Diario de viaje La discusión en movimiento. por Daniela Pierotti Rumbo al sur…. Es la primera vez que viajo equipada, viajo al sur. Al edén de los fríos… a la casa que alguna vez ilusoriamente he tenido entre las gaviotas del Uruguay y los deshielos de las cumbres andinas. Esta ruta de ida, desolada, a través de La Pampa, se disimula un poco con los sonidos de una música actual que se acopla en este bus casi vacío. Zanón resuena en mi cabeza desde el eco de sus cantos: "Aquí están, estos son, los obreros sin patrón". Cantos nacidos y repetidos en el lugar de la lucha: las calles, la fábrica misma, las rutas. "Aquí están, estos son, los obreros de Zanón". Estoy ansiosa por llegar y eso me quita el sueño en este camino cansado de arbustos y de pedacitos de destinos… Me atrae el sur, con sus soledades y sus acontecimientos. Atrae Neuquén con su fuerza liberadora, con su angustia resistente a un gobierno criminal. Atrae la imagen de Daniel en este vidrio empañado, frente a mí, el primer obrero muerto de la fábrica de cerámicos, hace 6 años… el primer paso hacia la lucha actual. Hacia la reivindicación del control obrero tan legítimo como la lucha misma de estos compañeros incansables, imparables. La misma ansiedad resume toda esa historia que he seguido de cerca en un día de viaje. Se me agolpan estos últimos años en la cabeza abarrotada de voces, de audios, de promesas, de represión sistemática, de compañeros muertos, de piquetes, de marchas… y Neuquén levantándose desde ese polvo, con un rostro mapuche apareciendo, golpeado y vivo, desde su forma de expresar que es tierra intercultural…. Ésa es la tierra del Neuquén. Si pudiera explicarme en este momento diría que soy el mismo valle que respiré en los altos de Bolivia, ese mismo anhelo, ese valle que se alarga y esta senda que se va acortando hacia el sur. "La fábrica, un país distinto…. El traqueteo de las máquinas inunda permanentemente el aire… no hay nada más vivo que estos hornos, estos molinos, estas cintas sin fin…. garantizando el sustento de más de 400 familias…" En enero de 2005, tres integrantes del colectivo Testimonios de Montevideo, Uruguay, viajaban a la Argentina y la sensación era la misma: "…en la negrura de esta noche sin luna trato de distinguir este paisaje inmenso y solitario…recuerdo fragmentos de un viaje anterior…. La Patagonia qué amante exigente es, lo abraza a uno y nunca lo deja partir….aprieto mi cara contra el vidrio de la ventanilla…." Recuerdo la voz de ese programa y otra vez, veo a Daniel, otra vez frente a mí… como guiando este viaje…. Los luchadores heroicos de Argentina…. "Aquí están estos son los obreros de Zanón"… Hoy es 6 de mayo de 2006 y la visión nocturna se repite. La historia en lo profundo de su avance y retroceso se repite en estos pensamientos andantes que quieren llegar en este otoño hasta este amanecer en el sur. Y al fin llego. El predio me recibe enorme. Lo primero que me sorprende es el humo blanco que sale de las chimeneas. El humo como realidad paralizada en fotos viejas, aparece ahora vivo, viviente, me reciben dos chimeneas humeantes. En el cielo aparece esa certeza, la chimenea humeante en medio de un país que naufraga entre sepulturas. Y recuerdo frases sueltas, comentarios sobre Zanón: construyen futuro… ni un paso atrás… El predio equivale a 7 hectáreas de superficie. La toma de la fábrica fue en octubre de 2001. Entonces eran 270 trabajadores en pugna contra la patronal y también contra la burocracia sindical. En pugna contra Luiggi Zanón, el patrón amigo de los militares, de Alfonsín y de Menem, del gobernador Sosbich y de la dolarización. Vaciadores y corruptos que se llenaron los bolsillos con millones de dólares en préstamos del BID y del gobierno, dinero para inversiones monstruosas, que nunca llegaron a la fábrica. "La gente que estaba en el sindicato arreglaba con la patronal. Ellos arreglaban a quien se echaba. Y se echaba a los que estaban en la lista negra, es decir, a los que no acordaban con el sindicato."- relata Alejandro López, actual secretario general del sindicato de ceramistas. "En esos años tenían una guardia privada que te interrogaba a vos, a tu familia, a tus vecinos para contratarte. Y despedían a fin de año en forma masiva a los trabajadores y renovaban personal. Era la época de los contratos, cada uno tenía que pasar 4 contratos de 6 meses. De los 140 que entraron en el 92 quedaron 30 o menos. Se encargaban de que no se relacionaran los nuevos con los viejos. A los nuevos los mandaban a sectores nuevos de producción para que no hubiera contacto con los obreros viejos." Pero aparecieron los primeros conflictos: accidentes de trabajo, retraso de salarios, reducción de personal. Entonces se estaba pensando en un despido masivo a los nuevos. La patronal lo había acordado con el sindicato. Lo anunciaron en una asamblea en el comedor a la hora