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Opus Dei: la voluntad de Dios en la tierra

Por Javier González

"Opus Dei: algo así como la catolización del dólar". Juan Domingo Perón
Conversaciones con Juan Perón, por Enrique Pavón Pereira, Colihue-Hachette, 1978, citado por Emilio J. Corbière en su artículo "El primer Santo Franquista"


     La asunción de Karol Wojtyla en 1978 a la cabeza de la Iglesia Católica, marcó un antes y un después en la vida eclesiástica.

     Juan Pablo II se propuso desde un principio poner en orden a la Iglesia Cristiana luego de los difíciles momentos vividos a partir - y como consecuencia según el sector de sacerdotes representados por Karol - de la experiencia que significó el Concilio Vaticano II (1962-1965) convocado por Juan XXIII, el "papa bueno", bajo la idea de modernizar la Iglesia, en organización y contenidos a fin de aggiornarse a los tiempos que corrían.

     Bajo la óptica, entonces, del nuevo papa, la restauración católica se planteó como objetivos:

  • Reordenar una iglesia que se encontraba sumamente convulsionada.
  • Fortalecer la presencia de los cuadros católicos en la sociedad.
  • Combatir los efectos "devastadores" de la Teología de la liberación, que dió origen -entre otros grupos- al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo que tuvo su auge a comienzos de los años 70'.

     Para los sectores progresistas de la Iglesia Católica, la restauración significó una "derechización" de la política oficial.

     La convicción de Juan Pablo II era que sin poder no podría realizarse el bien. Este punto, la necesidad de fortalecer la presencia católica en los sectores del poder burgués, necesitaba en primer lugar de una Iglesia
Católica disciplinada detrás de una doctrina y de una jefatura férrea. La consecuente aplicación de esta política llevó al sector, del cual Karol Wojtyla era su portavoz, a establecer una estrecha vinculación con aquella organización que estaba en condiciones de garantizarle la hegemonía al interior de la Iglesia: el Opus Dei.

     En un informe realizado por Emilio J. Corbière para Le Monde Diplomatique, se señala una anécdota ocurrida en 1978 y difundida en un boletín interno de la orden de los salesianos acerca de "una conversación con el entonces nuevo Papa Juan Pablo II. Viganó (superior de los salesianos) le había expresado que los salesianos eran unos cien mil miembros activos, a lo cual Wojtyla respondió: "Entonces, ¡sois más poderosos que el Opus Dei, que solo tiene setenta mil!" Le contestó el salesiano: "Santidad, nosotros no somos poderosos, sino humildes e inquietos trabajadores" a lo cual el Papa Juan Pablo II contestó con énfasis: ¡No, no!, para realizar el bien es necesario el poder, ya lo decía Santo Tomás de Aquino".

     La convicción de Juan Pablo II selló la alianza con la poderosa secta.

     El Opus Dei (obra de Dios) fue fundado en 1928 por el entonces sacerdote Escrivá de Balaguer. Su nacimiento va de la mano con el contexto histórico que se vivía por entonces: una sociedad dividida entre el progresismo republicano y el autoritarismo de raíz católica que luego lideraría el Generalísimo Franco.

     El Opus Dei ha provocado y seguirá provocando múltiples polémicas, tanto en lo referente a la ideología autoritaria que profesa, al espíritu de secta (denunciado por muchísimas organizaciones católicas), y a sus vinculaciones con el poder político y económico.

     Pero vayamos por parte, como decía el viejo Jack: Quién fue monseñor?

El nombre del padre

"Que Monseñor Escrivá sea santo de altar o no,lo ignoro.No todos los santos han brillado por las mismas virtudes:los méritos pueden ser muy distintos y muy variados.Pero lo que no creo posible es que la santidad de Monseñor pueda basarse precisamente en la sencillez o en la humildad."
(María Angustias Moreno, Opus Dei, anexo a una historia).

