El monorriel y la tercerización del cobro de impuestos

por Enzo Vicentín

En un viejo capítulo de la serie Los Simpsons un tipo llamado Martino llega a una asamblea de vecinos de Springfield -en donde se decidía qué hacer con una parte del dinero comunal- y logra venderles un monorriel que finalmente resulta ser una estafa total, ya que se rompe en su primer viaje. Marge descubre mientras tanto que el proyecto del monorriel había fracasado en cuanto pueblo se había construido y en todos ellos había sido el tal Martino quien impulsara el proyecto. Increíble pero real, en la ciudad de Santa Fe puede llegar a ocurrir algo similar a lo que pasó en la ficción de Los Simpsons, aunque aquí la notable diferencia es que el vendedor del proyecto no es un "empresario" sino el mismo intendente de la ciudad.

La Ordenanza 11.145, aprobada por el Concejo Deliberante el pasado 16 de Diciembre, lleva como título "Aprúebase el Pliego de Bases y Condiciones para la contratación a través del Procedimiento de Licitación Pública Nacional, de servicios generales para la modernización y fortalecimiento de la Administración Tributaria Municipal". Traducido, el Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Fe aprobó -a partir de un proyecto del propio intendente Martín Balbarrey- la tercerización, la privatización del cobro de los impuestos. ¿Qué implica eso? Básicamente, una empresa privada se hace cargo del cobro de todos los impuestos municipales y a cambio de ello se lleva una comisión. No se puede ser más preciso en base a la información del pliego, ya que éste ni siquiera fija qué tipos de impuestos entrarán en órbita privada ni qué porcentajes de cada impuesto cobrado se llevará la empresa. Hay que suponer por lo tanto, en base a lo leído y escuchado, que el cobrador privado se hará cargo de todos los impuestos del municipio y que cobrará en promedio un 20 % sobre el incremento de la recaudación (1).

Una idea lógica

Este proyecto de tercerizar el cobro de impuestos no es una idea disparatada. Eso si tenemos en cuenta que estamos en presencia, por un lado, de un Gobierno municipal que quiere seguir haciendo negocios con empresas privadas (¿acaso hay algún Gobierno en la actualidad al que no le interese hacerlos?) y del otro lado, una coyuntura macroeconómica de crecimiento.

Después de crisis de la segunda mitad de los '90 y la estrepitosa caída de 2001 - 2002, en Argentina las cuentas fiscales de todos los Estados -empezando por el nacional hasta llegar a los municipales- han sido en general superavitarias; los ingresos superan a los gastos. Puede que los ingresos (reales, no nominales) hayan aumentado con respecto a gastos que mantuvieron su nivel, o que los gastos hayan caído a partir de la devaluación con respecto a ingresos que no sufrieron mayores modificaciones, o que se haya dado un incremento de los ingresos sumado a una baja en los gastos. En realidad la devaluación hizo que tanto los ingresos como los gastos reales caigan, pero la coyuntura actual de recuperación económica sostenida (¿hasta cuando?) por las exportaciones, y secundada por un mayor consumo interno logró la inversión de las balanzas fiscales, que pasaron de los déficits pre-crisis del 2001 a los superávits de 2003 y 2004 (con los cuales, digo de paso, el Gobierno nacional pagó la deuda externa). Así como el Gobierno Nacional utiliza su superávit para pagar la deuda externa, los municipios lo utilizan generalmente para hacer mejoras en la ciudad con las cuales luego hacen campañas electorales.

"Si la Municipalidad está previendo por ejemplo un incremento en recursos propios del 9% [para el año 2005 en comparación con el 2004], para qué necesitamos que venga un tercero a cobrar estos tributos?, no le estaremos dando un porcentaje de ganancia sobre tributos que sabemos que vamos a cobrar?" se preguntó el concejal Simoniello (UCR) durante la sesión del 16 de Diciembre. En una coyuntura de incremento o mantenimiento de los superávits fiscales a cualquier nivel estatal, privatizar el cobro de impuestos es privatizar parte de ese excedente. Martín Balbarrey por lo tanto, quiere hacer un negocio grande al darle a una empresa privada una parte del incremento en el excedente fiscal municipal. La empresa se llevaría, según estimaciones de la misma Municipalidad para el 2005, casi 900.000 pesos sin haber mejorado en nada la eficiencia en el cobro de impuestos, es decir que como piso la empresa se estaría llevando casi 1 millón de pesos. Cuánto se llevará de "retorno" Balbarrey es una cuestión que no se sabe, pero sin dudas algo se llevará. Porque no creo que resigne gratuitamente su posibilidad de hacer campaña electoral con ese excedente que ahora piensa adjudicar a una empresa privada. Tercerizar el cobro de impuestos en esta coyuntura de cuentas fiscales con cómodos (en algunos casos, holgados) superávits es un gran negocio para quien lo explota (la empresa) como para quien lo otorga (Balbarrey).

