Colaboración Que viva la Patria, carajo!, gritó uno, y ya no pararon...empezó la fiesta. A veces, los principales actores, olvidándose que están actuando, hacen creer a quienes miran atónitos que todo es cierto, que esta vez va en serio. Y sin embargo, yo estaba convencido que la Patria no estaba ahí. "Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y a hablar sin hipocresía". (José Martí) Crecer de golpe por Luis Juan Fabrizi Una propaganda supo anunciar que los Dinosaurios habían desaparecido hacía 65 millones de años. Yo tenía la sensación, que todavía seguían entre nosotros. Cada generación tiene una leyenda. Cada viaje tiene un primer paso... En nuestras tierras, luego de conquistados y colonizados fuimos libertados; entonces era una fiesta y cielitos como este se cantaban: "....Oprobio eterno al que tenga / la depravada intención / de que la patria se vea / esclava de otra Nación...". Los revolucionarios fueron muertos, exiliados y desaparecidos; sus proyectos funcionalmente ocultados o tergiversados y los sospechosos de siempre, volvieron a cooptar el gobierno, las fortunas y el destino de los más en estas pampas. Echeverría refería en 1837 que habíamos entronado a un poder más temerario y despótico que el que pretendimos derrocar y provocado de hecho una verdadera contrarrevolución. Alberdi (un liberal) reconoció sin tapujos, una evidencia sempiterna: que los ciudadanos en estas pampas hacen las veces de electores, pero quien elige es el poder. Lo dijo en 1852. Luego la constitución, el art. 29, los representantes y…todo lo demás. un laberinto donde reina la penumbra. Bevione escribió de nosotros en 1911, un año después del centenario, lo que -si viviera- seguramente repetiría casi calcado en el bicentenario: "...en aquella era de bonanza y derroche se dilapidaba el dinero público, existía una arraigada corruptela política y no funcionaba la justicia". Lo decía respecto de lo que vio cuando nos visitó en 1910. Vio reptar serpientes que segregaban el veneno de la corrupción. Registró que el costo de los servicios públicos doblaba a sus símiles de Londres. Una de sus frases fue: "un país donde el poder judicial no tiene independencia y el poder ejecutivo no tiene frenos". Benavente en 1922 dijo de nosotros: "armen la única palabra posible con las letras que componen la palabra argentino". Y la única palabra que podemos construir es …ignorante. En 1973, Quino, dibujó gente que caminaba en sentido contrario al que caminaban Mafalda y su mamá. Entonces, Mafalda le pregunta a su madre: decíme mamá, ¿vos estás segura de que estamos caminando para adelante? Y,… los militares, los liberales, las fuerzas vivas (demasiado vivas), los grandes medios, la economía estúpido, el poder, Yrigoyen, las matanzas, Perón, Balbín, Perón, López Rega, más muertes y siempre los peronistas y los radicales; conspiraciones, complicidades, poder y dinero, los funcionales militares, los corruptos, la oscuridad, el genocidio, la impunidad, Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner, la impunidad … ¡un médico por allí! Asfixiados en un laberinto en cuyas hondas cavernas estamos metidos hasta las verijas. Y, a su pesar, cualquiera sabe que todo laberinto tiene una salida. Pero la revolución, me dijo Andrés Rivera, es un sueño eterno. Si lo sabrán nuestros revolucionarios. Inclusive lo saben los bolches, casi la única revolución popular de la historia, sino la única. Sin embargo, aquí estamos nuevamente, en esta misma plaza, sin paraguas. Los patriotas levantan la mano, felices, exultantes al ver la capacidad de convocatoria que mantienen; saben que una vez más, los pactos preexistentes no correrán peligro. Se saludan, gesticulan, rebozan de alegría. Toque de diana, el Tedeum, todo está en marcha, cada actor en su lugar y el público expectante; que se levante el telón. Alguien dijo por los siglos de los siglos y me pareció que la tenía clara, pero no sé en qué contexto lo