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"No es solamente la violencia física" Reportaje: Miguel Espinaco El 25 de noviembre fue instruido como día internacional de la no violencia contra la mujer. El origen de esta fecha, que fue reservada por las Naciones Unidas en 1999, lo explicaba Yadira Henriquez de Sanchez Baret, presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, en el acto inaugural de la sesión extraordinaria del consejo permanente sobre la participación de la mujer: "con profundo orgullo y con inconmensurable tristeza recordamos hoy el Día Internacional de la no Violencia contra la Mujer, instituido por resolución de las Naciones Unidas como iniciativa del gobierno de República Dominicana y apoyado por más de 60 Estados. Un día que fue escrito en la historia del mundo con sangre de tres mujeres dominicanas, asesinadas en esta fecha, por haber tenido la inquebrantable ambición de lograr la libertad política y la democracia en su país, mi querido país, República Dominicana". El día fue instituido en Colombia en 1981 y luego se extendió a diversos países en recuerdo de las hermanas Miraval, que fueron detenidas a causa de su lucha contra el gobierno de Rafael Trujillo, que fueron violadas y asesinadas y que sus cadáveres fueron expuestos en las calles de Santo Domingo como amenaza a las mujeres que las quisieran imitar. El domingo pasado, en nuestro programa de radio, entrevistábamos a Alejandra Kosak Slobodianiuk, sicóloga social que junto a otras colegas y a un grupo de asistente sociales, ha desarrollado y desarrolla trabajos desde una perspectiva de género en barrios de Santa Fe. Lo ha hecho antes desde organizaciones no gubernamentales y ahora integra programas estatales específicos coordinados por la Secretaría de Promoción Comunitaria de la Provincia. Como el tiempo de radio es breve y el tema merecía mayor espacio, optamos por continuar el reportaje y entonces nos encontramos el mismo martes 25 con Alejandra para seguir charlando. - Yo quería primero aclarar algo. Los otros días pensaba que uno habla de género y en realidad muy pocas personas saben lo que es género. Eso nos pasa en los barrios. Nosotros empezamos diciendo "mi abuela, decía que el género eran las telas". Incluso una vez nos pasó que invitamos a una organización barrial y las mujeres fueron y se las veía muy sorprendidas de lo que estábamos hablando. Y era tal la cara de sorpresa que nosotros le preguntamos: ¿ustedes venían por otra cosa, no? Y nos dijeron que venían a aprender a coser, que les habían dicho que iban a aprender a coser porque íbamos a trabajar en género. La confusión se da. Y nosotros les dijimos ¿vieron como las sorprendimos? Género en realidad es una construcción social que va determinando formas, comportamientos, conductas, de lo que es ser varón y de lo que es ser mujer. Que es diferente de la cuestión biológica, masculina y femenina. Esto que lo aprendemos desde que somos chiquitos, viste? Que a las nenas les regalan cosas rosadas y a los nenes cosas celestes y ahí ya el rol social va configurando la subjetividad de este sujeto, porque la mujer puede hacer determinadas cosas y el varón no. Si la mujer anda por arriba de los árboles es una machona, si el varón anda por arriba de los árboles es un loco bárbaro, si la minita tiene muchos novios es reputa, si el vago sale con muchas minas es un galán. Estas cuestiones son las que van generando estos comportamientos, estas conductas. Y estas cosas, para sostenerse, se llenan de mitos, de cuestiones que se van entrelazando, que se van dando por verdaderas y que no lo son. Uno de los trabajos que tenemos nosotros es empezar a desnaturalizar esto y a trabajar sobre esos supuestos mitos que tienen las mujeres. Entre estas cosas se da, por ejemplo, en estas cuestiones de género, que al varón se le atribuye el espacio público y a la mujer el privado. - La casa. - La casa. La mujer es la reina en un castillo, en un castillito muy chiquitito, la reinita de su casita con sus principitos. El hombre está en el espacio de lo público. Esta cuestión de que la mujer está ligada, supuestamente entre comillas, a lo natural. Tiene que ver con la reproducción de los hijos, de lo hogareño, en realidad de cuidar la mano de obra que necesita el sistema ¿no? Pero bueno, todo esto. Y el varón a crear cultura, que tiene que ver más con el conocimiento, con la exploración en otros ámbitos. Vos me preguntabas los otros días del tema