¬ Página Anterior Ir a la Portada Página Siguiente ®

Sombras del 2001

Por Miguel Espinaco

     A veces parece que las cosas no cambian, que son siempre iguales a sí mismas, ayer igual que hoy y tan parecido a mañana. Pero no. En realidad, la realidad casi siempre está cambiando y lo que antes parecía inconmovible resulta ahora endeble y fugaz,

"No nos sentimos representados"

    El viernes pasado el paro oficial ya estaba levantado. UPCN, el gremio mayoritario y eternamente oficialista, había explicado en una conferencia de prensa que una votación masiva había aceptado la propuesta del gobierno. ATE, un gremio ligado a la CTA nacional, mantenía la asamblea permanente, a la espera de que dicha propuesta fuera formulada por escrito. En el hall del Centro Cívico, una masiva asamblea autoconvocada, determinaba marchar a la plaza para encontrarse con una columna llegada desde los hospitales de la capital santafesina, y seguir la protesta. Les preguntamos a los que marchaban qué estaba pasando entre los empleados públicos y esto nos decían:

  • Estamos aquí para que el gobierno nos escuche, porque UPCN siempre trató de encontrar la solución y nunca la dio. Entonces estamos buscando por nuestros propios medios abrirnos para ver si conseguimos algo entre todos los autoconvocados.
  • Estamos autoconvocados junto con la gente de Educación, Hacienda, Salud, IAPOS, la gente de Vivienda... Todos nos juntamos ahora en la plaza para rechazar esto que está dando el gobierno como aumento porque esto no es un aumento. Queremos aumento al básico, porque tenemos un sueldo básico de 35 pesos y nos quieren aumentar el presentismo y eso no es un aumento para nosotros. La canasta familiar está a 900 pesos y la categoría inicial está cobrando 530 pesos. No nos sentimos representados por nuestros gremios.
  • El empleado público, con este tema de Maguid que firmó un acuerdo viciado de nulidad, porque ha recogido firmas de gente que no es la que está por ahí comprometida con el acuerdo de los sueldos y han mentido diciendo que solamente un 13% firmó por el no y que un 87 firmó por el sí, está totalmente viciado. Entonces esto es un grupo de autoconvocados, de gente que se reunió sin ninguna bandera, sin nada, para venir y protestar contra ese acuerdo.
  • Estamos peleando por un salario digno, todos los compañeros que estamos acá autoconvocados, y es toda una mentira lo que los gremios dicen, nosotros no estamos apoyando a ninguno de los gremios porque es todo una barrabasada lo que dice el señor Maguid. Él dijo que agarremos y vayamos a ver las notas que tienen los gremios, cuando el negocia con el gobernador de la provincia y con todos los ministros que están adentro y él puede vivir con lo que roba, no nosotros que somos gente decente y gente que queremos un sueldo digno.
  • Los sueldos no satisfacen las necesidades básicas, nos han dado sumas en negro que no redundan en beneficio de los jubilados, no hay aporte a la obra social y con los manejos de los dirigentes sindicales no nos sentimos representados.
  • Aparte de eso tenemos que ser inteligentes, tanto de parte de la gobernación como de los sindicalistas que nos hasta el momento nos han defraudado siempre, no usan la cabeza, porque parece ser que aparte de ser sordos, que no nos escuchan, no piensan bien. Porque si pensaran por un momento de que cada aumento que nos han dado y que nosotros toda la vida estuvimos pensando que iba a cambiar para que no suceda más, parece ser que no ven que el recibo de sueldo no tiene más lugar para seguir poniendo decretos.
  • Nos cansamos de sueldos bajos. Treinta pesos el básico de una enfermera, no se puede vivir, es imposible. No nos pagan riesgos, no nos pagan nada, trabajamos feriados, las fiestas, veinticuatro a la noche, treinta y uno a la noche. Treinta pesos de básico es una miseria.
  • Los de UPCN no nos representan, porque ellos arreglan sus cosas, sueldos bajos, todo entre ellos, y no nos representan a nosotros.
como si hubieran pequeñas revoluciones cotidianas que van alterando el escenario por el que pasa la vida, ese escenario que a veces nos parece y otras tantas veces nos hacen parecer verdad revelada y eterna, por los siglos de los siglos.

     "La Constitución te ampara, la justicia te defiende, la policía te guarda, el sindicato te apoya, el sistema te respalda y los pajaritos cantan" dice con ironía Serrat en su canción Toca Madera, y la ironía sirve, claro, para que quede dicho lo contrario, para que quede dicho que esas instituciones ni te amparan ni te defienden ni te apoyan, que son en realidad el corralito construido para que te quedes en el molde. Y esas instituciones no son poca cosa, son las fábricas en las que se fabrica esa ilusión de verdad eterna, el cuentito que te cuentan de que todo será igual siempre, así de inmóvil y triste.