"Lo que a él le gustaba eran los regalos lujosos, los aplausos, la gente importante, las casas espléndidas, los títulos, los honores, comidas superexquisitas."
(EL OPUS DEI. Creencias y controversias sobre la canonización de Monseñor Escrivá de Balaguer,María Angustias Moreno)


     Algo que
oculta u omite mencionar la historia oficial del Opus Dei, es que el nombre de su fundador, "el padre" como le gustaba hacerse llamar, era en realidad José María Escriba y Alba, según lo revelado por Jesús Ynfante en una biografía publicada en 1970 sobre el monseñor y su organización a la que calificó de Santa Mafia. En 1940, el estado español accede a las presiones del monseñor que así pasa a llamarse José María Escrivá de Balaguer y Albás.

     Más allá de la humildad a la que el Monseñor apelaba verbalmente, la verdad es que su espíritu estaba lejos de la misma. La connivencia con el régimen franquista, sus posturas aristocráticas, su apoyo a las formas monárquicas, su acendrado anticomunismo, son sólo alguna de sus reales características. La identificación con la vida elitista, su ambición nobiliaria, llevó a Escrivá de Balaguer a un costoso "proceso de adquisición", en 1968, del título de Marqués de Peralta.

     La falsa humildad del "padre" ha sido largamente manifestada en los relatos de todos aquellos que abandonaron la secta. Así, por ejemplo, lo cuenta María Angustias Moreno en su libro, "Opus Dei, anexo a una historia":

     "El Padre ha usado una misma sotana durante 18 años, sí: "más años que los que tú tienes, tiene mi sotana", le decía a una numeraria joven en una tertulia, en Barcelona, el año 64, delante de mí, y comentó que eran 18; ya sólo se la ponía para visitar las obras que en las distintas casas se pudieran estar haciendo; en aquella ocasión era en Castelldaura. Y sin embargo cada casa de ésas ha de tener ropa especialmente selecta para todos los usos del Padre. Comidas compradas diariamente, frescas, del día, abundantes y variadas, para salir al paso de cualquier insinuación de lo que al Padre le gustaría. En una de sus visitas a Jerez de la Frontera, en el año 72, se consideró que en toda Sevilla no había repostería suficientemente selecta para servírsela al Padre.

     Años antes, un vade (de escritorio) que hacía falta para la mesa del Padre, sólo cupo encontrarlo digno en Loewe. El Padre solía beber agua de Solares, pero después de hablarse de aquel fraude que se corrió sobre dicha agua, al Padre le llevan con él, a donde vaya, aguamineral francesa, que ha sustituido definitivamente a la anterior. Para él, y a las casas que visita, se traslada cada vez todo un equipo de personas especializadas, que son las encargadas de servirle (comedor, cocina, planchado, limpieza, etc.), a él y sólo a él (con los dos o tres más antes citados). Yo he tenido que dar por inservible un colchón para el Padre, expresamente comprado para él y sin estrenar (aunque se utilizó para otro en la misma casa), porque le faltaban tres centímetros de ancho de las medidas establecidas, y hubo que sustituirlo por uno nuevo. A América se han mandado melones en avión expresamente para el Padre, porque al Padre le gustan, y allí no los hay. Coincidiendo con una de las visitas del Padre (yo era la directora de la casa), por la noche tenía que quedarse una persona en la sala de calderas de la calefacción, sin dormir, por si fallaba ésta (era automática) que no repercutiese en el Padre. Cuando el Padre no estaba en la casa, por la noche se apagaba. Habría para seguir y no parar.

     Cuando el Padre insinúa algo que le gusta, que necesita o que le vendría bien, sea la hora que sea y cualesquiera los medios (se inventan), se le consigue sobre la marcha. Si el Padre ve algo en una casa y comenta que estaría mejor de otra manera, o dice "eso así no", inmediatamente se lleva a cabo; se cambia una tapicería, se sustituye una clase de puerta por otra, se rompe y se repone un zócalo de mármol aunque sólo sea por una insignificante mancha de humedad, etc."

     "Hablaba de regalos al Padre. Regalos que han de ser siempre "dignos" es lo que se les dice bien claro a los socios cuando se los alienta a que los hagan. Y digno acaba siendo sinónimo de "fabuloso". Se montan verdaderas campañas para "estimular" los regalos al Padre. Sólo los conseguidos durante su viaje a España en el año 72 (octubre y noviembre) son suficientes para poder asegurar, sin el más mínimo temor de faltar a la verdad, que el Padre recibe miles de regalos valiosísimos.