del almuerzo. "Un compañero de los nuevos se paró y dijo que si echaban a alguien iban a parar por más que sean contratados porque muchos de nosotros tenemos hijos y necesitamos el trabajo entonces estamos dispuestos a parar." Esa asamblea logró algo de unidad y los obreros comenzaron a comunicarse clandestinamente en el baño y enviándose papelitos." Raúl Godoy, otro referente de Zanón, cuenta que adentro la fábrica era una dictadura: "hicimos trabajo clandestino, si te marcaban te echaban. Hicimos el trabajo por afuera, organizamos largos campeonatos de fútbol: un equipo por sector. Y cada sector tenía un delegado, para empezar a mamar la dinámica del sindicato. Empezamos a trabajar desde lo social, el fútbol que es una pasión, nos sirvió." Comenzaron los aprietes intimidatorios y los obreros decidieron en asamblea que ninguno se iría con plata, el que quisiera irse renunciaría como trabajador y se iría sin dinero extra. En octubre del 98 por asamblea ganaron la comisión interna. Comenzaron a trabajar según la ley de trabajo 23551, pero con todo en contra. Durante dos años tuvieron conflictos duros que se resolvían discutiendo en asamblea. Tenían sólo la comisión interna. Sobre las demás fábricas de cerámicas (Cerámicos Neuquén, Cerámicos del Valle y Tiffany de Cutralcó) seguía la vieja dirección. Echarla parecía imposible, pero no lo fue. Desde la toma de la fábrica hasta hoy se abrieron más de 200 puestos de trabajo. Los primeros 10 fueron para piqueteros jóvenes, luego para hijos de obreros y obreros cesanteados. En Zanón hoy trabajan 470 obreros, todas las decisiones se toman en la asamblea, la comunidad se une a la lucha, toda la comunidad los apoya porque todo se fue decidiendo con la comunidad, no se encerraron en el conflicto interno con la patronal. A pesar de los 5 intentos de desalojo, el proceso de lucha no se ha neutralizado, sigue la lucha por la expropiación y estatización. En noviembre de este año 2006 se termina el plazo de la cooperativa que el juez autorizó debido a que los obreros no cedieron ni un milímetro en su reclamo. Habrá otro intento de desalojo. Seguramente la resistencia será acompañada por la comunidad debido a la atinada inserción social de los compañeros obreros. Están decididos a pelear los puestos de trabajo hasta las últimas consecuencias. Han presentado el 1º de mayo a la legislatura más de 16000 firmas para que se trate y apruebe la ley de expropiación que ellos proponen y exigen. Esa nueva ley contempla la expropiación sin deuda. El 27 de febrero de 2005 hubo una nueva ola de amenazas y represión en Zanón, con secuestro de personas. Raúl Godoy y Alejandro López recibieron otra amenaza de muerte: "Sos boleta, te vamos a hacer cagar, te vamos a matar…" quedó grabado en el contestador del teléfono con total impunidad. Una escalada en amenazas completamente funcional al MPN (Movimiento Popular Neuquino) de Neuquén, a la ola de represión de Jorge Sosbich, el mismo que abasteció a Luiggi Zanón, el mismo que puede operar violentamente mientras el gobierno de Néstor Kirchner lava la cara al aparato del PJ. Los más de 300 procesados, presos políticos y muertos siguen poniendo de manifiesto que las conquistas sociales de este tipo representan un peligro para el sistema que protege la propiedad privada. FASINPAT pone en riesgo el funcionamiento del poder económico de una provincia que ha comprado a síndicos, jueces, que ha comprado matones. "El miedo lo fuimos perdiendo solo....- cuenta Omar, otro compañero de la fábrica- creo que perdimos sensibilidad con nosotros mismos… Fuimos a cortar vías, a cortas calles… Pasamos tantas. Fuimos a Las Heras, a Mosconi….nos fuimos endureciendo. Hay a compañeros que no les gusta salir de la fábrica, a esos compañeros tenemos que hacerlos salir para que vean la repercusión que tiene Zanón afuera. Hoy nos podemos parar en cualquier lado y a cualquier compañero de Zanón se lo respeta (por más que tengamos referentes) por todo el trabajo que hemos hecho. Cualquier compañero tiene autoridad para pararse delante de cualquiera y exigir. En cualquier momento nosotros podemos salir a pedir solidaridad, porque hay momentos críticos donde vos tenés que exigir al resto de las organizaciones que se pongan a la altura de las circunstancias y tomen medidas sobre algunas cosas, que se la jueguen. Decimos que Zanón es de todos, nosotros le abrimos la puerta a todo el mundo. Todo el que quiere venir a la fábrica tiene las puertas abiertas. No decimos que es nuestro, nosotros vivimos de la fábrica, pero no podríamos hacerlo sin el apoyo de esta gente. Cuando peligra la gestión nosotros exigimos que se nos ayude, que se haga algo. Es un compromiso porque no podemos dejar que caiga esto, porque esto costó mucho, esta fábrica estaba arruinada cuando se fue Zanón, nos costó mucho poner a punto cada línea de producción. No se la vamos