Colaboración

Ya es casi seguro que cuando empiece marzo no comenzarán las clases en Santa Fe. Los maestros piden una recomposición y el gobierno retruca con más parches en negro para ver si zafa unos meses más. Marcelo Andelique, delegado docente, opina y explica en esta nota la lucha que viene.

El primer paso para que otros se sumen

por C. Marcelo Andelique (*)

Durante el mes de septiembre del año 2004 los docentes emprendimos una lucha que se llevó a cabo en cada escuela de la provincia en forma contundente y fue recepcionada y acompañada por la sociedad en su conjunto. Estas acciones fueron sostenidas por todos los compañeros y compañeras de norte a sur y de este a oeste de la provincia de Santa Fe. Una contundencia que se expresó en la participación de los docentes a través de la votación y la movilización, que con indignación rechazaba las propuestas del gobierno que otorgaban sumas no remunerativas y no bonificables. Pero los docentes no sólo le decían no al gobierno, sino también a una conducción gremial tibia, vacilante; que por los medios se expresaba a través de la voz del Secretario General Jose M. Tessa. Por eso es doblemente importante esta primera decisión de los compañeros/ras docentes. Daba cuenta de la decisión, de la bronca y de la fuerza del plan de lucha que los docentes emprendieron.

Poco a poco la fuerza se hizo más grande. Los compañeros/ras que al comienzo dudaron en hacer el paro, se fueron plegando y aglutinando en torno a un solo grito: unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode... A nadie escapa, ni al propio gobierno, que las movilizaciones junto a la comunidad en su conjunto, se configuraron como un proceso histórico, porque logró que el presentismo no se aplique a determinadas licencias (1), que se modifique la estructura salarial que implicó un "aumento" en el básico. Sin embargo, esta propuesta del gobierno tuvo varios puntos en contra: 1) para algunos profesores con menor antigüedad no significó ningún aumento y recibieron monedas en sus bolsillos; 2) se generaron profundas distorsiones en los salarios, por ejemplo: un maestro que recién se inicia cobra casi lo mismo que un maestro con el máximo de antigüedad. Cuando a principios de noviembre tuvimos en nuestras manos el recibo de sueldo, muchos caímos en la cuenta de esa realidad. ¿¡Cómo 30$ si tengo veinte años de antigüedad!? Pero aún con estas serias falencias del Decreto, la conducción gremial trabajó para levantar el paro en el mejor momento, donde estaban dadas las condiciones para continuar.

Hoy, a pocos días de comenzar las clases se vuelve a plantear la necesidad de salir a la calle para reclamar por un aumento real del salario básico. El gobierno ante la posibilidad de que los trabajadores estatales vuelvan a movilizarse, firma un decreto donde se les otorga a todos los trabajadores de la provincia una suma no remunerativa y no bonificable de cien pesos. Este "aumento" tiene varias consecuencias que perjudican seriamente los intereses de todos los estatales: 1) porque no respeta los escalafones de la carrera administrativa y docente, como tampoco la antigüedad; 2) porque la Caja de Jubilaciones de la provincia y el IAPOS no pueden obtener recursos de sumas no remunerativas, permitiendo de hecho que se profundice el déficit financiero y el vaciamiento; 3) porque instala con el decreto en su artículo 4 un "virtual presentismo", ya que en el mismo se establece que los cien pesos " ... sólo se devengarán con la efectiva prestación de los servicios." ¿Cuándo deja de ser efectiva la prestación de los servicios? ¿Cuándo tomamos licencias? ¿Cuándo salimos de vacaciones? ¿Cuándo realizamos un paro? ¿Cuándo nos movilizamos? Evidentemente, estas preguntas, de acuerdo a lo que se puede interpretar del artículo, pueden tener una clara respuesta afirmativa. Es decir, compañeros y compañeras, cuando usted pare o se movilice seguramente se lo van a descontar, porque no está efectivamente cumpliendo sus funciones.