de este orden social y yo te planteaba que en realidad el patriarcado es el que sostiene este sistema capitalista. Yo tengo mis dudas si el capitalismo puede seguir sosteniéndose sin el patriarcado. Y bueno, y esta es la lucha. La lucha es una, nomás. El tema es éste, que lamentablemente dentro de este sistema hay gente más vulnerable que otra, de eso estoy convencida. - Bueno, pero se adapta bastante el capitalismo, al tema de integrar a la mujer a los ámbitos laborales..... - Pero con un discurso mentiroso. Muchas mujeres se lo creen, dicen ahora podemos salir a trabajar, pero en realidad la mujer tiene tercera jornada laboral. La mujer va a trabajar, va al espacio de lo público, vuelve, sigue trabajando en su casa, sigue siendo la que mayoritariamente - hay excepciones - pero la que mayoritariamente está con el tema de la escuela, del médico, de los chicos. Yo digo, no doble jornada laboral, triple jornada laboral es, y no remunerada. En estas condiciones, es terrible la situación de la mujer. Encima la exigencia. Hoy una mujer para salir a trabajar tiene que tener menos de 30 años, ser preciosa, y esto obviamente no incluye a la mayoría. - Si, y encima que no jodás mucho con los chicos... - Muchas mujeres tienen que mentir que son solteras, que no tienen chicos, para conseguir trabajo. Las lindas son consideradas mujeres objeto para las empresas. Leíamos con un grupo de mujeres, no me acuerdo qué empresa era, una de esas grandes, que les daban un instructivo a las empleadas, hasta dónde desprenderse el botón de la camisa, cuales eran los movimientos sensuales que tenían que hacer en la oficina.... cuando las habían convocado como empleadas administrativas. Es una situación de mierda. - El otro día habíamos hablado del tema de la fecha. Me decías que te parecía bien que hubiera un día instaurado.... - A mi me parece bien porque instala. O sea, hoy prendí la radio temprano y ya en un programa, no me acuerdo si era el de Tepper o cual, lo repitieron varias veces, y estaba planteando hacer una serie de entrevistas y demás. Prendo la tele y se está generando la discusión. Eso me parece importante, que empecemos a debatir esto. Pero yo insisto, que la situación de violencia no es solamente la de violencia física, si bien es terrible el grado de violencia física que hay contra la mujer, pero también hay violencia sicológica, también hay violencia económica, y esto lo vemos a diario. Yo te decía que en los barrios que trabajamos, si decimos que el 80 % de las mujeres de los grupos con que trabajamos sufren de violencia física, con esta cuestión de lo público y lo privado, que hace que la gente piense que la situación de violencia es una cuestión de familia en la que no hay que meterse, donde termina siendo siempre responsabilizada la mujer porque por algo será, o porque se deja golpear, o es una tonta, sin entender que esta violencia física está acompañada de años de violencia sicológica con baja autoestima, con amenazas. Por eso es importantísimo que la mujer empiece a conocer sus derechos, porque el golpeador le miente, le dice si vos te vas con los chicos sabés que perdés la casa, perdés todos tus derechos y no es así, la ley ampara a la mujer porque en realidad se va en defensa de su vida. Hay mujeres que nos cuentan que tenían la madre lejos, por decirte en Paraná, y que el tipo no las dejaba visitarla porque les dice si vos salís de la ciudad perdés los chicos. Entonces constantes amenazas, sumado a lo que yo te contaba de que el tipo golpeador es un tipo sumamente seductor, que si vos le contás a otro te dice no te puedo creer que este tipo golpee a su pareja, porque es tan encantador y tan amoroso.... Es una situación compleja. La posibilidad también de denunciar - cuando se anima a hacer la denuncia - se da con una pared, porque la policía no toma la denuncia. Tenemos casos de mujeres que los policías les piden favores sexuales. Llegar también a los juzgados es bastante complicado, no olvidemos que nosotros estamos basados en la ley romana, o sea que la cuestión de la familia, a pesar de que hay una nueva ley de violencia familiar, todavía es medio compleja en la cabeza de los jueces, esta cuestión de que no hay que destruir la familia. Los otros días, me decía una de las mujeres que fue a la jueza y la jueza le dijo andate vos. - ¿andate vos de tu casa? - Andate vos de tu casa. O sea, al tipo golpeador lo dejaba con los hijos en la casa de ella. - Vos contabas