Vótenos, ellos son peores

por Miguel Espinaco

Cada día, las noticias cuentan sobre nuevos lios en el mundillo político santafesino, signo de que comenzó la campaña electoral. Cada cual acusa al otro por sus fracasos pasados o por sus chanchuyos presentes: todo se reduce a la consigna vótenos, ellos son peores que nosotros.

A este circo que no da risa, se reduce este sistema al que algunos llaman pomposamente democracia, aunque es cierto que otros con algo más de pudor le dicen derecho viejo institucionalidad, un término menos comprometido, más alejado de erróneas ilusiones de pueblos que recuerdan borrosamente qué significaban esas palabrejas griegas: demos y kratos.

Ellos se dicen de todo y a los votantes, es cierto, no les importa demasiado. Llegados agosto y octubre - este año habrá dos elecciones en la provincia, y por el mismo precio - terminarán creyendo que deciden, aunque la verdad es que el acto de poner el voto, acabará siendo la síntesis de un sistema de chantajes que ya ha empezado a funcionar.

No estoy hablando nada más que de punteros en los barrios a los que les dicen periféricos, no se haga el distraido. Estoy hablando también de chantajes que funcionan con punteros de lujo - amigos, se llaman en este caso - que prometen o anticipan jugosos carguitos o simplísimos y baratísimos puestos estatales.

Pero más que nada estoy hablando de encerronas, de trampas, de callejones sin salida. Llegado el caso, lo empujarán a votar a los unos para que no ganen los otros, o bien a los otros para que no ganen los unos. Es así de sencillo.

Por eso es que no hace falta más que eso, demostrar que los otros son peores, que los otros son más chantas, más ineficientes, más corruptos.

Se miente más de la cuenta por falta de fantasía

Las declaraciones que leímos por estos días ya nos curaron de espanto. Y eso que esto recién empieza, porque faltan dos meses todavía para las "abiertas y simultáneas" que serán un festival de papeletas similar al de la extinta ley de lemas, pero que servirá nada más que como eliminatoria. O sea que, entonces, habrá todavía un par de meses más hasta la final, hágase una idea.

Ya por estos días, al radicalismo lo acusan de sobornos en la convención que eligió a los candidatos, a Binner lo acusan de ser socio de los radicales que dan muestra de tamaña convención, a Reutemann lo acusan de cobrar sobresueldos y de ser menemista, al frente cívico entero de ser herederos del presi que se las tuvo que tomar en helicóptero, al pe jota en masa, de que Santa Fe sea la capital de la pobreza. ¿Quién llegará a las elecciones con una imagen menos negativa? ¿Quién logrará convencer a los votantes de que es el menos peor?

Pensé primero que alcanzaría con reproducir las declaraciones, juntarlas todas, amontonarlas para que muestren ellas solas su lamentable unidad programática: "vamos a seguir siendo lo que siempre fuimos pero no le queda otra: los otros son todavía más jodidos". Pero no, me dije, mejor juntarlas en un diálogo imaginario, en un encuentro de políticos en algún bar de la ciudad, en el que se digan lo que se dicen por los diarios. A ver qué resulta.

Te juro que el encuentro que se cuenta a continuación es ficción pero no pura, el encuentro nunca sucedió pero las palabras sí, las palabras fueron dichas en los diarios, aunque sean también de no creer.

También la verdad se inventa

El bar está lleno. Los dirigentes políticos no son tantos como para llenar plazas, pero sí son suficientes como para llenar varios bares. Y sí que los llenan.

Café de por medio se arreglan muchas desavenencias, se preparan los chanchuyos sin la presión de la oficina y sin testigos molestos o se arreglan salidas para más tarde, con chicas de costo elevado. Pero esta vez no.

Esta vez estamos en un bar imaginario y los políticos no dirán nada que no digan en los diarios, de modo que puede quedarse y leer sin miedo de invadir privacidad alguna y también sin expectativas de enterarse de algún jugoso entretelón.

