Colaboración

Julieta es estudiante y cursa el segundo año de Sociología. Sobre el cierre de la revista anterior, nos remitió este escrito sobre el Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Jujuy a mediados del mes pasado.

Encuentro Nacional de Mujeres:
Un fenómeno que crece año tras año

por Julieta Zana

Un poco de historia...

En el año 1985, un grupo de mujeres argentinas viajan al encuentro internacional de mujeres en Nairobi. Desde allí regresan al país con la iniciativa de comenzar con estos encuentros y así se plasma en Buenos Aires el primer encuentro nacional de mujeres, que contó con la presencia de mil participantes. Año tras año fue realizándose en un punto distinto del país. Este año se convocaron para viajar a Jujuy los días 14, 15 y 16 de octubre.

La dinámica del encuentro consiste principalmente en la participación en alguno de los 54 talleres de discusión que se abren, cifra que también ha crecido a la par del encuentro. Los debates persiguen el consenso, se redactan todas las opiniones que en cada taller se emiten y luego de funcionar durante tres días de trabajo, se elaboran las conclusiones puestas en común. Acompañando el ritmo de trabajo de cada taller diferentes actividades como marchas, peñas, muestras y demás.

La perspectiva de la mujer en pleno Siglo XXI

Desde nuestro nacimiento, según el sexo que tengamos, seamos varones o mujeres, nos van enseñando cuales son los comportamientos adecuados y/o permitidos según cada genero.

Estos comportamientos, o mejor dicho roles, establecidos y aceptados socialmente, son los que condicionan y estructuran nuestras acciones e inclusive pensamientos, los cuales llevan a reprimir y discriminar a quien muchas veces no piensa ni actúa del modo estipulado.

En este esquema social, si bien se produce un cierto modo de opresión para ambos sexos, es claro que la mujer está en una condición de desventaja respecto al hombre. Un claro ejemplo de ello, es lo que generalmente ocurre en lo distintos ámbitos laborales en los cuales los puestos de mayor jerarquía son casi siempre ocupados por hombres o, en cuanto al salario por igual horas de trabajo, en general, el de la mujer suele ser inferior.

Es importante comenzar a tomar conciencia y sobre todo a transformar estos esquemas cuya apariencia de naturalidad, reafirmada en casi todos los ámbitos en donde se desempeña el individuo, la familia, el trabajo, la iglesia, entre otros, sumado al trabajo de algunos medios de comunicación: TV y revistas mediáticas, son los que llevan a que sigamos reproduciendo estos modos.

Hoy en pleno Siglo XXI, las mujeres seguimos luchando para lograr la igualdad de genero, a través de distintas practicas como el caso de estos encuentros.

Como reivindica el movimiento de Mujeres de Bolivia: "Nosotras colocamos la iniciativa, nosotras definimos e intuimos el grado de provocación, nosotras escogemos nuestras palabras, nosotras elegimos los temas, nosotras elegimos los escenarios y las horas según nuestro calendario de lucha, la iniciativa es uno de nuestros pocos tesoros nos exige horizontes y sueños propios y no prestados nos exige acrobacias y flexibilidades insospechadas para bailar cada día una coreografía nueva, distinta, imprevista e indigesta". Es así como comienzan a definirse las mujeres y dar lucha a los estereotipos sociales.


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