Breves de sábado (17/11/07) Chocolate por la noticia por Miguel Espinaco Hay que salir en los diarios. Esa parece ser la consigna. A lo mejor no sea tan así, a lo mejor a los diarios hay que llenarlos con palabras y entonces los cronistas van y preguntan y los personajes consultados contestan algo porque algo hay que contestar, y entonces después eso que dicen aparece como un titular o como un comentario de peso. Digo, no sé. Por lo menos, las opiniones de los opositores más renombrados son frases forzadas que no dicen absolutamente nada que no fuera previsible. Obviamente, también era previsible que contestaran lo que contestaron, pero los cronistas fueron lo mismo y preguntaron. El tema de la semana era, claro, el nombramiento del gabinete de la nueva presidente. Peirano quiso meter las uñas en el indec, le dijeron que no y él entonces dijo conmigo no cuenten: una puja de poder de esas que hacen parte del folklore de estos gobiernos en los que cada cual representa los intereses de algún grupo empresario. Culpa de esa escaramuza, hubo que acelerar los anuncios, no fuera a ser cosa que los famosos "mercados" se pusieran nerviosos por la duda de quien sería el nuevo ministro de economía. La anécdota es eso, apenas una anécdota, pero sirve para medir qué poco cambiaron las cosas desde los criticados noventa. Te decía sobre las opiniones de los opositores. Como si no se hubieran enterado de que las elecciones las ganó el oficialismo, todos criticaron la continuidad. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, dijo que en el futuro gabinete de Cristina Fernández "permanecen los ministros más corruptos de la gestión anterior", y que por lo tanto esto es la continuidad de lo peor. "Lamentamos que la Presidenta electa haya elegido seguir con lo mismo" dijo Gerardo Morales que fue candidato a vice de Lavagna, y el mismo Lavagna no se salió tampoco del libreto: "es un no-recambio y hay demasiada continuidad" Pero hay más declaraciones todavía, todas hechas con el mismo molde. Jorge Sarghini, diputado bloque Justicialista Nacional nos explicó que "el nuevo gabinete es más de lo mismo" y que "muestra claramente que el gobierno de la esposa del Presidente es una continuidad del gobierno del marido": chocolate por la noticia, da ganas de decirle. Y Rubén Giustiniani, senador y presidente del Partido Socialista y ex candidato a vice de la Carrió dijo que no hay novedades, que este cambio de gabinete expresa la continuidad de las políticas económicas sociales que se vienen a aplicando. Es verdad que no había mucho para decir, apenas cabía algún comentario sobre que la concertación plural no era tan plural y sobre que los radicales ka no consiguieron ningún ministerio y se tendrán que conformar con algún puestito en las segundas líneas, si lo consiguen. Más allá de algunos enroques y de un empujón por lo menos en lo formal a la investigación, con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la única novedad tuvo que ver con la designación de Martín Losteau en economía. Pero lo único novedoso de Lousteau parece ser que será ministro dos días después de cumplir 37 años y que se convertirá de ese modo, en el segundo ministro más joven de la historia, detrás del ya no joven Antonio Cafiero. Más allá de su edad, el tipo no es un principiante: viene de ser presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Y más allá de la edad, tampoco es un recién llegado al equipo de Cristina Fernández: ya la acompañó a España, en el viaje que tuvo más connotaciones económicas de todos los que realizó la entonces candidata oficialista. El cambio de nombres parece ser apenas eso, un cambio de nombres. Losteau se ha mostrado dispuesto a mantener el dólar alto, aunque el eufemismo que eligió fue el de llamarlo un tipo de cambio "real, competitivo y estable", ha sido aplaudido por la Unión Industrial, los bancos están esperanzados y todo hace suponer que el modelo kirchnerista que parte y reparte entre los empresarios lo obtenido vía los altos precios internacionales de los commodities, seguirá como si tal cosa. Y para mostrar también que las cosas no cambiaron tanto desde los denostados noventa del menemismo, en el que todos estaban enredados aunque se criticaran por los diarios, digamos que este joven economista viene de militar en el grupo Unidos del Sud creado por Francisco de Narváez y por parte de candidato a ministro también vendría a ser pariente de Elisa Carrió, ya que trabajó junto a Alfonso Prat Gay, que incluso le prologó uno de sus libros. Más de lo mismo, no recambio, continuidad. Son adjetivaciones que en la política argentina podrían aplicarse con una mayor perspectiva que sólo a este cambio de gobierno, que sólo a un cambio de gobierno que, para colmo, ni siquiera lo es. Opiná sobre este tema |
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