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Secuelas

Por Daniela Pierotti

Un informe que muestra la lógica de intervención del gobierno

     A 19 meses de la "catástrofe" en Santa Fe, este 29 de noviembre, la Casa de Derechos Humanos de nuestra ciudad, presentó un nuevo documento como prueba que aporta a la causa penal vigente y como información para la sociedad en general: "como una forma de romper el silencio que se intenta imponer sobre la memoria individual y colectiva".

     Los organismos que la integran, es decir, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo filial Santa Fe, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por la Represión Militar, Acción Educativa y la Asociación Civil Canoa, junto con los Integrantes de la Asamblea Permanente de Personas Afectadas por la Inundación, con el apoyo de las instituciones que se han apoyado en su funcionamiento para asistir a las víctimas de la inundación, plantean en este Primer Informe de Personas con Secuelas de la Catástrofe Hídrica de Santa Fe del 29 de abril de 2003 una serie de cuestiones que reflejan, claramente, las que venimos planteando- denunciando en esta revista desde hace más de un año.

     El informe "denuncia y reclama" de modo que se arbitren las medidas que permitan solucionarlos desde los organismos responsables del gobierno.

     Parte de un marco conceptual fundamental: plantea una definición de CATÁSTROFE como una construcción social y política, que si bien tiene su origen en fenómenos naturales, sociales y antrópicos, es el resultado de un proceso de ocupación y de producción en el desarrollo humano.

Secuelas físicas

Secuela física Frecuencia
C.R.P. Agravada 22
Interrupción Ezo. 3
P.P. ATC desconoc. 8
Accidente 2
Leptospirosis 3
Total 38

Exige una atención coordinada y eficaz por parte del estado, ya que causa cambios agudos en la vida cotidiana de un pueblo, y pone en peligro su vida y su integridad.

     Sobre este concepto del que parte el informe, agrega que su gravedad puede agudizarse según la correcta o ineficaz participación de los mediadores involucrados. Es decir, la situación socioeconómica de la población más afectada. La vulnerabilidad social, física y psíquica en la que se encuentra la población afectada al momento de la catástrofe, el modelo de gestión política gubernamental, los vínculos interpersonales y una última componente que es la disposición personal que tiene que ver con la mayor o menor vulnerabilidad del afectado.

     Cómo se traduce este marco a la realidad santafesina en el momento de la catástrofe, y que dicho sea de paso, continúa hasta hoy.

     Para entender las consecuencias inmediatas y las que se extienden hasta el momento, es decir las secuelas de la catástrofe, la Casa de DDHH plantea que es necesario considerar las características de la institucionalidad gubernamental que atraviesa nuestra ciudad.

     Y enumera al menos cuatro características más que representativas:

  • Imprevisibilidad: un Estado que faltando a las funciones de gobierno no monitoreó el estado del río, las condiciones de las defensas, no consideró un sistema de alertas y no completó la obra de contención de la ciudad y que tampoco mantuvo las existentes.
  • Desidia: el Estado no tuvo, ni tiene, un plan de evacuación. No preparó lugares que funcionen como centros de evacuados con un mínimo grado de habitabilidad, no atendió las propuestas de la sociedad civil que se le hizo llegar a través del censo de afectados ni optimizó la cobertura de las necesidades básicas.
  • Indiferencia: el gobierno se mostró ausente ante los continuos reclamos de la gente, profundizando el desamparo. Demoró el censo, retrasó los pagos, maltrató a quienes reclaman por esto.
  • Irresponsabilidad: los funcionarios públicos correspondientes no se hicieron cargo de generar las condiciones de atención integral a las personas afectadas y por el contrario, expuso a la población a un enorme peligro que para muchos significó la muerte. Sumado a esto no hubo ningún indicio de investigación sobre la responsabilidad de los ocurrido.

Un problema acuciante que no se jerarquiza

     El registro abarca sólo los casos recepcionados desde marzo hasta noviembre de 2004. Los 58 casos registrados tienen la significación suficiente para dimensionar y describir el problema que atraviesa la sociedad santafesina, su extensión y gravedad.

     Como todo lo que es el resultado del esfuerzo personalizado, humano, es desconocido por los entes que se especializan en sistematizar datos e información que recogen limitadamente a través de un grupo de supuestos "expertos".