Una idea anacrónica

La idea de privatizar el cobro de impuestos no es nueva en Argentina. Esta experiencia cuenta con numerosos antecedentes: Resistencia, Pilar, Quilmes, Cañuelas, Santiago del Estero o Córdoba. Muchos antecedentes y una constante: fracaso total y rescisión del contrato. Aquí el parecido entre el monorriel del capítulo de Los Simpsons y la tercerización del cobro de impuestos es absoluto. Se trata de venderles a los ciudadanos santafesinos un proyecto que fracasó en cuanto lugar se aplicó. Y se trata de venderlo usando los mismos argumentos que en aquellas ciudades donde fracasó, como una fórmula que no sabe del paso del tiempo. "Modernización y fortalecimiento de la Administración Tributaria Municipal" dice la ordenanza, algo que suena conocido para los que vivimos las privatizaciones menemistas por ejemplo. El Concejal del PJ Darío Giménez dijo durante la sesión del 16 de Diciembre que "este llamado a licitación para mejorar lo que es la calidad administrativa, tiene como fundamento principal dotar a la Municipalidad de Santa Fe de tecnología, que tiene su costo y un alto grado de efectividad y además requiere de una capacitación del personal (…) Esta incorporación de herramientas técnicas y capacitación se da solamente con un tiempo inmediato si se convoca a un llamado a licitación con empresas como reitero se están dando en los grandes municipios de la Provincia de Buenos Aires". La cita no merece más que un solo comentario: los argumentos utilizados son los usados en cualquier proceso de privatización de un servicio público que hemos vivido en Argentina, en donde se infravalorizan los recursos (de todo tipo: humanos, técnicos, etc.) del Estado para justificar el desembarco del capital privado, más eficiente y más avanzado según sus defensores (2).

En Pilar se utilizaron los mismos argumentos, como expresó en su visita a Santa Fe el ex - concejal César Martino. En Córdoba, bajo la gestión de Germán Kammerath, el proyecto del "Municipio Digital" fue un rotundo fracaso. Para ahorrar palabras, cito un párrafo sobre cómo fue la experiencia cordobesa: "La UTE (Unión Transitoria de Empresas) Tecsa estaba integrada por las firmas Relevamientos Catastrales SA, la estadounidense Recovery y SP Consultores SA, acompañados por la Universidad del CEMA y socios tecnológicos como Telecom, Microsoft, y Compaq, entre otros.

(…) la firma se adjudicó la implementación del proyecto "Municipio Digital", que implicaba una inversión de entre U$S 80 y U$S 100 millones en 8 años.(…)Entre otros aspectos, incluía la provisión de sistemas de administración financiera y de gestión tributaria, la puesta en marcha del "gobierno electrónico", la provisión de equipamiento informático, la capacitación del personal municipal y la realización de un relevamiento aerofotogramétrico para actualizar el Catastro.(…)En principio, Tecsa cobraría si la Municipalidad veía incrementados sus ingresos. Sin embargo, el diario La Voz del Interior informó que la firma reclamó 3,6 millones de pesos por los servicios que prestó durante el tercer cuatrimestre del año pasado, cuando la recaudación municipal cayó estrepitosamente Según el contrato, Tecsa cobrará el 19 por ciento del incremento en la recaudación de impuestos; el 26 por ciento de la recuperación de deudas vencidas; el 17 por ciento de la percepción de derechos de la construcción evadidos y el 26 por ciento de la recuperación de diferencias por fiscalización (en todos los casos, mas IVA). En una ampliación del contrato que se hizo por decreto, también se incluyó que la empresa percibiría el 6 por ciento más IVA de los ingresos por moratoria" (3).

La UTE Tecsa es la que hoy se presenta en Santa Fe comprando el pliego de la tercerización del cobro de impuestos por 15.000 pesos. Todo indica que el pliego está hecho a medida de esta empresa. Porque no especifica ni montos ni tipo de impuestos cuyo cobro pase a manos de la empresa, por lo tanto la empresa podría fijarlos. Además, el Presupuesto Municipal 2005 establece la posibilidad de recategorizar algunas zonas de la ciudad, por lo que uno sospecha que la recategorización responderá a las necesidades de ganancia de la empresa, que se quedará con parte del incremento como vimos anteriormente. Por último, cualquier aumento en los impuestos que sancione el Concejo Deliberante beneficiará a la empresa (4).

