Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado

La idea fue del paciente, el tipo pidió que le instalen un reproductor de mp3 de 2 gigas junto con el marcapasos, para poder escuchar música directamente en el cerebro, mediante un artilugio que estaba en etapa experimental y que había descubierto en una revista seudo científica.

En el mismo pasquín leyó, que la tecnología para incorporar teléfonos celulares en el cuerpo de la gente ya era un hecho, le dijeron que si él estaba dispuesto a arriesgar su vida no había problema y que si quería también le podían incorporar un teléfono, una cámara digital de alta definición, Internet y rastreador satelital por el mismo precio, el tipo que era japonés dijo que si inmediatamente.

Los del hospital que no eran ningunos salames llamaron ese mismo día al dueño de Apple y el chabón les expresó que la idea era revolucionaria y que si salía bien la iban a juntar con pala mecánica.

En un mes el japonés salio del hospital con un marcapasos y un i phone de 15 gigas con cámara digital al lado del corazón conectado directamente al cerebro, el tipo podía escuchar música como nadie jamás la había escuchado, podía sentir la música y entenderla al mismo tiempo, no existe droga conocida capaz de llegar tan lejos. Podía poner pausa a voluntad, recibir una llamada y contestarla sin necesidad de abrir la boca, obviamente tenia puerto usb y podía conectarse a cualquier computadora.

El nipón funcionaba como una lap top o note book con conexión inalámbrica de Internet. Solo por joder imagínense eso de tener el cerebro directamente conectado a Internet.

Entre las recomendaciones que le dieron estaba la referida al consumo de alcohol y de otras drogas porque no sabían cuales podían ser las consecuencias, de hecho, los médicos no tenían ni idea de ninguna de las consecuencias que semejante experimento podía traer.

La cuestión es que al japonés se le fue modificando el cerebro y sus funciones, empezó a dejar de dormir, descansaba de a pedazos, cada parte de su cuerpo iba descansando por turno de acuerdo a sus necesidades. Aislaba dolores, ubicaba y reproducía a voluntad células encimas y otros artilugios naturales para esquivarle el bulto a las enfermedades, por supuesto que se hizo inmortal e infinitamente sabio y cosa rara, no se volvió loco ni quiso conquistar el mundo.

El tipo sacaba fotos y filmaba con los ojos, miraba y guardaba todo. La memoria que le habían instalado al principio creció geométricamente, la capacidad de su cerebro mejoró en cantidad y calidad.

Al principio te sacaba fotos de los casamientos y los cumpleaños, filmaba videos y te los bajaba editados con subtítulos en el idioma que quieras, después empezó a hacer películas ya que el japonés del cuento era su propia cámara y su propio editor. Los primeros cortos fueron criticados con cautela por la prensa especializada, pero su primer largometraje le voló la peluca a todo el mundo.

Tarantino (quien otro podía ser) fue el primer director de cine conocido que se fue a Japón al hospital éste donde se había operado el japonés del cuento y quiso que le hicieran la misma operación con algunas modificaciones, pidió que le incorporaran zoom, flash, gran angular y una serie interminable de giladas pero se murió en la mesa de operaciones.

El primer y único hombre que pudo manejar con éxito esta nueva tecnología fue el japonés que a la final tuvo hijos que salieron como él, pero mejor, y a partir de ahí una nueva raza de hombres reinó sobre la tierra y fuimos salvos y sanos hasta que otra vez de vuelta le erramos el vizcachazo y la quedamos de nuevo.

Libertad a Seguro


Después que el camello le dijo que no ramón se puso como loco, agarró sus cosas y se mandó a mudar. El camello lo siguió un rato tratando de hacerle entender algunas cosas pero no había caso, ramón seguía en sus trece y avanzaba con el ceño fruncido sin decir esta boca es mía. El camello también opto por callar y seguirlo en silencio.

Cuando llegaron al oasis, tomaron agua y comieron, aun sin hablarse, el camello pensaba que su pequeño y frágil mundo se venia abajo, ramón era todo lo que tenia y la posibilidad de perderlo se le hacia insoportable.

Ramón creía estar dándole una lección al camello, pero ahora no estaba seguro, ver sufrir al una criatura tan fiel de esa forma lo acercaba a la misericordia.

Ninguno de los dos sabia bien qué decir ni cómo, de que forma romper esa capa de hielo que cada vez se hacia mas densa y mas dura al punto que ni el sol del desierto podía derretirlo por mas que insistiera, como insistía ramón en meterse puñados de dátiles en la boca y así fue como se terminó atragantando, y se ahogaba el muy salame. El camello no sabia que hacer, veía a ramón debatirse entre la vida y la muerte y no podía hacer nada, ramón le señalaba la espalda con desesperación y el camello entendió que lo estaba picando un escorpión y empezó a buscar el bicho con los dientes con tanta torpeza y atropellamiento que lo mordió mal y en ese momento ramón pegó un grito desesperado y el dátil salio despedido con la violencia de un proyectil que fue a dar en la cabeza de un beduino, que estaba tratando de afilar un lápiz con un alfanje, veinte kilómetros al norte, el beduino cayo fulminado y los otros beduinos, que son el general muy rencorosos, salieron en busca de un enemigo que nunca encontraron, a todo esto ramón se recuperaba y el camello agradecía a alá y a la final terminaron a los besos definitivamente reconciliados entre ellos y con la vida. La noche del desierto los encontró haciendo cucharita debajo de una palmera.

Libertad a Seguro


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No tengo porqué
aguantar
sin levantar la voz
esas voces
que tan cerca
mío
insisten
persisten
en su insensatez,
con que necesidad
tengo dos oídos
casi al lado de
los ojos
que bien mejor
estarían
siendo sordos.


Soy
de donde
el agua
no es un elemento,
es un castigo.


Cuando no te quede
más que esa atracción
por las paredes
en las noches de fandango
y la resaca.


Si supiera
o tuviera
la certeza
de que este
calor
calienta
me quedaría
a vivir
en ese espacio
que en tu pecho
tengo rentado.

Delfina Contreras

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