El bar está lleno, decía, así que no me voy a poner a describir a los asistentes que se reparten en las sillas entre las mesas. Digamos nomás, que el primero que habla es el Presidente de la UCR, Felipe Michilg

- Ustedes empezaron con el pedido de informes por lo de los votos en la Convención. Es un problema partidario,

- Hicimos un pedido de informes porque hubo denuncias de compra de votos en la Convención Radical. Cuando los hechos son públicos y alcanzan a la clase política, no es cuestión que quien hace la denuncia quiera guardársela en el bolsillo; si el hecho ha existido, debe ser investigado porque es un ilícito político - contestó sereno el Diputado Danilo Kilibarda del PJ. - ¿Usted que dice, Binner?

- Esa es una cuestión que tiene que resolver el radicalismo. Pero yo, no creo que haya pasado. Sería bueno que la Justicia actúe y aclare esto. Cada partido tiene sus mecanismos democráticos para tomar decisiones, y hay que saber perder: cuando uno va a una contienda, en este caso en una interna de un partido, sabe que se puede ganar y se puede perder.

- El motivo de los ataques es porque están muy nerviosos y muuuy preocupados porque se le está yendo el poder de las manos. Ven que el Frente Progresista se va a ir consolidando, y los va a desplazar. - retrucó Michilg.

La discusión subió un poco de tono, hasta que habló Brignoni, con tono de comunicado de prensa:

- Un dirigente de la experiencia del Diputado Kilibarda debiera serenarse y buscar alternativas institucionales para que no queden impunes la escandalosa privatización del Banco de Santa Fe, el saqueo de la EPE, el negociado de Aguas Provinciales, los crímenes del 19 y 20 de Diciembre de 2001, el aumento de la pobreza infantil, la desidia y las muertes de la inundación, el desvío de donaciones, y tantos otros hechos que suceden en nuestra provincia desde hace años, sin que haya ningún sospechoso sancionado, y mucho menos condenado.

- Ahí está! Hay una campaña de desprestigio contra el partido justicialista y la figura del senador Carlos Reutemann. A las críticas que se le formulan al segundo gobierno de Reutemann, se han sumado hechos que son mentiras puestas de manifiesto de forma orquestada - retrucó Kilibarda.

El senador Spinozzi tampoco se quedó callado.

- Esa campaña se orquesta desde la propia Alianza con Hermes Binner a la cabeza, Alianza que por vergüenza después de los malos recuerdos que nos trae a los argentinos ha cambiado su nombre y se llama Frente Cívico. Aparecen en la provincia de Santa Fe personajes del nivel de Pontaquarto, que no sabemos que vino a hacer y a decir cosas a medias, en definitiva, a embarrar la cancha.

- Claro. Encima todo es difundido masivamente por la prensa adicta a la candidatura de Binner. Me llama la atención, y yo lo relaciono con el socialismo, que es el que maneja la supuesta alianza, porque el radicalismo habría entrado después como furgón de cola - agregó Kilibarda

El diputado Bonfatti, desde el fondo del bar, levantó la mano e intentó volver al tono reposado.

- Respecto de los sobresueldos presuntamente cobrados por los senadores Carlos Reutemann y Jorge Massat, denunciados por el arrepentido Pontaquarto y ante la acusación formulada que intenta vincular al Dr. Hermes Binner, quiero hacer saber que el Partido Socialista no utiliza ni utilizará acusaciones de terceros antes sus adversarios políticos, dado que siempre se han observado gestiones de gobierno y se han planteado alternativas superadoras en forma directa y constructiva.

- Lo que dijo ese ex funcionario del Gobierno de la Alianza fue una provocación de un delincuente que alguien se encargó de traer para hacer denuncias y provocar chiquero en la provincia - dijo Lacava poco convencido del descargo de Bonfatti.

