Breves de sábado (13/10/07)

El desmoronamiento de los símbolos

por Miguel Espinaco

Ayer fue 12 de octubre, un nuevo aniversario del descubrimiento de América.

En realidad, ya esta idea misma del descubrimiento de América fue criticada hasta el cansancio, al punto que ya casi nadie duda que los asiáticos cruzaron en algún momento - tiempos ha - el estrecho de Bering hacia la actual Alaska. Otros hablan de un marino chino que se habría topado con nuestro continente algunos años antes que Colón pero viniendo desde el otro lado del planeta y, por si todo esto fuera poco, hay quienes hablan de mapas europeos anteriores al famoso genovés, en los que ya América aparecía dibujada.

Pero quién sabe. Y la verdad, tampoco es lo importante en este caso.

Digamos que el rigor histórico no desmentirá que América fue descubierta por esos tiempos como nueva tierra para la exploración y más que nada para la expoliación, y quizás por eso ese fue el descubrimiento que mereció pasar a la historia.

Para la vieja historia, el que los europeos perdieran el mérito de haber sido los primeros es realmente lo de menos. Lo más importante es que toda la edificación simbólica construida a partir del mito del descubrimiento fue viniéndose abajo: la aventura de la colonización y de la evangelización fue deviniendo conquista y la perseverancia y el huevo de Colón terminaron en los cinco siglos igual que León Greco hizo canción para que quedara claro.

El famoso encuentro de civilizaciones se demostró como un atropello, como un pisotón gigantesco de los que habían desarrollado un poder militar superior, como un robo a mano armada con genocidio incluido.

En un paso más en este positivo desmoronamiento simbólico, el INADI, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, va a presentar un proyecto de Decreto para que el feriado nacional del 12 de Octubre sea denominado "Día de la Diversidad Cultural Americana" y se transforme en una jornada de valorización de las identidades étnicas y culturales y de reflexión histórica, efectuando las modificaciones necesarias para incorporar el cambio en los calendarios escolares y en las currículas de capacitación a docentes y haciendo pasar entonces a la historia la denominación Día de la Raza, que instaurara Hipólito Irigoyen como otra de las tantas concesiones culturales que se hicieron a los conquistadores.

Hay otros símbolos, todavía, que tendrían que caer. El General Roca, por ejemplo, ese reconocido asesino serial de la llamada campaña del desierto, nos mira todavía desde el billete de mayor valor que tiene la moneda nacional. Pero así y todo, con los símbolos no alcanza.

Un relevamiento realizado por Página/12 y publicado ayer, revela que a 515 años de la conquista, las comunidades indígenas mantienen en Argentina 397 conflictos por la tierra que implican una superficie de 8,6 millones de hectáreas, o sea algo así como el tamaño de tres provincias de Misiones juntas.

Son territorios de los habitantes originarios, de esos que - ahora se reconocería oficialmente - tienen una cultura diversa, o sea distinta. Son territorios que ellos pretenden recuperar porque eran de ellos, son la tierra que los vincula a las costumbres, a la cultura y a la historia.

Los símbolos son ciertamente importantes, pero los símbolos por sí solos no alcanzan. También hace falta reparar el daño en lo que se pueda reparar y devolver lo robado es parte de esa reparación histórica.

Y también, claro, hace falta comprender. El genocidio, la conquista, no pueden ser contadas como accidentes históricos. La historia que antes se contaba, esa historia de héroes que cruzaron mares para traerles el progreso y la verdadera fe a los indios atrasados, no puede ser convertida ahora en su opuesto paralelo. Sería una tontería que ahora contemos que la conquista es simplemente una historia de malos muchachos que mataban a indios buenos.

Hubo un robo y para eso es que hubo un genocidio; en eso no se diferencian para nada los conquistadores españoles, de Hitler o de Videla. Más allá de los símbolos, esto es lo que habría que debatir en las escuelas en cada octubre.

Digo, para que la historia sirva para entender también lo que nos pasa, para que nos sirva para entender que en el fondo, las sociedades que se organizan alrededor del robo - sea que con reyes o con capitalistas - estarán condenadas siempre a repetir la historia y de hecho la están repitiendo hoy mismo, con el Estado de Israel dominando y masacrando indios palestinos.

O con Bush, con los indios iraquíes.


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