     La aparición de los autoconvocados entre los empleados públicos no es una cosa totalmente nueva en Santa Fe, pero sí lo es la fuerza con la que han ocupado el centro de la escena y el avance de ciertas ideas fuerza, la forma en que empiezan a pensarse a sí mismos con derecho a tener un lugar en la historia.

* * *

     A fuerza de movilizaciones y de desobediencias a los dictados de los siempre presentes cuerpos orgánicos de los sindicatos, fueron rompiendo la idea que trataban de imponer desde el poder, quebrando la sospecha de que se trataba de un simple tironeo entre aparatos sindicales, entre ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), por un lado y UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación) por el otro. "No estamos con ninguno de los sindicatos" dijeron, "somos sencillamente trabajadores que no nos sentimos representados".

     No aparecieron de la nada, es cierto. El fantasma del 2001, que configuró una ruptura de la confianza de millones en las instituciones de la democracia de los ricos - instituciones que indudablemente incluyen a los sindicatos que cuidan que el rebaño no se rebele - ese fantasma del 2001 sigue rondando indudablemente por allí. Los paros en el Ministerio de Asuntos Hídricos y en el Ministerio de la Producción, ya habían mostrado también que la idea de referentes y comisiones internas que evitaran la mediación de los viejos aparatos sindicales, rondaba por la cabeza de los trabajadores públicos. La patinada electoral del oficialismo de Amsafé en Rosario y la monumental huelga de los docentes santafesinos que juntaron una montaña de votos para quebrar la primer oferta del gobierno, ya apuntaban también en este sentido.

     No aparecieron de la nada, es cierto, y los dirigentes sindicales lo sabían. Por eso Maguid jugó al duro ante el primer decreto oficial, aunque la verdad es que sus bravuconadas no duraron mucho y entonces decidió que una supuesta votación de la base aceptara la propuesta del gobierno. Los dirigentes de ATE pusieron el acento en que había sido un triunfo, pero cuando olfatearon que las bases repudiaban la exigua oferta salarial metieron violín en bolsa, y ahora mantienen el paro hasta que la oferta esté escrita, dicen, como si el problema girara sencillamente alrededor de los instrumentos formales que vehiculizan la oferta y no en la oferta en sí, en que los empleados públicos sienten que en una provincia que recauda mucha plata, en una provincia llena de empresarios industriales y agrícolas que se llenan los bolsillos, ellos resultan ser el último orejón del tarro.

* * *

     Todos se preocupan mucho por la supuesta anarquía que produce este intento de reorganizarse de los empleados públicos para defender sus derechos. El gobierno ya dijo que no recibiría a los autoconvocados porque sería como hacer "contratos individuales", una pavada que casi no merece respuesta, aunque una posible sería que justamente lo que rebela a los empleados públicos es que el gobierno ha venido hasta ahora haciendo contratos individuales pero con los dirigentes sindicales, sus empleados más fieles.

     Parece que las cosas no cambian, hay tanta gente tratando de que te parezca eso, pero cambian, y seguramente no pasa solo en Santa Fe. El telón de fondo es el agotamiento de la gesticulación kirchnerista que hace mucho ruido y deja pocas nueces para los trabajadores, que sufren una histórica redistribución negativa del ingreso en medio de altísimos superávits y de nuevas megaganancias para empresarios y banqueros. Es posible sí, que en Santa Fe haya que sumarle cierta inconsistencia genética del gobierno de Obeid, pero eso no debería hacer olvidar el marco nacional en el cual estos cambios suceden. No debe ser para nada casual que se esté profundizando el giro represivo que dejó presos en la movilización ante la legislatura porteña, en Caleta Olivia en la lejana Santa Cruz y a Castells en el Chaco, como gran medida ejemplificadora con alcances mediáticos.

* * *

     Pequeñas revoluciones cotidianas, sombras del 2001, condensación de la desconfianza y el odio a los que son el poder, necesidades de un salario que alcance para salir de pobres y de una organización que contenga la lucha por satisfacer esa necesidad.

     Autoconvocados es la forma que adquiere ese cambio aquí y ahora. Es muy difícil prever hoy sus ritmos y sus tiempos, los avances y retrocesos que puedan darse, porque es una experiencia que como todo en la vida tiene final abierto, que no tiene guiones escritos ni recetas probadas. Habrá que hacer, pensar, intentar, apoyar.

     Lo que es seguro, lo que ya dijeron y mostraron con toda claridad una vez más, es que lo que era ya no nos sirve a los trabajadores, ya no nos sirve para nada.



Opiná sobre esta nota
¬ Página Anterior Ir a la Portada Página Siguiente ®