Después de que la tercerización del cobro de impuestos fracasó en todos los lugares donde se la aplicó. Después de que se derrumbaron los argumentos de mayor eficiencia y mayor tecnología por todas partes. En pleno periodo de condena a la década menemista (reutemista - obeidista en Santa Fe) por parte de numerosos sectores sociales en cuanto a la privatización de servicios públicos. Cuando muchos políticos tratan de aggiornarse a la nueva coyuntura argumentando a favor del Estado y de su intervención en el control de los servicios privatizados. En este momento es cuando Martín Balbarrey trata de "vendernos" este fracasado proyecto. Lógico si miramos la coyuntura económica (5). Anacrónico si miramos la política.

Varias discusiones

Sin extenderme demasiado, quisiera tomar algunos puntos que giran alrededor de este tema de la tercerización del cobro de impuestos, y que quisiera que no pasen desapercibidos a la hora de analizar la situación.

El rol de la prensa

Cuando el vendedor del monorriel llegó a Springfield se "compró" a la gente en una asamblea vecinal. No necesitó mucho más que publicitar su proyecto un poco y así convenció a la gente. En Santa Fe el Intendente Balbarrey no juega precisamente a publicitar este proyecto: tan solo repite como buen alumno el gastado argumento de que "esto se hace para mejorar, para modernizar la Municipalidad". Balbarrey apela, como buen político de esta democracia, a que la gente no sepa más que lo mínimo sobre el proyecto (no por casualidad la ordenanza se aprobó el 16 de Diciembre, cuando todos están más concentrados en las vacaciones que en otra cosa). Y para eso cuenta con el silencio cómplice de los medios de comunicación santafesinos (obviamente hay saludables excepciones). Hoy miércoles, cuando este tema encuentra lugar en muchos sitios web del periodismo santafesino, el Diario El Litoral no dedica ni una sola palabra a hablar del tema. En las radios que más se escuchan (LT 9 o LT 10) el tema se trata generalmente de manera superficial, como si hay gente que opina una cosa y otros otra cosa entonces no es necesario posicionarse porque las conclusiones las saca el oyente. Todo colabora para que la gente no prenda la alarma y se quede tomando mate en su casa. Aunque sea repetitivo, algún día hay que terminar con los medios de comunicación que forman opinión.

La oposición

En un artículo publicado en la edición electrónica de la Revista Tercer Mundo, Pablo Benito escribe "Las voces de repudio a la tercerización del cobro de impuesto se hacen oír cuando las cartas están echadas. Los concejales radicales, otra vez lentos de reflejos, se apoyan en el poder de la opinión pública una vez que la ordenanza ya esta aprobada, la licitación en marcha y hasta la empresa ganadora "designada". Hace 22 años que gobierna el justicialismo y hace 22 años que los grandes negocios se resuelven en diciembre y enero. Pese a que la democracia es ya mayor de edad, la oposición no madura. En navidad se entretiene armando el arbolito y en enero chapoteando en el agua. Parece que si no hay interés sectorial que presione, la ciudadanía está condenada a ser espectador de las mas oscuras decisiones de sus gobernantes" (6).

Coincido con que la oposición es "tibia". Pero pienso que la oposición no puede convertirse en otra cosa, es decir, a mi criterio la oposición es y será tibia, sea del partido que sea. Porque cuando la oposición denuncia o trata de oponerse a algo propuesto por el oficialismo, al nivel político que sea, lo hace en términos estrictamente institucionales. La lógica legal con que se manejan los lleva a poner como primer principio no atacar la gobernabilidad, y mantener el orden social y las leyes (7). Por lo tanto es entendible que formados con esa lógica no les interese que los actores sociales no involucrados en las estructuras políticas participen de la democracia, y si lo hacen tratan de que su participación sea restringida. Esto es muy claro cuando se piensan mecanismos de participación ciudadana como la consulta popular o la audiencia pública. Todo debe entrar en el "corralito" de las formas de la política, en la jaula de los procedimientos formales y leguleyos que agotan a los movimientos.

No veo otra voluntad por parte de la oposición que la de seguir discutiendo en los despachos, la de seguir jugando el juego de la política, la de seguir siendo funcional al oficialismo. En definitiva, la de seguir defendiendo la corporación de los partidos políticos, que es eso, una corporación. Y esto es así sea el partido que esté ocupando la oposición.