a regalar ni al gobierno provincial, ni al gobierno nacional, no se lo vamos a regalar así nomás." Mientras el gobierno no da un solo puesto de trabajo, los trabajadores son los que generan más de 200. Mientras el ministerio de trabajo concede limosnas a los obreros, los trabajadores aseguran a todos el mismo salario digno. "No podemos agruparnos con la dirigencia, sino con los trabajadores. No podemos estar con quienes bajan línea. Acá nadie baja línea a nadie, acá un compañero dice yo opino esto y, si tiene el consenso y se vota, gana el compañero. Entonces no hay un plan marcado, el plan lo marcan los trabajadores. No es homogéneo, hay diferencia de pensamientos. Tenemos asambleas casi todos los días y una jornada una vez al mes, nos juntamos a las 6 de la mañana ese día. Cada sector tiene un coordinador que los representa y dos veces por semana hay reunión de coordinadores donde se discuten las cosas que van surgiendo en el medio que no son cosas grandes y se resuelven por consenso, si son cosas graves que involucran al conjunto, se resuelve en asamblea. A las 2 de la tarde se para, se hace una asamblea casi todos los días y se resuelve… o se vuelve a reunir a la noche." Omar trabaja en prensa. Él me explica que se trata de que todos los obreros roten por las diferentes áreas de producción. Se proponen en asamblea las rotaciones, se capacita a los obreros durante 6 meses y entonces, durante dos años pueden permanecer en la nueva función. No es obligatoria esta rotación pero se trata de incentivar en este sentido para que todos sepan todo dentro de la fábrica. En Zanon se trabaja desde la arcilla hasta la cerámica lista para ser vendida. Funcionan áreas de enfermería, prensa, guardia, producción, mantenimiento, diseño, cocina…todas importantes para que el proceso completo resulte de excelente calidad. Cristian hace hincapié en que la relación de Zanón con la comunidad es crucial en todo el proceso de la fábrica. Siempre colaboraron con barrios, con la universidad, contribuyó con su ejemplo como reagrupamiento de muchos sectores. "Nunca abandonamos la calle, nunca abandonamos el terreno de la lucha, siempre estuvimos ligados a otros sectores de trabajadores." En la última amenaza de desalojo, en abril de 2003, eran 300 obreros adentro de la fábrica. Y afuera había unas 5000 personas que rodeaban la fábrica en apoyo a los trabajadores. "Nunca tenemos que perder el trabajo con la comunidad - repite Omar-, vamos a los barrios, vamos a las tomas, no solamente en Neuquén sino en Las Heras, con los compañeros del subte, los ferroviarios, o sea hay un arco grande alrededor de Zanón. Queremos la fábrica al servicio de la comunidad." Mantener el control obrero significó reducir los riesgos de accidentes, sostener las áreas sociales que se han abierto, contener y ser solidarios con los trabajadores, realizar donaciones y obras públicas. Desde cero comenzaron a tipear una computadora, primero con un dedo después con tres y ahora manejan un área de prensa. Lo mismo sucedió con el programa de radio a cargo de algunos trabajadores, transmitido por la fm de la Universidad de Comahue y que se llama "Nuestra Lucha". Poco a poco se fueron animando y capacitando y compartiendo esa capacitación entre todos. Resolvieron también el tema de la cobertura en salud. Tienen un servicio médico en la planta y consultorio externo pagado por la gestión. Los especialistas cobran los mismos sueldos que los obreros y el doctor Mujica que no cobra un centavo dedica todo el día al trabajo médico en la planta. Para comercializar las cerámicas tuvieron que cambiar el nombre de Zanón por FASINPAT, lo lograron con la personería de Madres de Plaza de Mayo. "Lo bueno que tiene esta fábrica es que somos 460 que no pensamos lo mismo, tenemos diferencias, las discutimos pero el objetivo es el mismo: conservar la fuente de trabajo y lograr la expropiación. Si lo llegamos a lograr no vamos a parar porque pretendemos que el control obrero se extienda al resto de las fábricas. Eso nos diferenció del resto de las recuperadas, que pudimos cerrar filas con compañeros politizados que son los más difíciles, con compañeros no politizados y con compañeros independientes." Prefieren perder una oportunidad pero dar un paso seguro. A la práctica solidaria la traducen en presencia y en colaboración. Los une también una nueva memoria, la memoria de la ocupación, de lo mucho que pasaron, una memoria colectiva que es identidad colectiva y que "les hace bien". En tres años generaron 225 puestos de trabajo de incrementaron la producción de 10 mil metros a 400 mil desde enero del 2002 hasta hoy. El trabajo fue en todos los niveles: productivo, político y también anímico. Cristian repite que siempre siempre hay que dar la discusión, pero en movimiento. Esto es FASINPAT, estos son los obreros sin patrón. Opiná sobre este tema |
|
|||||
|