- Es una campaña sucia para desprestigiar a Reutemann, el dirigente mas prestigioso de la provincia - casi tuvo que gritar Spinozzi para que lo escucharan. En el silencio que siguió a sus palabras, aprovechó Reutemann para meter un bocadillo.

- Lo que dice ese señor es una mentira, jamás percibí nada fuera de lo que marcaba la ley. El lunes iniciaré acciones legales para que esto quede aclarado, porque hay un plan estratégico de desprestigio en mi contra. Es una campaña como la de los nazis.

- Desde el comienzo, su relato parte de una limitación no dicha: su falta de memoria. - le espetó Bignoni en forma tajante, pero enseguida volvió a su tono de comunicado de prensa - Ese olvido hace que no recuerde fácilmente a la década menemista y a su protagónica responsabilidad en el desborde de pobreza, exclusión y corrupción que significó ese tiempo para nuestra provincia y nuestro país. Esa pérdida de memoria tal vez explique el por qué de su desajuste emocional de estos días. la pobreza de propuestas de su parte, sobre la erradicación de la impunidad que aqueja a nuestra provincia, consiste principalmente en "empobrecer" el discurso, focalizando el análisis, señor senador, sólo sobre las consecuencias de su situación de "victima", y no sobre su condición de "victimario".

- Menem no fue el único culpable, sino todos los que aplaudieron las políticas menemistas. Algunos transfirieron el correo al grupo Macri, otros el Banco de Santa Fe a los Rhom. Entonces hay muchos más menemistas de lo que nosotros imaginamos - dijo Binner, aprovechando el impulso.

El diputado Cura saltó de la silla:

- En la ciudad de Santa Fe los socios de Binner y Bonfatti en esta nueva alianza, que se llama Frente Cívico, son los Storero, los Marcucci, los Schneider y compañía, que aún tienen que terminar de explicar su paso por la Universidad del Litoral y la Secretaría de Cultura de la Nación en la época de Fernando de la Rúa.

- Eso - dijo Reutemann - Creo que para los argentinos no hay un buen recuerdo de la palabra alianza.

Cura se envalentonó después de las palabras del Jefe:

- Si los socialistas agarran el agua en Rosario y la manejan como los colectivos, los pozos en las calles, las concesiones en la costa del río y los muelles del Parque España que se vinieron abajo, Rosario termina tomando barro.

- Toda la gente ve lo que está ocurriendo: hay problemas vinculados a la falta de resolución y no es un problema de falta de dinero sino de administración - dijo Binner

- El período de 1999 en adelante fue muy complicado - seguía Reutemann

- Fíjese el tema de los maestros: para qué hacerle perder tantos días de clases a los niños si finalmente se arregló incrementando el ingreso de los maestros y además tenía el dinero para hacerlo. - interrupía Binner

Y Reutemann:

- en el país. Todas las cosas que se le dijeron a la gente en esa época

Y Binner:

- Son aspectos puntuales, pero hacen al todo de más de 20 años de administración de un color político

Y Reutemann:

- no fueron cumplidas y sufrieron una gran decepción. La palabra alianza no es un buen recuerdo.

Y Binner:

- que está en una etapa de agotamiento y es necesario un replanteo. Y la gente tiene deseos de cambiar.

Y uno puede imaginarse que después todos gritan si vos la alianza y el helicóptero y vos que hablás que estabas con Reviglio y aquel otro menemista, callate la boca, ustedes con la Banelco y miralo vos, andá fijate si encontrás el puente colgante, inundador, y vos qué, si venís de un gobierno de alcahuetes y coimeros y dejaron el país a la miseria y los baches en Rosario y los curros de la universidad, qué decis, si tenés que ir preso vos, socio de Rohm y todo eso hasta el cansancio, hasta el exceso, hasta el vómito, hasta el delirio…….

Hasta las elecciones, hasta ese circo que no da risa, al que ellos llaman pomposamente democracia.



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