dijo. El protocolo es algo impresionante, esos rostros impostados, esas miradas cómplices preguntando qué debo hacer ahora, la comitiva de funcionarios, legisladores, religiosos, militares y fuerzas vivas (demasiado vivas), ocupando su lugar en el escenario, para que cuando se corra el telón, cada cual ocupe su lugar en la obra. Ciertamente, es muy impresionante. El rito, más mediatizado que nunca, es todo un éxito. Y las palabras....oh las palabras... lástima los hechos. Hablan en nombre de Dios, se conmueven por los pobres, auguran un futuro para todos, es una fiesta. Atahualpa me susurró despacito: que Dios vela por los pobres, tal vez sí y tal vez no, pero es seguro que almuerza en la mesa del patrón. Es muy impresionante ver a todos los responsables juntos, pulcros, inmunes, impunes, caminando a través de rojas alfombras. Algunos hasta tienen cara de inocentes. Un pedazo de trapo, muy pulcro y radiante, ocupa un lugar destacado, pretendiendo ser el centro de la escena. Bueno, de hecho lo es, ya que en cada protocolo aparece reluciente y no se da cuenta que, fuera de escena, es sólo un trapo. Nada representa. Los actores bien lo saben, siempre supieron que ese pedazo de trapo tenía un valor imprescindible en un breve momento de la historia, después ya no, al menos no para ellos. Los actores saben, por lo general, que una obra de teatro es sólo eso. Un momento de ficción, donde confluyen textos convenientes y pulcramente seleccionados para la ocasión, los principales actores que supimos conseguir y un público cómplice que cree entender con claridad meridiana aquello que esta viendo y escuchando. Cabe aclarar, que sin estos últimos, no hay obra. ¡Qué cosa fuera la maza sin cantera! El trapo reluciente, no se queja de su destino inmediato y postrero, como objeto inanimado, no puede saber que está siendo utilizado en una representación y que luego, simplemente pasa absolutamente inadvertido hasta que nuevamente, se levante el telón anunciando una nueva obra. Los principales actores saben que sólo de eso se trata. Por eso asisten y, por la paga claro. Los más jodidos son los asistentes o el público. Siempre pagan la entrada, ocupan los lugares más incómodos, recorren largas distancias, sufren los efectos de la intemperie, creen entender de qué se trata, ríen, aplauden, ponen gestos adustos, cantan y regresan creyendo que la representación a la que asistieron, puede continuar en la vida real. Algunos van espontáneamente. La patria somos todos...millones de pesos en una obra de teatro y el hambre más urgente. Y la contaminación de aguas y alimentos, ambiental y psicológica, la exclusión, la pauperización del salario, los niños muriendo de hambre y los viejos por el olvido y no poder acceder a los medicamentos, los jóvenes sin rumbo y sin futuro, un país sin destino cierto. Los próceres revolucionarios, se tapan los ojos, los oídos y se resisten a estar presentes. Todo es divertimento y esperanza. Esperanza que sigue disimulando que no es el último de los males salidos de la Caja de Pandora. Las canciones, el baile, los gauchos, los indios que quedan... los genocidas sociales y los represores brutales, también están en el acto... incluidos aquellos que vienen con la acreditación de ser representantes de Dios (nada menos), y claro, cientos de miles de festivos que vienen de todo el país, todo es evocación. Los grandes medios de desinformación, funcionales a intereses contrapuestos, también querían parecer patriotas. Nadie se quería perder la fiesta. Los remarcadores de precio, especuladores, los de la bolsa, los financistas, los evasores, los lavadores de dinero, los narcotraficantes, los proxenetas, los empresarios que se interesan por el país, los que lo rifatizaron, los traidores, los represores del gatillo fácil, la justicia que es ciega y no ve; todos estaban allí, los conspiradores, los impresentables. Lo viejo y eterno que nunca termina de irse; se maquilla, pasa por el