de abundante pan, helados y achuras. Cientos de cuarentones y musculitos de gimnasio intentando levantarse a pulposas señoritas veinteañeras y miles de giles paseando sus perritos de colección que, como en Hansel y Gretel, dejan marcado el camino a casa con cuantiosos soretitos producto del alimento balanceado. Deberíamos dejar de pensar que en una ciudad que tropicaliza su clima vamos a protegernos de el calor y el sol con pedorras palmeras a lo largo de toda la costanera. Palmeras que arrojan menos sombra que un fósforo pero que tienen un fin: copiar la estética de la posmodernidad, la Miami donde reposan sus huesos empresarios y políticos peronistas. Deberíamos dejar de pensar que el faro de mierda es una suerte de mojón urbano que congrega a miles de personas, como dijera algún arquitecto. ¿No sería más adecuado pensar que no es más que una escultórica representación de la (im) potencia santafesina de los últimos 20 años? No es largo y esbelto como el obelisco porteño, pero nuestro faro está siempre erguido, aunque no sirva para guiar barcos en busca de aventuras, ni para avistar sirenas a lo lejos. En realidad no sirve para una mierda. Deberíamos dejar de pensar también que nuestros representantes progresistas son en realidad eso, cuando la verdad es que ni son representantes y mucho menos progresistas. Fíjese que pedorra es nuestra realidad santafesina que una revista, la llamada TERCER MUNDO, hecha por dos personas y bancada por cinco partidos políticos, pretende pasar por una revista de investigación que sacudió la modorra santafesina. Con cinco años cumplidos y una editorial en su último número que la Secretaria de Educación de la Administración Bush no dudaría en calificar como pro-gay al igual que Bob Esponja y el dinosaurio Barney, estos chicos pretenden pasar como una especie de reserva moral, como combatientes de las letras periodísticas, como los únicos que han desafiado el poder del peronismo y la camándula sindical de la provincia. Deberíamos volver a la humildad, Sr. Director, para darnos cuenta que la realidad de nuestra ciudad es mucho más terrible que la que pintan aquellos que piensan que la realidad entre bulevares es la única que existe. Ovidio Gomez
No matarás A las declaraciones hechas por monseñor Baseotto, quien había acusado al ministro de Salud, Ginés González García, de "apología del delito de asesinato" por propiciar el aborto y sugerir que al funcionario deberían "tirarlo al mar" por distribuir preservativos entre los jóvenes, sonó muy de mal gusto. Incluso alguien como yo está en contra del aborto, y además es un creyente, si bien no un ortodoxo precisamente. Además me pareció lamentable, Martino le hizo llegar su solidaridad por considerar que "su declaración constituye una verdadera defensa de la dignidad de la persona humana y sus derechos". Se puede disentir, estar en la otra vereda en la opinión pero de ser un violento o mejor dicho hacer apología de delito de un hombre que tiene la envestidura de la Iglesia como Baseotto y con el respaldo expreso del presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, monseñor Renato Martino, demuestra que un sector intolerante de la Iglesia esta todavía asociada a la etapa más oscura de nuestra historia represiva - militar de la última dictadura. Sonó muy perversa sus declaraciones, muy relacionadas con las formas más perversas utilizadas en la Argentina en los tiempos del horror militar del proceso. Creo que estos señores que dicen ser pastores de Iglesia Católica Apostólica Romana, más bien parecen ser aquellos sádicos Jueces Inquisidores. Ese no es el camino de Jesús, fundador de la religión que marcó al mundo occidental europeo y al continente americano. Señores esta vez como otras se han equivocado. Deberían hacer un voto de pobreza integral, estar más cerca de los fieles que buscan la salvación. Deberían atacar a quienes venden armas, hacen guerras, trafican niños, cometen abusos sexuales, a los secuestradores. Hay tanto horror en el mundo y tanto amor por dar para contrarrestar estos males con acciones de una pastoral distinta y no salir atacar a un Ministro de la Nación sólo por tener prensa, eso es lamentable. Se podrá estar en contra de alguien que piense distinto, pero de matarlo por ser distinto a mi, no lo comparto. Eso viola un mandamiento: No Matarás. Se están olvidando de las leyes básicas de la religión judeo - cristiana. Hoy, sentí vergüenza ajena con estas lamentables declaraciones, eso demuestra lo alejado que está la Iglesia de algunos aspectos del mundo y muy cercas de otros. El que calla otorga, pues la cúpula del Episcopado optó por el silencio más absoluto con la durísima carta que el obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto, envió el jueves al ministro de Salud, Ginés González García. "Parece que monseñor Baseotto mantiene bien aceitados sus contactos con los represores que sembraron a la Argentina de terror y de muerte en épocas que creíamos desterradas. Sólo así puede entenderse que proponga la misma metodología de exterminio que el ex capitán Adolfo Scilingo con los que pensaban distinto", afirmó Conti . Scilingo dijo haber participado de los "vuelos de la muerte", en los que se arrojaba al mar los presos de la última dictadura. Más allá que los sectores católicos más conservadores y duros presionen para que el Episcopado se endurezca, y enfrente al gobierno de Kirchner, la respuesta debe ser la de dar respuestas a la gente, la de trabajar como buenos servidores de dios en la construcción de respuestas, de seguir sumando y enseñando con el ejemplo. Si es una estrategia de estos grupos, y si los mismos siguen atacando al gobierno, nosotros debemos respaldar a nuestro presidente y no ceder ante las presiones de esta poderosa corporación en que se ha convertido la Iglesia de Cristo. Que Dios acompañe a quienes tienen fe y esperanza de vivir en un mundo mejor. Gracias. José Müller
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