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Los Consejos de Seguro

Por Seguro Silva

     "A la final usted es más boludo que la más boluda de las palomas, yo me imaginé que lo de la cosmética le había gustado, todos los bolches de su calaña hablan de los cambios cosméticos del gobierno patagónico, espere a que le maten 4 o 5 piqueteros al barba y después me cuenta lo de los cambios cosméticos."


     Seguro silva montó en cólera después de una frase que en el fragor de la discusión se me escapó involuntariamente. Hice referencia a los consabidos cambios del gobierno de Kirchner. Y claro, Seguro viene soportando impertinencias mías desde hace rato, la última vez, sin ir más lejos, lo acusé abiertamente de escéptico y opositor sin propuestas.

     Seguro Silva es un tipo sensible a las críticas que le hacen las personas que respeta y quiere, y yo no lo puedo parar porque su bronca es legítima.

     "Usted y más de cuatro como usted tenían unas ganas bárbaras de creer en el pingüino, y no se animaron porque ustedes siempre quieren estar a la izquierda de la izquierda. No se casan con nadie pero arriman con cualquiera."

     Y yo no lo paré. Empezó a juntarse gente en el patio de visitas de la cárcel y podía escuchar claramente que hablaban de insurrección y levantamiento. Alguien gritó "haga patria, mate al tuerto" y otro le dijo que si se refería al presidente este no era tuerto sino bizco y el alguien del principio lo agarró a trompadas y me desperté cuando se me venía encima un guardia amartillando una escopeta recortada.

     Dice Seguro que si los sueños representan una expresión de deseos y la vida es sueño, algo no anda bien.


     "Hubo una vez un piano que quería ser trompeta y no lo dejaban, entonces se retobó y se fue.

     Dio media vuelta al mundo con pasaporte falso y disfrazado de negro simpático. Casi todos advertían el engaño pero se hacían los otarios y no le decían nada. Al instrumento lo delataba la marca que llevaba en la frente. Así llegó a Japón donde consiguió conchabo en la Yacuza, o mafia en japonés. Se desempeñó eficientemente de campana durante un tiempo hasta que un día se le escapó una nota alta. Los japoneses se dieron cuenta enseguida y lo despidieron. Este infausto episodio lo marcó profundamente. El piano se vio obligado a pensar en su futuro. "El que ansiaba ser trompeta terminó siendo campana, que paradoja", se decía a sí mismo apesadumbrado. Entonces emprendió el regreso a su país de origen.

     Mientras perdía el tiempo en una sala de videojuegos conoció a un tipo que al principio le resultó desagradable pero después empezó a querer. El tipo lo trató como a un piano se lo debe tratar, lo usó de cama, de mesa, de caja de herramientas y de piano. Fue vejado y respetado en partes iguales pero no se le escuchó nunca una queja, nada que ver con el bandoneón que se vive quejando, el muy asmático."

Libertad a Seguro



      En la capacidad de atreverse
            uno conoce hasta cuando
            y hasta donde
            se puede permitir
            que la mentira germine.

                  Adriana Pelletti, joven poetiza vernácula, amiga entrañable de Delfina Contreras.

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