     Al Padre hay que hacerle regalos - dicen - porque es de hijos bien nacidos el ser agradecidos, y al Padre - insisten - se lo debemos todo. Pero no sólo se le hacen regalos cuando viene a España; si alguien (un supernumerario o un cooperador, un amigo) solicita una entrevista con el Padre en Roma y le es concedida, no debe ir con las manos vacías: de antemano se le indica la "conveniencia" de llevarle algún "pequeño" obsequio. Sobre lo que incluso hay una praxis escrita: tipos de regalos, a quién deben entregarse, etc." (María Angustias Moreno, Opus Dei, anexo a una historia)


     Las falsedades de la obra, las denuncias acerca de la característica sectaria de la organización, las posiciones derechistas, la convivencia con la dictadura de Franco (hacia fines de la década del 60 la colaboración e identificación con un régimen que se definía dentro de un "nacional catolicismo autoritario" llegó a un punto elevadísimo ya que de 19 ministerios, 12 estaban a cargo de miembros de la obra) llevaron a Escrivá de Balaguer a polemizar primero con Juan XXIII, declarado antifranquista y promotor del Concilio Vaticano II, al que calificaba de "patán" y posteriormente con Paulo VI, al que no dudó en calificarlo de "masón", según lo revelado por Juan Bedoya en el diario El País de España.

La biblia del Opus Dei

     El mesianismo de Escrivá de Balaguer y de la secta es una de sus características más notorias. Desde sus inicios "la Obra" se planteó como una suerte de reserva moral dentro de la Iglesia Católica.

     "Somos el resto del pueblo de Israel - decía un sacerdote de la Obra a un grupo de asociadas en una clase doctrinal -, somos lo que queda del pueblo fiel a Dios, lo único que puede salvar hoy día a la Iglesia. A esa Iglesia en la que parece que el Espíritu Santo esté de brazos cruzados. Somos nosotros - se refería a los de la Obra - los que, con nuestra fidelidad al Padre, tenemos que salvarla. "No se trata del comentario aislado de una persona fanática, ya he dicho antes que nunca aduciré esta clase de testimonios; me consta que este comentario responde a un sentir institucionalizado, a esa suficiencia tan peculiar de la Obra. Tampoco me propongo afirmar que todos los sacerdotes de la Obra piensen y argumenten así; pero es cierto que si quieren ejercer públicamente su ministerio, han de hacerlo en este estilo, so pena de ser relegados a tareas secundarias". (María Angustias Moreno, Opus Dei, anexo a una historia, página 27).


     Los fundamentos ideológicos de la secta se encuentran en la obra "Camino" escrita por Escrivá de Balaguer. Para sus seguidores y para la política oficial vaticana, representa el testimonio de un santo, sus sabias enseñanzas. Para sus detractores,en cambio, y desde el mismo seno de la Iglesia, se la señala como un refrito de lugares comunes que no aporta nada nuevo al pensamiento católico, producto de un mediocre intelectual aristocrático.

     El libro es una colección de máximas que apuntan a enseñar, precisamente, el camino para una santidad en el trabajo, en la vida cotidiana.

     Con una concepción autoritaria que en ocasiones apela al lenguaje militar. La obra aborda temas tales como la obediencia, la penitencia, la mortificación, la santa pureza, la vida sobrenatural, etc.

     Así entre algunas máximas casi naroskyanas como la "284 aspiración: que sea yo bueno, y todos los demás mejores que yo", encontramos otras que desnudan el real espíritu de la secta:

     Sobre el caudillismo:

     C16 ¿Adocenarte? ¿!Tú... del montón!? !Si has nacido para caudillo! Entre nosotros no caben los tibios. Humíllate y Cristo te volverá a encender con fuegos de Amor.

     Sobre la posibilidad de discutir:

     C25 No discutáis. -De la discusión no suele salir la luz, porque la apaga el apasionamiento.

