Biografías curturales

La poesía pantanense ha sabido darnos grandes espíritus, nos ha sabido regalar innumerables artistas de las letras. Lamentablemente a Juana Nemesia Ordoñes el establishment cultural la relegó al sector de la "curtura", un espacio innoble desde su punto de vista, pero el más valioso desde el nuestro, el sector de los que se atreven a todo por sus ideales.

Juana Nemesia Ordoñes

La poetisa petisa

por Maytland Goyeneche

Juana Nemesia Ordoñes nació a la tardía edad de tres años. Cualquiera podría decir que tres años es una edad temprana, pero coincidiríamos que si se trata de una edad para nacer es un poco tardía, sobre todo si tenemos en cuenta que por lo general la gente nace mucho antes de esa edad, exactamente tres años antes.

Sus padres, oriundos de la pujante ciudad de Esperanza se tuvieron que tomar el buque huyendo de un prestamista a quien estafaron con el cuento del tío, un tío que supuestamente iba a instalar una curtiembre con la que se llenarían de dinero.

Fue en Pozo Borrado donde a Nemesia se le dio por nacer, y digo se le dio porque, bueno, ya lo dije...

Allí su padre trabajaba en una fábrica de gomas de borrar mientras su madre se quedaba en casa hilando en una antigua rueca que había heredado de un antepasado que parece era descendiente de la nobleza rusa, con la que hacía un poco de dinero para comprar libros a un vendedor ambulante que todos los años pasaba por ahí. No hace falta que me ponga aquí a relatar lo dificultoso que es para un espíritu inquieto poder cultivarse en parajes inhóspitos y alejados de los centros cosmopolitas como Pozo Borrado. Poro no fue la inquietud literaria de su madre lo que haría de Nemesia la gran artista que hoy todos conocemos.

En 1963 sus padres deciden inscribirla en una escuela de campo para que curse su primer grado, cosa que hace sin muchas dificultades durante cinco años. Definitivamente la educación formal no era su fuerte. Pero fue el contacto con la naturaleza lo que desataría su sensibilidad impetuosa y al terminar la primaria (sin poder recibirse ya que la maestra se negó a firmar el certificado porque la consideraba un caso perdido) comienza a colaborar en la Asociación del Villancico Apócrifo de Pozo Borrado redactando los libros de actas.

De esa época datan sus primeras poesías, una serie de versos sin rima que cantaban su amor por la naturaleza sin concesiones, tal como atestiguan los títulos de esas primeras poesías: "Oda al sauce llorón", "Nostalgia de mi vaca", "Mi rancho de naranja lima" o "Ojos de perro muerto".

Luego la crisis económica asola su familia y debe abandonar sus inquietudes poéticas para poder parar la olla, pero ni aún así, lavando calzoncillos ajenos y vendiendo empanadas de soja ceja en su empeño por el arte de las letras, escribiendo poesías en papel de envolver fiambres va haciendo un acopio de una obra realmente importante, tanto por su volumen como por su calidad.

Al fin, en la década del 70 un trágico accidente se lleva a sus padres a tierras lejanas y ella libre de ataduras filiales se marcha a la gran ciudad, bueno, digamos, a la capital donde sobrevive por un tiempo confeccionando rimas chuscas para jugadores de truco en el Club Cultural y Deportivo Pucará. Tal vez recuerden aquellos versos inolvidables: pintor que pintó el cielo, pintor que pintó el sol, etc, etc, etc...

Junta unos pesitos y puede financiar su primer libro de poemas basado en sus primeras experiencias en la ciudad: "El pudor". Lamentablemente a pesar de la presentación exitosa el libro pasó desapercibido y fue un fracaso de ventas. Aún hoy se pueden conseguir algunos ejemplares en las mesas de saldos en los negocios de canje.

Así es como se convierte en una avanzada de la autogestión literaria, financiando de su propio bolsillo cada uno de sus emprendimientos, cosa para lo que tuvo que recurrir a los más variados oficios, cosa que aún hoy continúa haciendo. Por ejemplo es la encargada de hacer los poemas que Goity le dedicaba a Florencia de la V en Los Roldán. También tuvo una fugaz participación con los Borestein cuando querían renovar la televisión de terror, uno de sus títulos más audaces fue "El ataque de las salvajes caracolas marinas". La producción del programa era tan pedorra que nunca se pudo filmar. Obsérvese como incluso desde el título ella nunca abandona su procedencia del mundo de las finas letras.

A fines de los 80 logra editar un long play haciendo una selección de sus mejores poesías de adolescencia. "Mis mejores poesías campestres" tal el título de la obra. Fue un suceso interesante que fue bien recibido por la comunidad de artistas que en ese momento vivían un gran renacer cultural en Santa Fe. El disco se vendió en El Submarino Amarillo hasta agotarse en tres semanas.

Y a partir de allí toda su actividad cultural no hace más que crecer en volumen y cantidad. Por medio de un convenio con la UNL edita una serie de tres libros de poesías que si bien no pudo vender a nadie por lo menos quedó muy bien con sus amistades.

"Amaneceres románticos" es el primero de sus libros de nueva cosecha. Indaga en la cultura popular rescatando las premisas más básicas cayendo en una parrafada auténticamente cursi que ni Poldy Bird podría haber superado.

Con "Amor de un joven pobre" eleva un poco la puntería aportando una retahíla de cuartetas muy trabajadas, de sensibilidad exquisita y de final inesperado. Dicen que Arch quiere llevar el libro al cine, pero que nunca lo pudo encontrar.

"Soledades tristes" es el último libro que logró colocar en la UNL, de alto contenido autobiográfico narra en verso sus penurias de juventud que su baja estatura le habría deparado.

Su necesidad de expresarse nunca cejó, y siempre fue genuina y negándose a vender su alma al demonio realizó su último libro sin alterar ni una coma de como lo había redactado, lo que le valió el visto malo de la Universidad ya que se negaron a publicarle "Los radicales son unos boludos", que en realidad era el que cerraba su serie de cuatro libros sobre sus vivencias personales. De todas maneras consigue una subvención de la Gloriosa JP y así edita su último libro hasta el día de hoy.

En diciembre del 2001 funda junto a Luis Alberto Bujajeruk Manzano "La escuela de las artes y los oficios diversos", donde se encarga de la cátedra "Poesía y vanguardia", la que abandona al poco tiempo por diferencias con el plantel de profesores. Ella dice que la discriminaban por ser petisa, pero todos los indicios nos apuntan a un romance el profesor de Malabarismo.

Actualmente se desconoce su paradero, pero seguro , si Susi Thomas nos está leyendo sabrá rescatarla para que podamos seguir disfrutando de un exquisito paladar para la poesía.

Buenas noches.


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Juana Nemesia Ordoñes. En la presentación de su primer libro de poesías: "El pudor".
En la década de los 80 sacó su primer long play con poesías campestres..
Aún el gran público conoce de su pluma anónima.
"Los radicales..." ilustración que Nemesia utilizó para su polémica obra.
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