Apuntes sobre socialismo Un par de confusiones por Miguel Espinaco Vamos a tratar de poner las cosas en orden, para poder introducirnos en esta alternativa, la que me parece la alternativa más seria al capitalismo que se ha edificado en estos siglos de vida de este sistema social, el socialismo. Hablé en las entregas anteriores, de alternativas a las que llamamos reaccionarias, las que plantean una especie de vuelta de la historia hacia el pasado pre-capitalista, las que quieren detener los avances de la producción social para evitar los peligros que conllevan esos avances cuando caen en manos de la lucha despiadada por la ganancia de los poseedores del capital. Hablé antes también de las alternativas a las que englobamos como parches, las que pregonan la posibilidad de un capitalismo ordenado, dirigido, controlado, que sea capaz de desarrollarse armónicamente para mejorar el nivel de vida de todos. El estado controlador, las organizaciones no gubernamentales, las cooperativas, todos esos intentos de domar el capitalismo para que no funcione guiado solamente por su despiadada normalidad. El socialismo aparece entonces, en este esquema, como una alternativa que postula superar el capitalismo. Ni volver atrás el reloj de la historia, ni buscar la forma de que este sistema se domestique, sino cambiarlo por otra forma, por otro sistema social distinto, capaz de ubicar las decisiones sobre la producción social y sobre la riqueza social en las propias manos de los productores y de los consumidores. Entonces, para hacer una especie de introducción a este tema del socialismo, es necesario despejar un par de confusiones muy frecuentes. La primera es que a esta alternativa del socialismo se la confunde con las alternativas a las que hemos llamado parches. Muchos suponen, por ejemplo, que socialismo significa repartir mejor la torta, y la verdad es que si fuera solo eso, estaríamos hablando de uno de los tantos intentos de mejorar el capitalismo, de humanizarlo, como se usa decir ahora. Pero socialismo - en la acepción que usaré en este trabajo - significa una forma totalmente distinta de organizar la sociedad, significa que los trabajadores, que el pueblo que trabaja y no los dueños del capital, deciden qué se produce, cómo se produce, cuánto tiempo se trabaja. Socialismo refiere a una sociedad en la que sean los productores y los consumidores los que decidan y administren la producción y, por lo tanto, significa que no se producirán las mismas cosas que ahora, que no se dilapidarán esfuerzos en producir tantas cosas inútiles, que no se producirá destruyendo la naturaleza como hacen los capitalistas para obtener ganancias a cualquier precio. Significa que se producirá lo que los productores-consumidores necesiten realmente, no lo que el capital cree necesario producir y vender para multiplicarse y multiplicarse, su único norte. Esta visión emparchadora no nació de un repollo. La mayor parte de los partidos que hoy se llaman socialistas - como se llaman socialistas muchos de los que gobiernan hoy en países de Europa - pregonan este supuesto socialismo que no va más allá de esta ilusión humanizadora de un capitalismo inhumano sin remedio. Son socialistas porque el termino resulta simpático y atractivo, pero son en realidad defensores del capitalismo, vendedores de un capitalismo envuelto para regalo. La segunda confusión radica en que socialismo es construir un gran estado que organice todo, la vida de la sociedad, la producción, la distribución, absolutamente todo. Este bastardeo del socialismo fue impuesto por los llamados socialismos reales, fundamentalmente los de la URSS y el este de Europa. Si el nombre del socialismo está deformado o directamente borrado hoy de la conciencia de la mayoría, si hoy los defensores del capitalismo, los que cuidan sus capitales multiplicados con el esfuerzo de otros, pueden decir que el socialismo murió, es porque han existido estos estados que, en el nombre del socialismo, hicieron cárceles para los pueblos y montaron nuevas y terribles formas de opresión. Pero no eran socialismo, a pesar de que la historia los recordará como los "socialismos realmente existentes del siglo XX". Eran tan lo opuesto del socialismo que para contar esta alternativa al capitalismo llamada socialismo, voy a arrancar por la negativa y voy a hablar de lo que esos supuestos socialismos no fueron para definir una suerte de deber ser del proyecto socialista, visto desde esta primera década del siglo XXI. Saluti y hasta la próxima.
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