     Sobre la mujer chismosa:

     C50 Eres curioso y preguntón, oliscón y ventanero: ¿no te da vergüenza ser, hasta en los defectos, tan poco masculino? - Sé varón: y esos deseos de saber de los demás trócalos en deseos y realidades de propio conocimiento.

     Sobre la obediencia:

     C56 Madera de santo. - Eso dicen de algunas gentes: que tienen madera de santos. - Aparte de que los santos no han sido de madera, tener madera no basta. Se precisa mucha obediencia al Director y mucha docilidad a la gracia. - Porque, si no se deja a la gracia de Dios y al Director que hagan su obra, jamás aparecerá la escultura, imagen de Jesús, en que se convierte el hombre santo. Y la "madera de santo", de que venimos hablando, no pasará de ser un leño informe, sin labrar, para el fuego... ¡para un buen fuego si era buena madera!

     Sobre el culto a la personalidad:

     C66 El Sacerdote -quien sea- es siempre otro Cristo.

     C75 Amar a Dios y no venerar al Sacerdote... no es posible.

     Sobre el control de los afectos:

     C161 Haces un derroche de ternura. - Y te digo: caridad con tus prójimos, sí: siempre. - Pero - óyeme bien, alma de apóstol -, es de Cristo, y sólo para El, ese otro sentimiento que el Señor mismo ha puesto en tu pecho. -Además..., ¿no es cierto que al descorrer algún cerrojo de tu corazón - siete cerrojos necesitas - más de una vez quedó flotando en tu horizonte sobrenatural la nubecilla de la duda..., y te preguntas, atormentado a pesar de tu pureza de intención: ¿no habré ido demasiado lejos en mis manifestaciones exteriores de afecto?

     Sobre la victimización:

     C175 Ningún ideal se hace realidad sin sacrificio. - Niégate. -¡Es tan hermoso ser víctima!

     Sobre los tesoros del hombre:

     C194 Yo te voy a decir cuáles son los tesoros del hombre en la tierra para que no los desperdicies: Hambre, sed, calor, frío, dolor, deshonra, pobreza, soledad, traición, calumnia, cárcel...

     Sobre el dolor:

     (La puesta en práctica de esta máxima ha llegado al extremo de la autoflagelación, denunciada en muchos de los testimonios de ex-integrantes de la misma.)

     C208 Bendito sea el dolor. - Amado sea el dolor. Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!

     C217 Te quiero feliz en la tierra. - No lo serás si no pierdes ese miedo al dolor. Porque, mientras "caminamos", en el dolor está precisamente la felicidad.

     Quiérete a ti mismo:

     C225 Tu mayor enemigo eres tú mismo.

     C226 Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.

     C731 Espéralo todo de Jesús: tú no tienes nada, no vales nada, no puedes nada. El obrará, si en El te abandonas.

     Sobre el poder:

     301 Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos. -Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana. Después... "pax Christi in regno Christi" - la paz de Cristo en el reino de Cristo.

     Sobre la crítica:

     C443 No hagas crítica negativa: cuando no puedas alabar, cállate.

     Sobre la virilidad de la oración:

     C888 Que vuestra oración sea viril. - ser niño no es ser afeminado.


Al interior de la secta

"El Opus Dei es una mezcla de congregación religiosa y empresa capitalista. Se trata de un movimiento integrista que se muestra en los hechos como modernizador, preocupado por la educación y los medios de comunicación pero fundamentalmente es un grupo de presión antes que la exteriorización de un sentimiento religioso" Emilio Corbière,artículo periodístico "El primer Santo franquista".


     De acuerdo a los datos aportados por los sectores afines a la ideología opusdeísta, la secta cuenta con alrededor de 100.000 miembros en todo el mundo. Si bien la organización se define como laica y estos representan un 98% del total de miembros, lo cierto es que la dirección de la misma se encuentra en manos de los sacerdotes, que en un número de 2000, representan sólo el 2% del total. En América - y siempre según datos oficiales - el número de miembros es de aproximadamente 29.500.