también de la iglesia, el otro día. O, mejor dicho, de las iglesias. - La iglesia es un tema que para nosotros es muy preocupante, muy preocupante porque las mujeres en los barrios a los primeros que piden ayuda por una cuestión de confianza y demás, es a los sacerdotes del barrio, a los pastores de los distintos cultos y esto, te digo, mayoritariamente no hay una que te diga lo contrario. Siempre viviendo años de violencia porque los tipos les dicen volvé hijita, ya se le va a pasar, con distintos matices. Por ahí en otras religiones tiene el diablo en el cuerpo, ya vamos a hacer un proceso en que todos vamos a orar y lentamente se le va a ir, otros, tenés que tenerle paciencia, está preocupado, está que se quedó sin trabajo. Pero no todos los desocupados le pegan a las mujeres, no todos los alcohólicos le pegan a las mujeres, no todos los adictos le pegan a las mujeres. Y esta cuestión de que la familia no se rompa, a costo de lo que sea, porque no solo es la mujer la que vive la violencia, sino los hijos. Y es tal el miedo que le tienen a los tipos, tal el miedo, tal el grado de amenaza.... Nosotros conocíamos una señora que había estado casada con un policía y él la violaba, la quemaba, la torturaba en la cama, y ella no podía ir a un dispensario porque sabía que obviamente el médico le iba a preguntar qué era. Y estaba totalmente amenazada, y se le empezó a pudrir el cuerpo, hasta que él se murió. Esto que te estoy contando parece terrible, pero son hechos que uno los ve todos los días, no? El tipo llegaba y ella le tenía que sacar las botas, lavarle los pies, y después sabía que comenzaba toda la fase de tortura. Lo que ella decía es yo no sé en qué me equivocaba, qué es lo que hacía mal. Y otra cuestión es que lo que hace el golpeador es que empieza a aislar a la mujer, la empieza a aislar de la familia, la empieza a aislar de los amigos, la deja sola. - ¿Cómo se sale de eso? Por la experiencia que tuvieron ustedes, por las cosas que vieron ¿cómo se sale? - Primero, es muy complejo en los barrios. Bueno, en todos lados es complejo, pero cuando las mujeres están todavía en pareja con estos tipos nosotros tenemos que inventar miles de artimañas, no decir venimos a hablar de violencia familiar porque no las dejan, porque a ellas mismas - aunque estén padeciendo la peor de las violencias - les sigue pareciendo que eso es natural, que es natural que sea así. Una vez que están en los grupos trabajamos mucho la autoestima, porque esto es lo primero que está socavado en la mujer: yo me merezco esto, él tiene razón, no sirvo para nada... Porque te digo, esto va acompañado de años de violencia sicológica, no servís, sos una bruta, no podés opinar, no hacés nada bien, y aunque la mujer se mate por hacer todo perfecto, él siempre va a encontrar algo para decirle que las cosas no están bien. Y encima, la violencia tiene un ciclo, no? Generalmente, nosotros decimos que hay varones que uno ya puede empezar a ver signos de un posible golpeador en la etapa de noviazgo, esto lo charlamos mucho con las chicas jovencitas, los pellizcos, las bromas, la tiradita de pelo, hacerla responsable de la relación, si me dejás me mato, todas estas cuestiones que lo centran en el poder a él, no? Y mayoritariamente se da una vez casados. El ciclo de violencia tiene que ver con varias etapas, y entre esas etapas está la que empieza con discusiones que se van haciendo cada vez más violentas, empiezan los golpes, un periodo de tensión muy fuerte, y después esta etapa de empiezo a pedir disculpas y prometo que voy a cambiar y entra lo que nosotros llamamos la etapa de luna de miel: él llora, pide disculpas, le pide por los hijos, que no lo va a volver a hacer, que estaba nervioso. Y vuelve esa etapa del romance total en el que la mujer vuelve a comerse el verso y otra vez empieza a funcionar el ciclo de la violencia, pero estas situaciones matan. Con esto tienen que ver mucho los medios de comunicación. Yo me enojo muchísimo cuando leo en los diarios crimen pasional, porque parece que esta cuestión de la pasión y del amor dejara afuera al delito. Y en realidad es un delito y el tipo es un delincuente. - Y cómo se sale? - Nosotros, digo nosotros pero creo que en general todas las mujeres que estamos trabajando en esta temática, hace unos años ya nos venimos replanteando trabajar con los hombres también todo esto. Lo que pasa es que en un primer momento siempre nos pareció que las mujeres necesitaban