Memoria con Alzheimer

por Javier González

La reivindicación de la dictadura militar y sus métodos terroristas no es algo nuevo. Lo que si parece ser novedoso es la aparición pública y la organización que vienen demostrando los grupos que de alguna manera u otra se beneficiaron con el golpe de estado del 76.

"No intentamos convencer a nadie, sólo intentamos que quienes no poseen una memoria hemipléjica o parcial, se pongan de pie y entre todos demostremos que ya no queremos pertenecer a la mayoría silenciosa, que ya no queremos que otro ocupe nuestros espacios, que ya no permitiremos que unos pocos se aleguen la voz de todos".

Este párrafo integra las líneas de bienvenida que el grupo "Argentinos por la memoria completa" da a quienes ingresan en su página web.

A partir del acto reivindicatorio de la dictadura militar, en el que adinerados ex-represores y violentos jóvenes agredieron físicamente a un periodista del Canal 2, es que hemos tomado conciencia que estos grupos han decidido aparecer públicamente como si la desaparición de 30.000 personas hubiera sido un acto patriótico.

El tan mentado "sentido común" pareciera justificar la reivindicación de una memoria completa, de una memoria que lo abarque todo y ponga todo en su justo lugar y que equipare a vencedores y vencidos, víctimas y victimarios. Como si no resultara insoportable tener que convivir con asesinos y torturadores, que se pasean por las calles, los argentinos por la memoria completa pretenden hacernos creer que los cobardes asesinatos, las indescriptibles torturas fueron actos de valor y heroísmo, que salvaron a la patria de la amenaza marxista, negando la realidad, como si en lugar de los campos de concentración hubieran construido escuelas.

Pero, la reivindicación de la memoria completa tiene sus encantos, sobre todo para aquellos que se jactan de su falta de compromiso o para aquellos que se piensan por fuera de su sociedad y que dicen: es justo que ellos reivindiquen a sus muertos.

La maldita "teoría de los dos demonios" abonada por escritores prestigiosos como Sábato, impulsada por Alfonsín, e institucionalizada por el peronismo con Menem a la cabeza, ha dado el marco en el cual se pretende encuadrar la idea de que acá hubo una guerra, hubo dos bandos y la sociedad quedó cautiva en el medio, que las organizaciones revolucionarias eran todas guerrilleras y por lo tanto terroristas, que los militares eran malos que tomaron el poder e implementaron el terrorismo de estado y que los burgueses, las burocracias sindicales y la iglesia, se portaron mal pero no tanto.

Equiparar la víctima al victimario. Utilizando el mismo mecanismo que se utiliza con las mujeres golpeadas. Está mal, pero ella lo habrá irritado de alguna manera. Lo de los militares está mal pero había que acabar con la irritación que provocaban los que no creían en utopías sino en realidades a conquistar.

Pero veamos un poco a este grupo. Las palabras que a modo de presentación y bienvenida, presentan los "Argentinos por la memoria completa", firmada por Silvia Abagnato, Alejandra Vañek y Karina Mujica, dicen:

"En el año 2000 un grupo de jóvenes argentinos comenzábamos a intercambiar y compartir opiniones sobre lo ocurrido en nuestro país en los años 70, el fenómeno de internet nos permitió relacionarnos con muchos otros ciudadanos de todo el país, que sentían la necesidad de expresar su agradecimiento a quienes habían combatido a la subversión y el terrorismo en Argentina".

"Este espacio es simplemente una invitación, un medio para conocernos, contactarnos y aunar esfuerzos en pos de reivindicar una gesta noble y justa".

Menuda lectura de lo acontecido.

Prisioneros de guerra argentinos

Los partidarios de las picanas, además de agarrárselas contra el gobierno, con el ya gastado recurso de calificarlo de "gobierno montonero", tienen la sutileza de calificar a los represores, y en particular a Ricardo Cavallo juzgado en España por Baltasar Garzón, de "prisioneros de guerra".

El 12 de marzo de 2004 presentaron una nota al entonces Canciller Rafael Bielsa que entre otras cosas decía lo siguiente:

"Desde hace casi 4 años se encuentra detenido en el exterior el Capitán de Corbeta (RE) Ricardo Miguel Cavallo a pedido del Juez Español Baltasar Garzón, pretendiendo juzgar hechos históricos acontecidos en territorio ARGENTINO en la década del 70, CON PRESUNTAS VÍCTIMAS ARGENTINAS, Y SIENDO EL IMPUTADO TAMBIEN ARGENTINO Y POR ENDE NO EXISTIENDO NINGUN ELEMENTO INTERNACIONAL QUE GENERE UN PUNTO DE CONEXIÓN. Ningún funcionario argentino ha hecho respetar nuestra soberanía, permitiendo que jueces y gobiernos extranjeros pidan extradiciones y detengan ciudadanos argentinos cuando NO LES COMPETE".