     Los testimonios brindados por numerosos ex-miembros de la secta son lapidarios para una organización que dice cultivar la libertad. En realidad, el secreto, la obediencia, la penitencia y un estado permanente de vigilancia y control es lo que prima en su interior.

     Los primeros pasos de los candidatos a ingresar en las filas del Opus Dei son solamente de prueba:

     "Todos los miembros de la Obra, antes de emitir los votos de pobreza, castidad y obediencia que los ligan perpetuamente con la Institución, están obligados a pronunciar los llamados "juramentos promisorios". (Últimamente denominados preparación a la fidelidad.) Con ellos el socio se compromete a velar por el espíritu de la Obra, y a comunicar con total sinceridad a los directores inmediatos todo lo que juzgue que puede ir en contra de ese espíritu.

     Esos juramentos y esos votos perpetuos - son la llamada "fidelidad" - se hacen al cabo, como mínimo, de siete años de permanencia en la Obra. Las fases anteriores - la "admisión", la "oblación" - son sólo períodos de prueba. A partir de la fidelidad la persona está realmente en condiciones y con derecho (que es deber) de ser y hacer el Opus Dei." (María Angustias Moreno, Opus Dei, anexo a una historia)


     Para pasar la prueba de fidelidad a "la obra", se deben aceptar y poner en práctica todos los preceptos opusdeístas: cultivar el buen espíritu, la obediencia, la penitencia, vigilar y ser vigilado.

     "El buen espíritu - nos dice Aquilina, ex-miembra del Opus - es una especie de ley no escrita que se graba en lo más íntimo de cada uno por la formación impartida incesantemente en la obra". Estas leyes no escritas apuntan a "cambiar la forma de ser" de los futuros opusdeístas.

     "Hay todo un anecdotario de recuerdos, de comportamientos del fundador o de los más antiguos de la obra que se utilizan, dando por implícito, que aquellos comportamientos, aquellas orientaciones mentales, aquellos criterios y aquellos juicios son de "buen espíritu": los que satisfacen al Padre (por Escrivá de Balaguer), los que hacen que la obra sea fecunda en sus apostolados, los que llevan a la santidad a la persona que los practica...".


     "De este modo, en la obra, se es prisionero y guardián de la misma prisión. Las personas, si tienen "buen espíritu", ejercen sobre ellos mismos una vigilancia estrecha, son censores despiadados de sus faltas y se convierten en sus propios delatores delante del tribunal de la dirección espiritual con el Director laico".


     El alejamiento de padres, familiares y amigos es una de las exigencias de la obra ya que la cercanía de los mismos puede transformarse - según Escrivá de Balaguer - en un impedimento para profundizar la vocación de servicio a Dios.

     "Era corriente oír decir a nuestra directora en el Opus Dei, que los padres, muchas veces, eran el instrumento directo del demonio para arrebatar nuestra vocación incipiente." (Tras el Umbral. Una vida en el Opus Dei (un viaje al fanatismo), María del Carmen Tapia).


     Todos estos elementos son los que utiliza el Opus Dei para realizar un verdadero "lavado de cerebro" de sus miembros.

     "A pesar de la calidad humana y sobre todo intelectual de mucha gente de la obra, al repetirse el mecanismo de la utilización semántica (el doble lenguaje) hace que se pierda el contacto con la verdadera naturaleza de las mismas acciones, impidiendo sobre todo la capacidad de comprender lo que se está realmente haciendo. Y luego, con la repetición y el automatismo se llega a perder la noción de responsabilidad y se la hace una cosa concreta llamándola con el nombre exactamente opuesto".