La Multisectorial

El apoyo que ahora buscan los concejales radicales en la opinión pública derivó en una reunión y en la formación de una Multisectorial formada por ONGs, sindicatos y otras instituciones. Dentro de ella hay, como en toda aglomeración espontánea, algunos que se suman porque tienen ganas de luchar y otros porque no les queda otra que sumarse. Estos últimos son precisamente los que a la hora de avanzar, en este caso buscando la derogación de la ordenanza 11.145, ponen reparos a las movilizaciones y medidas directas, y siempre salen con la idea de dilatarlo todo a través de juntadas de firmas o reuniones. Son estos los que primero entran en la lógica legal que le conviene a los políticos. Ojalá sean los sectores de la Multisectorial más jugados en este tema los que logren imponer el pulso de las decisiones dentro de la misma, porque de lo contrario todo acabará en reuniones y más reuniones mientras el negocio ya está cocinado.

¿Recaudar para este Estado?

Oponerse a la privatización del cobro de impuestos denunciando que es un negociado más de los tantos que ya vivimos no es posicionarse a favor de que el cobro siga en la órbita estatal tal cual es en la actualidad. La Municipalidad de Santa Fe favorece a los sectores contribuyentes de mayor poder como fábricas o grandes empresas, y esto lo viene haciendo desde que volvió la democracia en el '83. Y no quedándonos solo en Santa Fe, creo que es una constante a cualquier nivel estatal. No veo que esto cambie, ni pueda cambiar bajo un sistema en que la llegada al cargo público se debe a favores de empresarios que, una vez en el poder, se devuelven. Este Estado se comporta como un empresario más, y lo seguirá haciendo a través de la corporación de partidos políticos asociados a las empresas. Mientras estos sigan gobernando. Solamente un cambio en el carácter del Estado, es decir el surgimiento de otro Estado que no se ubique como socio de los que extraen la plusvalía en este sistema, podría acabar con este círculo vicioso entre política y economía.



Opiná sobre este tema

(1) Esto significa que la empresa se lleva la quinta parte del incremento en la recaudación con respecto al ejercicio financiero pasado. Para que se entienda, la Municipalidad de Santa Fe cobró por impuestos municipales y multas la suma aproximada de 47,7 millones de pesos durante el 2004. En el presupuesto 2005, la propia Municipalidad estima que cobrará por el mismo concepto 52,4 millones de pesos. Hay por lo tanto un incremento en el ingreso por recaudación de 4,6 millones de pesos entre el ejercicio 2004 y el 2005. Si el cobro de impuestos se privatiza este año, la empresa se llevará el 20 % de este incremento, es decir alrededor de 900 mil pesos.

(2) El caso de Santa Fe es un ejemplo más de privatización en donde el privado no invierte nada al quedarse con el servicio. La Municipalidad de Santa Fe compró el año pasado alrededor de 60 computadoras, 2 servidores, cableado de fibra óptica y otras herramientas con el supuesto propósito de proveer de tecnología al Tribunal de Cuentas. Según la palabra de los propios empleados municipales, nada de eso está actualmente instalado. Es evidente entonces que la mentada "modernización" de la Municipalidad ya está pagada, solo falta que desembarque la empresa y lo instale.

(3) Extraído de Bloggers Report

(4) En Pilar, según el relato del ex - concejal Martino, el Municipio quiso aumentar los impuestos en un 300 % para beneficiar a la empresa obviamente. Las cuentas no cerraban para la UTE Tecsa (si, también ganó la licitación en Pilar) y el Intendente quiso ayudarla. Pero ante semejante robo el pueblo de Pilar salió a la calle y a través de cacerolazos evitó el aumento.

(5) El proyecto de Balbarrey puede no terminar igual que en Córdoba o Pilar. Porque a diferencia de esos años de cuentas fiscales deficitarias, actualmente podemos suponer que por 2 o 3 años más como mínimo las cuentas del municipio santafesino seguirán con oxígeno, y eso significa ganancia para la empresa. La coyuntura económica es muy buena para un negocio como este. Y si, como se dice, el contrato se hace por 8 años, a la empresa poco le importa, ya que cuando los números no cierren ellos se van y de paso cobran la indemnización por rescisión de contrato (como en Pilar) pagada por los ciudadanos.

(6) Extraido de Tercer Mundo Online

(7) Me viene a la cabeza un ejemplo en el que la oposición fue el PJ y el procedimiento fue el mismo. Cuando De La Rúa estaba en sus últimos días, los políticos justicialistas declaraban por todos los medios sus críticas al gobierno de la Alianza y algunos sugerían que "chupete" tenía que renunciar. Pero ninguno elogió las movilizaciones espontáneas de la gente, porque estas no prestaron atención al llamado del orden institucional que clamaba la corporación política y durante semanas se manifestaron repudiándolos a todos. El Senador Eduardo Menem expresó el pensamiento de la clase política muy claramente: "esto está fuera de control" dijo días después de la renuncia de De La Rúa.

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