su espacio propio donde poder decir lo que necesitaban, donde poder decir lo que les jodía sin que esté el tipo monopolizando la palabra. Nosotros trabajamos mucho esto de poder salir del rol, de empezar a trabajar la autoestima y empezar a corrernos de ese rol donde se deposita tanta mierda. - De ese rol de mujer como construcción social? - De ese rol que yo llamo de esclava, en realidad. Es terrible. Te digo esto y me pongo mal porque me acuerdo de situaciones medias así jodidas, no? Trabajamos esto de que la mujer no merece. Ningún ser humano merece eso, ni varón, ni mujer, nadie. Nadie le tiene que pegar a nadie, lo que pasa es que está naturalizado esto del golpe. Trabajamos mucho esto porque las mujeres somos transmisoras de cultura también, y pensemos cómo criamos a los varones y como criamos a las mujeres, o que le pegamos a nuestros hijos, y hemos naturalizado pegarle a los chicos. Y trabajamos mucho ese aspecto, lo que es el maltrato infantil, en qué cambia un chirlo, no cambia en nada. En realidad lo que hace es ponernos a nosotros en una situación de poder elevadísimo para decir acá mando yo, pero no modifica para nada la conducta de la criatura. Entonces, empezamos a trabajar todos estos aspectos. Hay situaciones muy jodidas que nosotros decimos mejor que esté sola, que se excluya al tipo del hogar, hay situaciones que no son tan jodidas y se puede trabajar con la pareja, pero fundamentalmente tienen que trabajar ellos. Es como el juego de la silla, vos te corrés para que el otro se corra, sino, no se puede. - El otro día me comentaban que había grupos piqueteros que estaban en contra de la denuncia policial, de denunciar al tipo a la policía. - Eso fue un debate que tuvimos en Mendoza, en un Congreso de Psicología Social, que fue muy bueno porque estuvimos presentado el trabajo que nosotros estábamos haciendo en los barrios. Pero la idea era poder trabajar no solo desde la experiencia, sino poder reconceptualizar cosas. Había un trabajo muy interesante, pero muy interesante, que se está haciendo en La Matanza, y el debate que ellas contaban que se había generado en el mismo movimiento de mujeres de La Matanza era no entregamos nuestros hombres a la cana, no entregamos a nuestros compañeros a la cana, con lo cual yo decía, es todo un debate, realmente para hacerlo. Evidentemente yo creo que no entregaría a nadie a la cana, si vos te ponés a pensar así. Pero un tipo que pone en riesgo la vida de una compañera no puede estar en una organización, de eso estoy convencida. O sea, si instala la situación de poder desde el golpe, desde este poder completamente abusivo, no puede estar en una organización, porque de última está avalando este sistema patriarcal, pero ya elevándolo a la máxima potencia. - Y no puede estar en la organización significa que puede ser, que considerás que sí puede ser. Porque aparte el problema de denunciar a la policía, tiene que ver con el problema de sacar a lo público también, más allá de lo que sean la policía y la justicia. - Para mí es importantísimo que se saque a lo público, que sea entendido que es un delito. Nosotros siempre le decimos a las mujeres: si vos ves que a tu vecina le entraron al garaje y le están robando el auto qué hacés, llamás a la cana. Ahora si vos ves que a tu vecina la están fajando, qué hacés, y no, porque después se arregla, no? porque es problema de pareja. Hay alguien que está cometiendo un delito y un delito que está penado en la ley, que tiene que ser sancionado. - Vos contabas el otro día en la radio de algunas cuestiones alternativas que se estaban haciendo en algunos lugares, como el tema de los escraches. ¿Así los llamaste, no? - Si, puede ser escraches. Son nuevas formas de organización que van adquiriendo las mujeres, porque justamente, hablando de violencia someten a lo que es la violencia institucional, la violencia institucional que yo te contaba, lo que es la cana, lo que es... hay una divina que a cualquier cosa que no sale dice mirá que te armamos un piquete, pero que tiene que ver con las cuestiones de defender sus derechos, a todo el mundo amenaza que le va a armar un piquete. Por ejemplo, cuando un golpeador empieza a golpear y se enteran, se escucha, se sabe por una vecina, se hace la gran silbatina, se empieza a salir a la calle a tocar el silbato, a hacer ruido y demás, y se van congregando en la puerta del golpeador hasta que esto cesa. Lo que hacen de esta manera es dejarlo expuesto