     "A mí me fueron necesarios más de dos años, desde cuando tomé dentro de mí la decisión de irme, para conseguir la dispensa formal de la incorporación definitiva a la obra. Pero han sido necesarios después más de diez, para salir de los condicionamientos mentales que la formación de la obra me provocó interiormente". (Aquilina, Reconstrucción)


     Evitar problemas es una de las tantas tareas internas de la secta. A tal fin "Se archivan o se destruyen, según conviene, los informes, los relatos sobre la marcha de distintas labores, etc. Al mismo tiempo, nunca se contesta por escrito a alguien que haya expuesto un problema personal, ya que eso sería admitir su existencia y "en la Obra no caben los problemas personales", aunque los haya. Las medidas están maravillosamente bien tomadas: "hay que ahogar el mal en la abundancia del bien", como inculca el Fundador. Idea que podría considerarse positiva, en principio, si no fuera porque el "ahogo" consistiría, como consiste, en arrollar y aplastar lo que molesta, sin solucionarlo; en ignorar, ocultar y desatender los problemas para que no salgan jamás a la luz, para que no empañen la imagen pública de la Obra.

     "La Obra no se mete para nada en la vida material de sus socios; le importa sólo su formación y su vida espiritual". "Cada uno es muy dueño de su propia profesión, de su actuación social, de su estilo personal". Pero todo a base de que esa vida espiritual "incluya" hasta la más mínima determinación profesional (no propiamente técnica), cualquier relación humana, exigiendo que todo sea sometido a consejo, obediente a la decisión que sobre aquello indiquen los directores, ya que sólo así es posible tener "buen espíritu". Nada que se aparte de este angosto cauce, de esta malla finísima, estará bien considerado. ¿A qué, entonces, habrá que llamar "estilo personal"?

     "La Obra no es sino una gran catequesis", sigue asegurando Monseñor Escrivá. Pero una clase muy especial de catequesis, que prohíbe, de entrada, toda relación y toda clase de trato con aquel que no esté previamente de acuerdo, o predispuesto a estarlo, con las ideas peculiares y específicas de la Obra misma. (María Angustias Moreno, Opus Dei, anexo a una historia)

La búsqueda de la santidad

Que Escrivá sea o no sea santo, que esté o no esté en el cielo, que lo lógico es que lo esté, lo que él personalmente sea o deje de ser, no es lo importante, el problema no es ése. Lo grave es que canonizando a Escrivá se está canonizando toda la cuestión Opus Dei con todos sus más y sus menos. Se está canonizando el estilo, la doctrina, las formas de proceder, de esta Obra que tiene su origen, surge y se nutre de la peculiar personalidad del propio Escrivá, y tiene su más importante eje de fijación en el "culto" a esa personalidad. (EL OPUS DEI. Creencias y controversias sobre la canonización de Monseñor Escrivá, María Angustias Moreno)


     Uno de los objetivos de la organización en su escalada hacia las cumbres del poder fue la de llegar a la canonización de Escrivá de Balaguer.

     Hacia 1950 el Opus Dei replantea su estrategia y se plantea como una organización renovadora del catolicismo a nivel mundial. Esta nueva estrategia contemplaba esta necesidad de contar con un santo propio que la legitime. Todavía en vida del monseñor, la obra comenzó una lenta campaña tendiente a obtener este santo propio y la hegemonía en el seno de la iglesia.

     Numerosas reuniones fueron la excusa para desarrollar esta política. En ellas, los
miembros presentes eran obligados a reflexionar durante horas y escribir en un papel, cualquier hecho que pudiera significar la concresión de milagros por intercesión del monseñor.

     Ya con monseñor muerto, la acción de la secta en favor de su beatificación y posterior canonización fue in crescendo. Debía conseguirse un milagro que probara la santidad y el milagro ocurrió.

     María Angustias Moreno cuenta como se consiguió el milagro:

     "Una religiosa, carmelita de la caridad (de las de Vedruna), que al parecer lo que tenía eran unos bultos por distintas partes del cuerpo, que desaparecen de la noche a la mañana. El nombre de la religiosa es Concha Boullon Rubio, prima hermana de los Navarro Rubio, Don Emilio entre otros, sacerdote numerario de la Obra.

