Los Personajes del Capitán

"Las trece rosas"

por Juan Carlos Marcolini

29 de marzo de 1939, Madrid cae totalmente en manos de los franquistas.

Los seguidores del Generalísimo comienzan una cacería de "rojos" o de todos aquellos que hayan mirado con simpatía a la República.

Madrid se convierte así en un gran centro de delación, ya que cualquiera, para salvar su vida o simplemente para congraciarse con el nuevo régimen, delataba a su vecino o compañero de trabajo. La policía política de Franco soltaba a los presos y los seguía, y todos aquellos que se le acercaban eran inmediatamente apresados.

La "resistencia" a la ocupación había quedado en manos de dirigentes de la segunda línea del PCE, ya que a finales de febrero del 39´el Buró Político decidió la evacuación del mayor número de dirigentes antes de que la capital cayera en manos de las tropas de Franco.

Así fue, que cuando los nacionales entraron en la capital, prácticamente la totalidad de los dirigentes estaban fuera del país, quedando a cargo del partido y de la Juventud Socialista Unificada (JSU), cuya tarea era la de ayudar a los presos, a sus familias, esconder a los fugitivos y la tarea más titánica de todas: recomponer los restos de la derrota y reorganizar la JSU.

La Secretaría General de la JSU recayó sobre un joven de 21 años. JOSE PENA BREA, a quien la policía franquista lo detiene y lo somete durante días a torturas en la comisaría del Puente de Vallecas. Brea, para mitigar su sufrimiento decide contar todo, lo que ocasiona una cascada de detenciones.

Las trece rosas estaban entre ellos.

Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brissac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, cuyo único delito fue defender la legalidad republicana contra el alzamiento militar del 36 y todas, salvo Blanca, la mayor de ellas con 29 años y la única casada y con un hijo de 11, militaban en la JSU, en el PCE, o en ambas organizaciones a la vez. Ni eran protagonistas ni lo pretendían, aunque los acontecimientos les reservasen ese papel, ya que ante la ausencia de hombres y para no despertar sospechas, las chicas hacían las veces de correo o de enlace.

Su destino fue la prisión de Ventas, una cárcel modelo construida en 1933, y con capacidad para algunos cientos, albergó a miles de reclusas en las peores condiciones, sin mencionar las torturas y vejaciones sufridas en forma cotidiana. Muchas de ellas fueron peladas e incluso les raparon las cejas.

Así pasaron los últimos días las treces rosas, hasta que en la madrugada del 5 de agosto de ese año y luego de aguantar interrogatorios y torturas fueron fusiladas.

Dos días antes habían sido condenadas a muerte por un Consejo de Guerra acusadas del delito de "adhesión a la rebelión", fueron enjuiciadas quince mujeres, dos de ellas se salvaron, una por tener 15 años y la otra por su nombre escrito como el de un varón.

Antes de ser fusiladas, en ese mismo paredón, habían sido fusilados 43 miembros más de la Juventud Socialista Unificada. Se cree que fue en represalia por el asesinato de un comandante y de su hija en una emboscada. Nunca se encontraron a los culpables.

Lo curioso es que este comandante de apellido Gabaldón estaba investigando a miembros masones que ocupaban cargos en el ejército nacional.

O sea...

Y así las cosas, tan apresurada fue la ejecución que no contó con el visto bueno del caudillo hasta 8 días después.

Cabe señalar que las penas de muerte quedaban en suspenso hasta que se recibiera el ok del dictador.

De los familiares de las chicas, dos madres se volvieron locas y otras no fueron a recoger los cuerpos, seguramente por cuestiones de seguridad.

De la carta de Julia Conesa Conesa: "Madre, hermanos, con todo el cariño y entusiasmo os pido que no me lloréis nadie. Salgo sin llorar. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente. Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija, que ya jamás te podrá besar ni abrazar".

En estos momentos se esta terminado el rodaje de una película sobre las "trece rosas".


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