Seguro Silva está entero y su memoria permanece intacta, salvo aquella porción que se llevó su periodo de adicción a las drogas, compruébelo leyendo lo que escribe. El que sí ha sufrido mella es el amor impoluto que sentía por su primogénito. Desde que la bestia le pateara la escalera Seguro lo ignora y lo peor es que al niño parece no importarle. Así las cosas Delfina está preocupada más o menos, es madre y esposa pero en primer lugar es poeta y se le nota. No como a mí.

Los consejos de Seguro

presentados por Adrián Alvarado*.

Ay de mí dijo Icaro cuando advirtió que sus alas de cera se derretían bajo los efectos de la calor que irradia el sol. Ni ay dijo cuando su cuerpo, cayendo a una velocidad considerable, se hizo pelota contra el piso del Ades.

Icaro simboliza la soberbia, la estupidez y la falta de previsión, deportes estos que a esta altura deberían ser considerados para incorporarlos como disciplina olímpica.

Casi siempre que aparece esta combinación de soberbia estupidez y falta de previsión alguien sale lastimado, remember cromañón.

Mi amigo Eleuterio Vangelis, hijo de griegos, argentino por opción y porque no le quedó otra, me decía "No hay mal que dure cien años" y otras frases por el estilo porque al tipo le copaba resumir su discurso en máximas, apotegmas, proverbios, y un sinfín de pelotudeces por el estilo que lo convertían en una persona impopular que casi nadie soportaba.

Imagínense a un hombre entrado en años, de escasa estatura, pelado y con una voz estridente, mechando en todas sus discusiones aforismos salames que casi siempre quedaban desubicados. Por ejemplo, cuando se discutían en alguna reunión cuestiones referidas a la problemática sexual, Eleuterio era capaz de decir "Arroja una botella al mar que alguien la recogerá".

Los conocidos no dudaban en tildarlo de idiota, no alcanzaban a distinguir esa delgada línea que divide al estúpido del histriónico. La intención del griego no era ser gracioso pero lo era, yo cometí el error de decírselo dándole explicaciones e incentivándolo para que aprovechara esa veta. Las consecuencias fueron espantosas, después de aquella infortunada charla, el tipo no podía parar, metía aforismos en cualquier ocasión y se reía como un tarado.

El día que se me ocurrió invitarlo a cenar estaba mi tío Fidel, quien tenía serios problemas con su dentadura, había perdido tres dientes de adelante porque a un caballo de los que criaba se le ocurrió patearlo, el tío Fidel se consideraba a sí mismo un discapacitado y cuando Eleuterio dijo "A caballo regalado no se le miran los dientes" lo agarró a trompadas.

El tío fidel era grandote y Eleuterio chiquito, la cena terminó en el hospital. Desde ese día mi amistad con el griego se echó a perder, El griego también, quedó cuadriplejico.

Libertad a Seguro y a Delfina.
La bestia no, aun no se la ha ganado.

Fábula marina con manifiesto desubicado: Los animales no hablan por ende no pierden el tiempo discutiendo zonceras, nosotros insistimos en metaforizar con animales parlantes para ocultar nuestras miserias, así nos va.

Y yo de que me quejo dijo el cangrejo. Y usted de que se queja le dijo a la almeja, que se quedó boquiabierta, Estamos en el fondo del mar y somos el alimento de esos seres horribles que habitan en la superficie, siguió diciendo, al tiempo que hacía ademanes rimbombantes. Tiene razón dijo el hurón, y todos los bichos del mar se quedaron de una pieza sin entender que hacía un cuadrúpedo respirando en el agua. El tiburón terminó con el desconcierto procediendo a morfarse al desubicado. Escupiendo pelos, dijo, Fucking mamífero. La orca se puso como loca, Discriminación, discriminación, gritaba, mientras una patota de delfines piqueteros que estaban atrás de ella empezaba a mostrar las aletas en actitud amenazante.

El pulpo pelandrún se indispuso porque no pudo soportar tamaña violencia y vomitó a Nemo, quien había sido parte de su desayuno. Mientras el pez payaso empezaba a despertarse haciendo morisquetas lo pisó un colectivo, después vino el padre y se agarró a trompadas con los delfines y cuando se metió la tortuga se pudrió mal, por que el reptil acorazado era muy picante y consumía estupefacientes que le proveía la medusa confusa. Confusa como la situación, que terminó cuando se sumaron a la gresca una manada de ballenas azules y después vino el tsunami.

La venganza será terrible dijo Dolina.

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