     Yo no sé que dirá expresamente la ciencia médica, no es mi tema. Lo que sí sé es que yo conozco otro caso muy parecido, en el que los bultos aparecieron y desaparecieron como consecuencia de un enorme estrés; sin que a nadie se le ocurriera identificar semejante proceso con ninguna clase de milagro. Esto sucede en junio del 76. La enferma tenía 70 años. El médico que la atendió, Dr. Wargüemert, declaró en su día que dado el mal estado de la enferma no se realizó biopsia. Viene luego la curación, y cuenta la religiosa que la cuidaba, M: Pilar Prieto, que unos días después, cuando volvieron al médico, éste sólo le encontró un pequeño resto de los bultos en un pie, del que entonces sí, de ese resto se decidió hacer una biopsia, que arrojó el resultado de un tipo de tumor "no maligno".

     A partir de entonces el médico antes mencionado que no es de la Obra se niega a hablar, no quiere saber nada del tema. Entran en acción Ortiz de Landázuri, que luego muere y es sustituido por R. Cortesini, ambos del Opus Dei, con algunos más de dificil identificación.

     Unido a todo esto se da el dato curioso de que la Superiora General de la mencionada Carmelita curada, Catalina Serna, desconoce totalmente el tema, hasta que más de 10 años después se entera por la prensa."

     Gracias al milagro, en 2002 monseñor Escrivá de Balaguer pasó a jugar en el equipo de los santos.

Una iglesia dentro de otra

El Opus Dei, al cambiar su status de Instituto Secular - postura jurídica nueva en la Iglesia Católica, sin votos públicos ni vida en común a la manera de los religiosos, entre otras cosas - en Prelatura Personal cuya característica mayor es la libertad e independencia de que disfruta con ámbito mundial, y sin límites geográficos se convierte, sin salir del seno de la Iglesia, en una iglesia dentro de la Iglesia, con todas las características de una secta.(B.R.Wilson, Patterns of Sectarianism, Londres, Melbourne, Singapur, Toronto, CapeTown, Auckland, Ibadan, Hong Kong, Nairobi(Heinemann),1967 pp.22-45.) Citado por María del Carmen Tapia en su libro Tras el Umbral. Una vida en el Opus Dei (un viaje al fanatismo)


     En el marco de esta lucha por la hegemonía, el Opus Dei logra, en 1982, gracias a la intervención del nuevo Papa Juan Pablo II, erigirse en Prelatura Personal, esto es convertirse en una "Diócesis flotante", una Arquidiócesis extraterritorial, una iglesia dentro de la iglesia.

     No obstante las profundas críticas internas el Opus Dei, que en los 80 salió al salvataje financiero de Roma después de la quiebra del Banco Ambrosiano, siguió obteniendo nuevos logros, no solo en cuanto a la beatificación y posterior canonización de su fundador sino también con la autorización para tener su propia Universidad (1998).

Las finanzas opusdeístas

     Otro de los grandes secretos de "la obra" es su financiamiento, sus vinculaciones con el mundo financiero, con las mafias.

     A pesar de calificarse como una organización pobre, el Opus Dei dista mucho de serlo. Su casa central en Roma es un monumento al lujo y a la ostentación: "con respecto a la totalidad del complejo, monseñor Escrivá solía hacer la siguiente observación: "Os aseguro que puedo tomar a un cardenal en la entrada principal, llevarle a buen paso a través de la casa, pararnos media hora para comer, seguir la visita, y dejarle salir por la puerta de atrás a la hora de la cena, sin tan siquiera haber visto ni la mitad de la casa." (Tras el Umbral. Una vida en el Opus Dei (un viaje al fanatismo) María del Carmen Tapia)


     Los mecanismos para obtener financiamiento son descriptos de esta manera por María Angustias Moreno:

     "Pasado un mes se volvió a convocar a las directoras a otra convivencia, ahora para entregarles unos dosieres de plástico, perfectamente preparados, con los nombres y datos (posición económica, ingresos, número de hijos, etc.) de cada una de las personas a las que habría que visitar, con la cantidad que se les debería pedir (siempre en torno a las seis o siete cifras); a lo que se añadía el nombre de la supernumeraria que debería efectuar la visita (las mismas a las que se les había dicho que no tendrían nada que ver en ello). La reacción de espanto fue inevitable, pero se trataba de una cuestión de obediencia, de la misma obediencia sobre la que se había puntualizado en las charlas previas que como siempre debería entenderse en razón de que:

  1. La voluntad de Dios viene a través de los directores.
  2. Por tanto, el que obedece no se equivoca nunca.
  3. Con la generosidad que esto conllevaba serían muchas las labores que se beneficiarían."