Más adelante señalan que "los hechos prueban que el empresario argentino Ricardo Miguel Cavallo, es víctima de una lucha ideológica que se desarrolla en el mundo entero. La civilización está amenazada por el terrorismo, y las Fuerzas Armadas de los países que lo padecen, están para defender a la sociedad de estos ataques".

Para muestra solo hace falta un botón y como de botones se trata, resulta por lo menos llamativo que se apele a cuestiones de soberanía y argentinidad cuando se refiere a la detención y juzgamiento de Cavallo por crímenes de lesa humanidad y se olvide casualmente que los militares latinoamericanos crearon El Plan Cóndor para detener, torturar y asesinar cobardemente a personas y allí no importaban las cuestiones de ciudadanía, soberanía y legalidad.

Y como la memoria de estos muchachos dista mucho de ser completa, más allá de señalar que Cavallo "ya fue juzgado y desprocesado por falta de mérito el 6 de abril de 1987 por la Cámara Federal en la Argentina, no siendo beneficiado por amnistía ni Ley de Pacificación alguna, siendo ratificado dicho fallo el 8 de noviembre de 2001 por la Cámara Federal de Buenos Aires", olvidan el contexto de impunidad que se construyó en la Argentina mediante los indultos y las nefastas leyes que peronistas y radicales aprobaron en el Congreso.

Como si se tratara de un santo varón, "el prisionero de guerra", Ricardo Cavallo fue acusado de la desaparición de 227 personas, el secuestro y tortura de otras 110 y la detención ilegal de 16 mujeres y sus hijos que, luego de nacer, fueron entregados a otras familias, sustrayéndoles su identidad.

Grupo de tareas

Los argentinos por la memoria completa, además de propagandizar sus ideas fascistas, haciéndolas pasar por democráticas, pretenden pasar por simples ciudadanos.

El 21 de abril de 2004 en una nota firmada por Sebastián Hacher y Diana Gagliano y publicada en Indymedia Argentina, se presentó una investigación originada en las amenazas "anónimas" que sufriera la periodista firmante, por parte de grupos que reivindicaban a Videla y Massera.

"Antes, secuestraban y torturaban amparados en las sombras de la noche. Ahora escriben en internet desde sus casas, y envían amenazas tratando de disimular su identidad. En otras épocas manejaban los principales canales de televisión para hacer propaganda; hoy se disfrazan de "ciudadanos decentes", y realizan poco sutiles operativos mediáticos para llamar la atención".

Así comienza esta investigación que cuenta cómo la periodista Diana Gagliano, directora de la revista zonal Multiflores, del barrio de Flores en Buenos Aires, mientras cubría la organización del escrache que iban a realizar la Mesa de Escrache Popular y la Agrupación H.I.J.O.S, al médico-genocida Jorge Héctor Vidal, recibió un mensaje electrónico firmado por el "Comando Massera": "¿Por qué no te dejás de joder y vas a escrachar a Firmenich, a Perdía, a Vaca Narvaja o a Gorriarán que ahora se reúne con los que raptó para disculparse? ¡ya los vamos a escrachar a ustedes!".

El "Grupo Massera", cuenta la nota, ya había realizado amenazas contra la Asociación Madres de Plaza de Mayo prometiendo que iban a "volar la casa de las Madres", y en contra de los asambleístas que habían realizado un escrache contra el almirante genocida.

Quienes habían participado del escrache recibieron, al mejor estilo de los servicios, correos electrónicos intimidatorios donde figuraban "sus datos personales, teléfonos y direcciones, junto con una advertencia: "los vamos a volar a todos".

Las investigaciones realizadas demostraron que muchos de los mails con amenazas, había "sido enviados utilizando el servicio de un mismo y pequeño proveedor de internet, con una muy alta probabilidad de que hayan sido desde la misma máquina". Máquina que pertenecía al círculo íntimo de Silvia Abagnato, Secretaria de "Argentinos por la memoria completa".

La llama que llama

"Nuestro esfuerzo está dedicado a los hombres y mujeres que en la década del 70 portaron un uniforme para defender a la Patria.

Porque hemos recogido la sangre de nuestros mártires para levantar la bandera argentina y porque tenemos un compromiso con nuestros prisioneros de guerra.

Por ellos prendemos hoy esta llama de la memoria.

La llama del reconocimiento y orgullo de un pueblo.

La única llama que no se apagará jamás.. (Argentinos por la memoria completa)

No hace falta traer ejemplos de cómo actuaron estos grupos en los nefastos años de la dictadura militar. Basta con leer cualquiera de los libros que tratan el tema para adentrarse en un horror inimaginable, un mundo de mesiánicos, corruptos, ladrones, apropiadores, torturadores y cobardes genocidas, de mentalidad tan estrecha como su supuesto heroísmo.

Pero es buena la actitud de apelar a la memoria completa, porque sólo completándola, conociendo quiénes fueron los asesinos y torturadores, quiénes los que se enriquecieron con el saqueo, quiénes fueron los apropiadores, dónde están los chicos desaparecidos, en definitiva dónde están los desaparecidos; es que podremos completar la historia.

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