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Seguro & Delfina

    Para qué insistir si es lo mismo, las cosas no van a cambiar de un día para el otro, con el tiempo se van a poner peor. Mejor acomodarse, segur remando y achicar el agua para mantener el barco a flote, resistir, aguantar, total para qué. Esto no se dice, pero está, agazapado en algún lugar del cerebro de todos aquellos que alguna vez pensaron que un mundo mejor era posible. Mafalda creció y sigue enojándose a rabiar con los diarios y la tele y las Susanitas y los Manolos adultos y corruptos y tiene unas ganas locas de mandarse a mudar y que la Argentina con todo y gente se vaya a la mierda.

    Juan Carlos Franchela se levanta temprano y lo primero que hace es peinarse el bigote frunciendo el seño porque así parece más viril, después, desayuna mate amargo y pan casero escuchando a Ibarra en Radio Mitre.

    Quince años de fábrica lo moldearon como si alguna vez hubiera existido una matriz de Juan Carlos Franchela y en ella hubieran derramado un líquido candente que después se transformó, a puro golpe de martillo, en lo que hoy es este Juan Carlos Franchela que se acomoda la camisa ombú dentro del pantalón del mismo color y sale a la calle bolsito en mano rumbo a la fábrica. En el camino silba un tango viejo como el mientras maneja su bicicleta, de golpe, una manifestación interrumpe su paso por la avenida, cartelitos, pasacalles, y pancartas con una palabra, que para Franchela no era nueva pero casi, "Autoconvocados" se baja de la bici y camina. Se suma a la marcha de forma natural, pensando y recordando aquella época cuando le agarró el berretín del sindicalismo y se metió de delegado y los del gremio vinieron a ofrecerle plata y a él le dio mucha vergüenza. Se lo contó a sus compañeros pero no pudieron hacer nada y terminaron quedándose en el molde. Pensando en esto se sumó a la marcha de autoconvocados y charlando con gente del Hospital Iturraspe se puso a putearlo a Maguid y terminó llegando tarde al laburo.

    Ese día trabajó con una sonrisa porque descubrió que todavía tenía ganas, una enfermera autoconvocada le dio un papelito que tenía escrita sólo una frase "Fracasar es no intentarlo".

Libertad a Seguro


    Si digo que los hombres guardan y alimentan el rencor y las mujeres perdonan todo el tiempo y aguantan porque no pueden evitarlo, estaría simplificando un tema complejo que merece un estudio más pormenorizado, pero no me importa, yo digo que la regla es que las mujeres perdonan cualquier cosa porque son, fueron, o serán madres. A nosotros nos importa bastante poco, no nos sentimos los padres de todo el mundo porque nuestra contribución al proceso reproductivo es mínima, fundamental, pero mínima. Las mujeres son un huevo viviente que alimenta dentro suyo una criatura que después va a mantener esa dependencia a través de la teta y el contacto. Ven crecer a esa pequeña bestia que es definitivamente suya, ella la parió, es el fruto de su vientre. En cambio el tipo participa más de afuera, ya hizo lo suyo, puso la semillita en la maceta y se olvidó porque la tierra es fértil y buena, hace como que no, pero se olvida y en algún momento ese tipo mirará a su hijo y descubrirá que no lo conoce, que no sabe como puede ser su hijo si no tiene nada que ver con él. Póngale que lo quiera mucho, de cualquier forma el contacto no es el mismo.

    Estando preso descubrí que las visitas eran casi todas femeninas, casi todas madres dispuestas a perdonar y aguantar. Un día me acerqué a la cárcel de mujeres a preguntar y ver como era el tema de la visitas y descubrí que casi no van hombres. Este dato no me pareció menor, mi teoría se consolidaba, las mujeres perdonan los tipos no.

    La familia es un amontonamiento forzado de personas que en su unicidad son únicas e irrepetibles, por lo tanto diferentes, se suele decir que cada familia es un mundo y es cierto, el mundo está lleno de gente distinta, una familia también. Ya es hora que se dejen de joder con las bondades de la familia. Esta empresa es una gran familia, unida, fuerte, tiramos todos para adelante, juntos empleados y patrones. Ejemplo más claro no hay ¿Acaso existe alguien dispuesto a negar que casi todas las familias son disfuncionales y que sus miembros están enfermos de distintas enfermedades? Aunque no parezca, aunque lo oculten, siempre hay alguien dispuesto a revolear la media con mierda y salpicarlos a todos., en algún momento siempre se pudre y las miserias que llevamos incorporadas agarran el cuello de otro y así nos va. Las que más luchan para mantener el vínculo familiar son las mujeres, y para mantener ese vínculo es necesario perdonar, aguantar, y en el peor de los casos ignorar.

    Una madre tiene la tendencia a adoptar a casi todo el mundo y esto incluye a sus parejas. Los tipos son más frágiles, si no fíjese cuántos hombres tienen problemas de adicción y compárelos con las mujeres que son las menos ¿Sexo débil? La debilidad es intrínseca al género humano, pero las mujeres son menos débiles porque son las responsables de mantener esta loca loca unión.

Libertad a Seguro


      En un tiro, el antílope miró los ojos del cazador.
      Este apuntó,
      y con precisión de orfebre
      le clavó una bala ahí,
      donde hace falta.
      Se murió.
      lo pelaron
      y se lo morfaron en familia.
      De postre
      comieron perdices.

      Delfina Contreras, de su libro inédito "Romper y hacer de nuevo".


      Será con fusil o con un palo
      con la convicción
      con el coraje
      será precisa, no por certera
      sino por necesaria
      la violencia
      la sangre en la vereda
      el fuego y ese grito
      sacarlos a patadas de sus casas
      recuperar la dignidad
      y lo robado.

      Será con fusil o con un palo
      a cara descubierta
      el hijo mío
      y el tuyo
      madrecita.

      Delfina Contreras, de su libro inédito "Romper y hacer de nuevo".



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