socialmente al tipo. Así como eso, nosotros trabajamos mucho la cuestión de la solidaridad de género, la cuestión de que las compañeras cuando saben que hay una mujer que está atravesando una situación violencia las visitan, las visitan, las visitan, las acompañan a los juzgados, las acompañan a la policía....no es lo mismo ir sola a la cana que ir cincuenta mujeres a presentar la denuncia. Esto ya está muy incorporado dentro de las chicas. - Vos trabajás ahí en barrios pobres, no? Pero la violencia no es solamente de los barrios pobres. La violencia contra las mujeres, digo. - No, la violencia, yo te decía los otros días, que por ahí lo que pasa es que las casas de los burgueses tienen paredes más anchas, nada más. Bueno, recordemos que Menem le pegaba a Zulema, Zulema lo denuncia a esto. Estamos hablando de un presidente, más allá que nos guste o no nos guste, es un presidente, digamos, donde estaba instalada la violencia doméstica. Esto es así, esto se da en todos los sectores, en todas las clases sociales, con la diferencia por ahí de que las mujeres apelan a otros mecanismos, por ahí está la posibilidad del sicólogo, está la posibilidad de otras salidas que no tiene la mujer de los barrios marginales. El otro día me comentaba una chica de un barrio, que había pedido en junio un turno con la sicóloga del dispensario y recién tiene para diciembre. Entonces se te hace muy muy complicado y por ahí otro con otra cabeza te dice por qué no va al Cullen o al Iturraspe y es sencillamente porque no tienen el peso para el colectivo. Esto que a mi me emociona mucho que por ejemplo los otros días, porque las mujeres en los barrios donde yo trabajo, no solo se reúnen los días que nos reunimos con las charlas, sino que al llegar el mes empezaron a incorporar esto de reunirse solas a estudiar y a debatir los conceptos. Te digo que tienen un nivel de conceptualización que deslumbra, es maravilloso, esto de poder entender que no es necesario terminar el secundario para poder pensar y racionalizar. Y una contaba que para irse a otro barrio porque se juntaba con gente de otro barrio, tuvo que salir a vender curitas. Decía hace tanto calor, hace tanto calor y tenía que vender tanto para juntar plata para el colectivo, para poder ir a estudiar con las chicas. Y esto realmente a uno, a esta altura, lo conmueve muchísimo, viste? - Yo el otro día te decía, y me parece que ahora lo aclaraste de algún modo con la cuestión del género, no? Pero, el problema es que por ahí cuando se escucha hablar desde una perspectiva de género, en general toda perspectiva tiene el problema de que limita, no? ¿Cómo se integra este problema con la violencia de conjunto, digamos la que sufre el desocupado, la que sufre el asalariado que pierde salario, el que está al borde de ser despedido continuamente, toda esa violencia, no? - Es que cuando nosotros planteamos esta cuestión de género, fijate que te digo, que va poniendo esas cuestiones de cómo ser varón y cómo ser mujer. Y no nos remitimos únicamente a cómo ser mujer, o sea, vos fijate el varón. En estas cuestiones de género el varón era el que tenía que llevar el dinero a la casa, que toda la familia tenía que vivir de él, eso le daba un lugar, una situación de poder. Con la crisis terrible que pasamos, con la situación de desocupación y demás, la crisis llegó también al varón. Hoy hay muchos hombres que están deprimidos, que están muy mal, porque esto es como que se ha socavado el rol que ellos tenían que tener socialmente. En realidad, esto de como ha configurado la subjetividad las cuestiones de género, afecta tanto a hombres como a mujeres, afecta a los dos, y la violencia es la misma. Esto de los hombres no lloran, que se les enseñó a los hombres que no deben llorar, y estos hombres tienen una angustia guardada acá, por años. Esto de que el hombre no debe ser cariñoso, que el hombre debe ser frío, muchas veces le ha quitado al hombre la posibilidad de disfrutar a sus hijos, porque un hombre no debía estar con los chicos, este era un rol asignado a las mujeres. Y en realidad ha salido perdiendo el varón, en estas cuestiones de género, en estas cuestiones del sistema patriarcal salimos perdiendo los dos. Lo que pasa es que en esta situación hay muchas mujeres que nos dimos cuenta de que si nosotras no peleamos solas, de que si no salimos a pelear por nosotras, nadie va a hacerlo. Esto es una realidad. |
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