quirófano y se presenta como lo nuevo. ¡Que viva la Patria, carajo!, gritó uno, y ya no pararon...empezó la fiesta. A veces, los principales actores, olvidándose que están actuando, hacen creer a quienes miran atónitos que todo es cierto, que esta vez va en serio. Y sin embargo, yo estaba convencido que la Patria no estaba ahí. Benedetti dijo "En un momento como el actual se habla mucho de la globalización económica y política, pero se dice muy poco de la globalización de la hipocresía y de la frivolidad. De todas esas cosas que van apartando a unos seres de otros y van creando nuevas fuentes de soledad". Claro, ¿qué cambio podría llevarse a cabo sin que cambien, primero, los que van a realizarlo?, es obvio. Pero ahí están, dicen ser lo nuevo. Son los únicos que pueden ser una y otra cosa al mismo tiempo y todo el tiempo. ¡Glory, Glory, Aleluya!!! , ¡Vermouth con papas fritas y Good Show!! o si se prefiere ¡Pizza con Champan!! ¡Lo que no queda muy bien claro es si la mishiadura trajo a los Ministros de Economía o si los Ministros de Economía trajeron la mishiadura! Lo que pasa es que hace 30 años que tenemos las dos cosas, refería en uno de sus monólogos el gran Tato. Mire, este peso moneda nacional (sosteniendo el billete de un $mn en la mano, con otros billetes --un $ley 18188, un $argentino, un Austral-- sobre la mesa) le arrancaron dos ceros por este otro peso ley 18188; a este le arrancaron cuatro ceros por este otro peso argentino, y como si esto fuera poco le sacaron tres ceros mas por este peso... por este Austral. O sea que extirparon, le extirparon nueve ceros a este pesito de acá delante. Y como este Austral equivale a mil millones de pesos moneda nacional, y como en aquel entonces se compraba con 0,83 $mn un dólar, este Austral equivale a DOCE MILLONES DE DOLARES... (risas, mezcladas con silencio, lagrimas e ironía), lo cual parece un chiste, si no fuera una joda grande como una casa...Tato, lamentablemente se murió, al Austral le sacaron otros cuatro ceros y volvió el peso. Y quería preservarnos de la maquina de cortar boludos; esa que si pusiéramos a funcionar cortando boludos dentro de la maquina del túnel del tiempo, y se pusiera a cortar boludos históricos con retroactividad... otra hubiera sido la historieta hoy. Historieta que como país, no creo que nos merezcamos - esto lo dice mi libretista Santiago Varela... yo... no estoy tan seguro. Un cacho de culpa tenemos también..., ironizaba Tato. Osvaldo Bayer prologaba el libro de Del Frade "Desaparecidos-Desocupados" comenzando con la frase "La realidad, nada más que la realidad" y recordaba "...Porque aquí no hubo socialismo, señores: aquí siempre existió el capitalismo, en todas sus variantes y este es el resultado..." y finalizando diría "Si entre medio no estuviera la gente, los niños, nuestros hijos y nietos, nos contentaríamos con sonreír tristes y decir: ¿y ahora cuáles son los argumentos?...". En las noches de San Juan, me cantaba el Nano, cómo comparten su pan, su mujer y su gabán, gentes de cien mil raleas. Apurad, si es que queréis venir, pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir...vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle se vistió de fiesta...Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano, bailan y se dan la mano, sin importarles la facha... Pero la fiesta, finalmente, concluyó: Y, con la resaca a cuestas, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas. Se acabó, el sol nos dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual... Sí Víctor, aún hoy, después de 23 años de democracia, millones "sobreviviendo" y, lo más increíble y sorprendente, es que siguen esperando, "todavía esperamos, todavía". A la inmensa mayoría del pueblo argentino ¡Salud!, mucha salud para seguir soportando los verdaderos genocidios sociales a que nos conducen quienes dicen representarnos. Opiná sobre este tema |
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