Por otra parte, a nivel nacional, el gobierno de Kirchner sale con una política claramente demagógica a generar ilusiones en los docentes restituyendo la Ley N° 24.016 derogada por un decreto del gobierno de Menem. Pero lo que no dice este gobierno, es que el 82% móvil que se sostiene en la Ley no puede ser aplicado porque hay una Ley que contradice a ésta, en tanto prohíbe la movilidad. Además, es falso que los compañeros que se jubilen accederán al 82% de jubilación, ya que este porcentaje no es aplicable a las sumas en negro que constituye la mitad de nuestro salario. También es falso que las compañeras se jubilarán a los 57 y los compañeros a los 60, porque sólo podrán hacerlos aquellos que tengan 10 años continuos o discontinuos frente a los alumnos. Por lo tanto, es una ley discriminatoria ya que, bibliotecarios, preceptores y secretarios en la medida que son cargos no considerados frente a alumnos, tendrán que jubilarse a los 60 las mujeres y 65 los hombres.

Es claro que ambos gobiernos con estas medidas procuran evitar cualquier conflicto que obstaculice el inicio de clases. Frente al Decreto del gobierno de Obeid, muchos dirigentes presionados por sus bases tuvieron que salir a decir que estaban en contra de este aumento y que lo consideraban insuficientes. En AMSAFE todas las mociones plantean medidas de fuerza: paros de 48 horas, paros de 72 horas, no inicio de clases. Esto da cuenta de la bronca y el rechazo. En general, la mayoría de los docentes han tomado conciencia de lo que significa seguir cobrando la mitad del sueldo en negro, por las consecuencias negativas que tiene para el IAPOS y la Caja de Jubilaciones.

Lo que pone en evidencia este Decreto N° 288 es el miedo del gobierno a que el conflicto se generalice como el año pasado, donde el proceso de autoconvocados desbordó a las conducciones de UPCN y ATE. Este es el momento para que se convoque a un paro provincial, sólo falta la decisión política de los dirigentes. Sin embargo, las declaraciones en los medios de algunos dirigentes dan cuenta de que no les interesa la unidad. Por ejemplo, el propio Tessa, que es a la vez Secretario General de la CTA Santa Fe, ante la opinión pública no mostró ningún interés por plantear la unidad con el resto de los estatales, ni tampoco convocó a la organización conjunta. Evidentemente, será difícil que esto ocurra si las bases no presionamos, si no nos organizamos democráticamente como lo hicieron los compañeros de Metrovías en Buenos Aires.

Los docentes llevamos adelante una gran lucha por aumento salarial el año pasado, que continuaron los estatales, y que sin embargo terminó con una nueva burla por parte del gobierno, y una nueva agachada de la burocracia provincial. Pero lo que pasó no debe paralizarnos, debemos continuar la lucha emprendida el año pasado construyendo el NO INICIO con un plan de lucha que recorra toda la provincia, junto a todos los estatales, única garantía de romper el aislamiento al cual nos someten las burocracias (Tessa, Yasky, De Genaro, etc.). Por un Salario digno que implique un aumento de 250 pesos más en el básico; por el blanqueo de las sumas en negro, por la suspensión y posterior derogación de la ley Federal de Educación, por el retorno a la ley jubilatoria 6915, entre otros. Los docentes debemos unirnos con el resto de los trabajadores estatales. Demos el primer paso, ahora necesitamos seguir caminando, porque sólo la unidad de todos los trabajadores estatales podrá lograr los reclamos salariales y laborales que nos dignifiquen.



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(*) Delegado e integrante de la
Nueva Corriente Docente
Agrupación Interna de AMSAFE

(1) Cabe aclarar que el presentismo no fue derogado, ya que se mantiene para determinadas licencias sin goce de sueldo y para cuando los docentes intenten ejercer el derecho de huelga. Es decir, el presentismo sigue operando para el gobierno como un arma política de control, ya que le permite romper la organización y la unidad de los docentes a través de la amenaza de descuento.

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