     Las actividades financieras del Opus Dei no sólo se limitan a estos "pedidos" sino también a escandalosas vinculaciones. A la obra se la relaciona ,entre otras, con el Continental Illinois Bank, Banco Popular Español, Esfina, Banco Atlas, Bankunión, Fundación General Mediterránea, Rumasa, todas entidades de España y Estados Unidos.

     En el artículo "El Opus Dei, arma secreta del Papa", publicado en el libro "El Opus Dei y la restauración católica", Le Monde Diplomatique, Francois Normand señala: "En 1969, en el caso Matesa, varios cientos de millones de francos fueron desviados hacia una sociedad luxemburguesa (la Sodetex) presidida por el príncipe Jean de Broglie, cercano al Opus. Este fue asesinado poco después, en circunstancias jamás aclaradas. Por otra parte, en 1982, uno de los hombres más ricos de España, José María Ruiz Mateos, que dirigía el consorcio multinacional Rumasa, fue acusado de fraude fiscal y de violación de la ley cambiaria. La investigación reveló que financiaba las actividades del Opus, al que confesó haber entregado 300 millones de pesetas".

La Obra Argentina

     La llegada del Opus Dei a nuestro país fue la consecuencia del replanteo de su estrategia en la década del 50. Desde ese momento apostó por la instauración de colegios e institutos de enseñanza.

     Sus vinculaciones políticas, por supuesto, estuvieron del lado de los distintos regímenes autoritarios, comenzando con el gobierno de Onganía, en el cual varios de sus cuadros ocuparon puestos importantes en el Ministerio de Educación y finalmente con la dictadura genocida de Videla.

     Con Menem como presidente no sólo la droga se afianzó en todos los rincones del país, también el Opus Dei. No solo como necesidad para controlar a una iglesia crítica sino, evidentemente, por afinidad ideológica con la secta. Muchos de los cuadros del Opus Dei ocuparon puestos importantes en su gobierno. Por ejemplo: el jóven cariangelical Gustavo Béliz, que escribía los discursos con los cuales Menem engañaba a millones de trabajadores, Rodolfo Barra, Aldo Carreras y el Ministro de la mayoría automática Antonio Boggiano.

     Entre los empresarios, integraron las filas de la secta, como miembros o colaboradores, Guillermo y Rodolfo Lanusse, Angel Rafael Trozzo (quien fuera presidente del BIR, Banco de Intercambio Regional, protagonista de una quiebra monumental en 1980. Es interesante también un dato: Mariano Grondona tuvo un paso fugaz por el directorio de este banco.), Juan Angel Rómulo Seitún (socio de Sasetru, hoy fábrica recuperada, luego de la denominada "quiebra más importante de la Argentina") y también Francisco Trusso y sus hijos, financistas de la Iglesia del monseñor Quarracino y por el cual se generara muchísima polémica al comprometerse la Iglesia a abonar cerca de 1.000.000 de pesos por su fianza, en caso de no ser pagada por éste, en el escándalo del Banco Crédito Provincial de La Plata. En cuanto a Trozzo, prófugo en México, se supone que se encuentra al frente de la cátedra de ética en una Universidad del Opus Dei. Otro empresario sospechado de colaborar con "la Obra" es Carlos Perez Companc.

Las perspectivas opusdeístas

"y no dudéis que vienen por más, vienen por más!" Elisa Carrió,contactada.


     Diseminada por todo el mundo, la secta es consecuente con su vocación por el poder. Sus cuadros no solo ocupan importantes lugares en el interior de la Iglesia (el Secretario del Papa Stanislaw Dziwisz pertenece a la secta), sino también en muchos gobiernos, empresas e institutos de enseñanza y formación. Sus nuevos "emprendimientos" se suponen se centran en el área informática y los medios de comunicación, y sus objetivos políticos están volcados a extender sus tentáculos en la dirección de las Naciones Unidas y demás organismos internacionales.

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