Colaboración Un artículo del diario El Litoral sobre el barrio de Guadalupe motivó esta crítica de Liliana. En realidad, como ella dice, en realidad la crítica es para gran parte del periodismo, que repite cual verdades algunas afirmaciones propias del discurso sobre la inseguridad que la mano dura nos legó. ¡Necesitamos un periodismo diferente! por Liliana Berraz (miembro de las Manzanas Solidarias, vecina del Bº de Guadalupe) Leí con algo de atraso el artículo sobre la Villa de Guadalupe Este, del martes 18 de octubre [publicado en el diario El Litoral, de la ciudad de Santa Fe. El artículo está firmado por Sol Lauría y Mónica Ritacca] y no puedo dejar de hacer algunas críticas a las periodistas que la realizaron, por la superficialidad de las afirmaciones, por el poco profesionalismo, por repetir aseveraciones sin corroborar su veracidad, o al menos sin poner la objetividad que debiera ser una condición del periodismo. Mis críticas como habitante de Guadalupe desde 1953, pretenden ser constructivas...sinceramente pienso que tal vez las periodistas sean personas jóvenes y con falta de criterios amplios, conciencia histórica política y les puedan venir bien estas reflexiones. Si bien este artículo es el que me irrita especialmente y me lleva a escribir estos párrafos, debo decir que se vienen decantando desde hace tiempo por el tratamiento cotidiano que muchos periodistas hacen en relación al tema seguridad. Desde la reseña histórica lejana de los orígenes de esta villa hasta el presente, el discurso está hecho desde una óptica de quienes detentaron y detentan poder, desde los "legales", desde un "deber ser" desde lo "blanco" y desde una sola religión: el catolicismo. Para que se comprenda mejor, me iré refiriendo a algunos párrafos. El primero haciendo historia..."Entre malogrados intentos de alejar malones y construir ciudadanía…don Juan G. De Setúbal donó un oratorio....". A más de 500 años del genocidio que significó la conquista y la posterior "repartija" de la tierra robada, me parece nefasta la frase señalada, donde se contrapone el "demonio de los malones"… (o sea los indios defendiendo sus derechos) a la construcción de la ciudadanía en manos de los blancos y fundamentalmente una ciudadanía cristiana. Pero como cristiana, sé que no es la "ciudadanía" que vino a enseñar Cristo ¿no?, asentada sobre cadáveres de otros seres humanos y sobre la violación de sus derechos humanos. "Hoy Guadalupe tiene de todo...colegios, instituciones, clubes, comercios...". "Así la escuela Ntra. Sra. De Guadalupe educa a las chicas del lugar desde 1911, como su par denominada La Tolde lo hace con los varones del barrio". Además de estar equivocados los nombres, el primero es el Colegio San José y el segundo es Ntra. Señora de Guadalupe, me pongo a pensar qué habrán sentido quienes pusieron su alma y vida en las otras escuelas, claro no privadas, ni católicas como la Escuela 38 Estanislao López, la Exc.655 Paula Albarracín de Sarmiento, la Escuela 21 Pedro de Vega. Parece ser que para las periodistas, en estas escuelas no se educa o bien, allí no van "los chicos y las chicas del barrio". "En la actualidad el barrio es muy distinto al que permanece en el recuerdo de los vecinos más antiguos. Al parecer antes era tranquilo y uno podía sentarse en la vereda o tomar un descanso sin ningún tipo de preocupaciones...sin embargo el panorama cambió completamente y ahora deben vivir enrejados""..... Además de ser una total exageración eso de "vivir enrejados"…(¿o acaso lo comprobaron?), son afirmaciones totalmente descontextualizadas, sin hacer una mínima referencia al proceso que nos convirtió en un país inseguro, fundamentalmente por la inseguridad en que nos sumieron los grandes delincuentes que vaciaron a nuestro país, las empresas multinacionales y nuestros serviles funcionarios. Se presenta la situación como una cuestión aleatoria, caída del cielo...Me parece que ningún periodista que haya estudiado para tal, (al menos que lo haga con una intencionalidad) puede caer en estas simplificaciones que sólo potencian la ideología Blumberg. En este sentido se transcribe textualmente lo dicho por un vecino: "Esto es tierra de nadie dado que la ex - traza de Vialidad se comunica con tres asentamientos que tenemos cerca del barrio". Se habla de barrio cuando se refiere a Guadalupe Este…ahí viven los vecinos…las personas… Los pobres, en cambio, viven en asentamientos y jamás se los nombra como nuestros vecinos....¿Qué barrio tan cristiano no? Qué pensará Teté, una vecina de Playa Norte, o Rosa, o Manuela, o Liberato o Silvia…si leen esto…(si, aunque las periodistas no lo crean, ellos saben leer…y saben pensar…y tienen corazón y dignidad...y no eligieron ser pobres). ¿Son acaso los "malones" de otras épocas? ¡Por suerte! Y para tranquilizar a los lectores, las periodistas cuentan haber sido testigos de un "amplio despliegue de entrenamiento de efectivos policiales en Playa Norte" a cargo de las GOE, y la autoridad policial entrevistada dijo: "los patrullajes y la presencia policial en el límite del barrio residencial con la villa de emergencia son permanentes y permitió que el accionar de una conocida familia de malvivientes que habita allí haya disminuido"... Y sí....para una sola "familia de malvivientes" fueron necesarios tres destacamentos policiales: uno en el Club Luz y Fuerza, otro de la URI, y otro de la Brigada de la Playa....que en un operativo se chocaron y se hirieron entre ellos. Sólo bastaba hace un tiempo atrás decisiones políticas y terminar con la corruptela policial y la connivencia con contados delincuentes. Estigmatizar a una familia, convirtiéndola en el chivo expiatorio y demonizar una zona, especulando con futuros negocios inmobiliarios, son estrategias de mucha bajeza, pero es nefasto que el periodismo repita sin investigar. Esa familia tiene muchos hijos, que se avergüenzan ya de su apellido. Para qué envolver todo el artículo con el "manto de la Virgen de Guadalupe", valorizar los orígenes cristianos de la villa…si no se les respetan a esos niños ni tan siquiera el "derecho a su identidad, a tener un nombre y apellido". Y viene otra frase entre contradictoria y fantasiosa: "A pesar de los patrullajes en Guadalupe Este , una característica es común entre los vecinos del barrio: viven enrejados y después de las 18 ya nadie sale de su casa. El motivo según manifestaron los lugareños, se vive con miedo debido a que los ladrones coparon la zona". Para semejante generalización supongo que habrán recorrido el barrio en ese horario… Pero además las periodistas deberían observar y denunciar otros tipos de robos, tal vez más delicados, como los medidores de luz alterados en casas de muchos vecinos, los enganches a los servicios de cables, la evasión de impuestos, el mercado que existe con las compras de cosas robadas. Siempre se mira al ladrón que está debajo, generalmente al más pobre, al de piel oscura, sólo a ellos se los ve como causantes de tanta "inseguridad", sólo a ellos las patrullas policiales los paran, los palpan, cuando van por las calles. Ojalá la "guerra urbana" de Francia sirviera como lección para el mundo entero...y si no fuera para todo el mundo, aunque sea para mis vecinos, para nuestros gobernantes, para los empresarios…y para los periodistas. Opiná sobre este tema |
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