Secuelas psíquicas

Secuela psíquica Frecuencia
Conducta Suicida 1
Conducta Suicida/Estado Depresivo Mayor 1
Cuadro Depresivo c/Conducta de Alto Riesgo 1
Demencia Senil Agravada 2
Episodio Psicótico 4
Estado Depresivo 9
Estado Depresivo Mayor 4
Síndrome de Stress Post Traumático 9
Trastorno de Ansiedad 4
Total 35

Este registro fue realizado a partir de la recepción de personas que espontáneamente se acercaron, y se acercan, a la Casa, aunque otros son denunciados por familiares, amigos y por otras organizaciones, como Empresas Afectadas por la Inundación. En esta situación, los integrantes del equipo de trabajo de la Casa de DDHH se acercan al domicilio de la persona afectada para iniciar el trabajo.

     La metodología para su identificación y tratamiento fue la siguiente. En primer lugar se realiza una entrevista personal, se registra el caso. Esto permite verificar el domicilio y comprobar si el problema tiene o no relación con la catástrofe hídrica. Luego se solicita a la persona afectada o familiares, la documentación necesaria y se procede a organizar los datos y sistematizarlos, consultar material bibliográfico especializado, analizar los datos con especialistas de medicina y psicólogos, para culminar en la realización del registro.

     Del total de casos recepcionados (58), 23 personas presentan secuelas predominantemente físicas, 19 predominantemente psíquicas, y 16 psíquico-físicas.

     Entre las secuelas físicas, predomina la Condición de Riesgo previa Agravada, esto significa que el individuo que poseía previamente un diagnóstico o una condición de riesgo, debido a las condiciones que genera la inundación, esta condición se agrava. Supongamos el caso de una persona que sufre de Diabetes y que por el contacto con el agua contaminada padece en forma inmediatamente posterior una Gangrena de Miembro Inferior, como ocurrió en muchos casos. O bien, una persona que sufre de Hipertensión y que por el stress sufrido sufre un Accidente Cardiovascular, como, efectivamente, ocurrió.

     A esta secuela podemos agregar otras que se vieron que existieron, como la Presentación de una Patología no existente, Interrupción de Embarazo, Accidentes y Leptospirosis (Ver Gráfico I).

     Respecto de las secuelas psicológicas, aparecen desde Síndromes depresivos hasta conductas suicidas (Ver Gráfico II).

     De los datos registrados pueden derivarse varias conclusiones. La distribución de la población con secuelas por edades muestra que los grupos etáreos más vulnerables afectados son los adultos mayores y luego los niños y adolescentes. Los barrios donde se registra la mayor cantidad de personas secueladas son aquellos que el intendente, el día 29 de abril de 2003, indicó que se podían quedar tranquilos, que no se iban a inundar. La rapidez del avance del agua, la imprevisibilidad de los responsables y la magnitud del desastre convirtió a esta población en la de mayor riesgo. Territorialmente, los principales afectados, en gravedad y en cantidad, se encuentran en los barrios Centenario, Santa Rosa y San Lorenzo.

     La combinación del conocimiento de la historia clínica de la persona y lo testimonial permitió un análisis más integral de la situación de la problemática de cada persona secuelada. Esta problemática es muy compleja y esto se muestra en surgen síntomas psíquicos que las personas no tienen identificados como tales.

     Los datos recogidos son de personas que pueden hablar y desean denunciar. Pero la mayoría se encuentra sin una atención adecuada que les permita elaborar el trauma y tampoco pueden expresar lo que les pasa o lo que sienten.

     Por lo tanto, todo lo que muestra este informe, es alarmante. El gobierno no responde frente a las personas que presentan secuelas psíquicas y tampoco frente a la población que se acerca. Particularmente, como equipo, hemos recibido en nuestro programa de radio, a muchas personas afectadas por la inundación en un alto estado de stress y desgaste debido a los innumerables reclamos que han hecho a los diferentes funcionarios del gobierno, sin ser oídos o lo que es peor, de los que han recibido respuestas vacías que les ha llevado a transitar un sin número de trámites inútiles, que han agravado su condición integral (psíquica y económica).

     El Primer Registro, de lo que esto es apenas un resumen, termina con la siguiente frase: "La sensación de catástrofe tiene también que ver con lo que se hace en la situación y con las secuelas. Esta inundación fue una catástrofe, económica y social por un lado, y por el otro fue fundamentalmente, una catástrofe en la subjetividad de las personas, agravada por el abandono, la desidia, la indiferencia y la irresponsabilidad".

     La principal secuela de la catástrofe es la sensación de catástrofe que sigue imperando, en las personas afectadas que somos en más o en menos todos. Lo peor es que seguimos en las mismas condiciones, con otro gobierno de turno, pero con el mismo Estado ausente y cómplice con sus funcionarios ausentes, que siguen faltando a sus responsabilidades, limitando la vida de las personas. Su responsabilidad es siempre directa.



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